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Yoga facial: un nuevo y discutido antiage

El yoga facial, una técnica que en el último año se volvió tendencia, promete alcanzar o mantener el rostro firme mediante la realización de ejercicios, automasajes y el control de ciertas expresiones

Hay quienes dicen que la cara es un espejo de las emociones. A través de un ceño fruncido se recibe  unmensaje de estrés, enojo o foco extremo. Por el contrario, una frente relajada redunda en una mirada que transmite calma. Los expertos en psicomorfología -que estudia la relación entre las características faciales y la personalidad- señalan que con los años, la apariencia de la cara va cambiando conforme no solo a la genética, sino también a los sentimientos predominantes. Apuntan que las arrugas y el estado de un rostro son el resultado del movimiento repetido de ciertos músculos y la cantidad de tiempo que se mantuvo una misma expresión. Es muy probable entonces que a una persona seria se le marquen las arrugas hacia abajo. Por el contrario, la risa libera tensiones y reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés y uno de los principales enemigos en el ámbito de la estética.

Para revertir, mitigar o prevenir las arrugas y otros cambios no deseados con el paso de los años, las cremas y otrosmtratamientos más o menos invasivos como el botox o las cirugías son las fórmulas conocidas. Pero ¿qué pasa si en lugar de recurrir a alguna de estas recetas se opta por gestionar ciertas expresiones? En esa zona inexplorada se está posicionando con fuerza una técnica mucho menos difundida que, al igual que las demás alternativas, promete la posibilidad de alcanzar un rostro más firme y radiante: el yoga facial.

El nombre ya dice mucho. En el yoga se requiere de un grado de involucramiento no solo físico, sino también mental. Esa misma lógica aplica para el facial, ya que se trata de trabajar la revitalización de manera holística. Están los ejercicios y los masajes, pero también el control de expresiones y, por ende, de las emociones que se esconden detrás de ciertos gestos.

La ginecóloga rusa Tatiana Ivanova probó el botox y no le gustó. A partir de esa experiencia, buscó alternativas naturales de rejuvenecimiento facial. Enseguida se topó con Fumiko Takatsu, japonesa pionera del yoga facial. "Empecé a estudiar con ella y creé para mí misma un programa de rejuvenecimiento. Durante todo este tiempo entendí que no es necesario ponerse botox o hacer otras inyecciones para mantener tu cara bonita", cuenta Ivanova, radicada en Chile. Más que quedar satisfecha, se apasionó tanto por los efectos del yoga facial que terminó siendo su actual profesión. Estudió diferentes cursos y ahora es ella quien los dicta. Su cuenta de Instagram, Tati Ayurveda (nombre con el que es conocida) tiene 83.400seguidores.

Ivanova asegura que el yoga facial tiene beneficios que van mucho más allá de lo estético. Al igual que en el yoga convencional, se trata de un estilo de vida. "Cuando tensionamos el entrecejo, tenemos hipertono de estos músculos y para el cerebro, esto es señal de estrés", apunta. Al final, incorporar este gesto contribuye a provocar estrés crónico, sostiene.

"Cuando relajamos el músculo en el entrecejo, eliminamos parte del estrés crónico. Nos sentimos más relajados, más tranquilos y en paz. Y así es como vienen la alegría y otras emociones positivas", indica. La médica y coach de beauty enfatiza que no se trata solo de eliminar arrugas, y que los primeros efectos se notan en el ánimo. "La visión de la vida cambia. Eliminamos este hipertono en la cara donde hay estrés y así la cara se ve más relajada".

Una forma de mantener los labios abundantes -cuyo volumen disminuye con los años hasta transformarse en una línea- es mantenerlos relajados al hablar, sin contraerlos. Son formas de practicar yoga facial simplemente controlando gestos, sin necesidad de hacer ejercicios.

Basta con buscar las dos palabras en YouTube o Instagram para constatar la enorme popularidad que tienen los videos de yoga facial y la gran cantidad de cuentas de especialistas en esta novel disciplina, la mayoría con decenas de miles de seguidores.

Abordaje integral. La cara tiene 57 músculos. Algunos se activan al sonreír, otros al enojarse. Muchos, no obstante, permanecen dormidos, como si no existieran. Es el caso de las mejillas, que naturalmente no se activan. Por eso, con los años se caen y aparece el famoso "efecto bulldog". Sin embargo, los especialistas en yoga facial aseguran que este y otros efectos se pueden prevenir o eliminar mediante ejercicios.

Uno de los principales argumentos de los instructores de esta técnica es que así como existe la gimnasia corporal, también es posible ejercitar los músculos de la cara para eliminar arrugas y mantener la firmeza. A diferencia de los corporales, una ventaja de la gimnasia facial es que no requiere de horas de entrenamiento, ya que los músculos de la cara son mucho más pequeños. Para Ivanova, alcanza con cinco minutos al día o unos 20 semanales.

Tampoco existe un horario ideal para la práctica. "Cuando tenés tiempo. Ese es el mejor momento", sostiene la experta. Ser constante es la clave. Tati Ayurveda sugiere realizar yoga facial después de la ducha. Recomienda lavar la cara y luego realizar los ejercicios. No se requiere de cremas, ya que los dedos y manos deben fijarse firmemente -sin presionar- en distintos puntos para hacer los estiramientos y contracciones.

Después de la gimnasia se puede pasar a los masajes. Para esto, se aconseja utilizar la crema de todos los días o algún aceite natural, como de coco, oliva o almendra. "Si se come, se puede usar", resume la instructora.
Los resultados pueden ser visibles de inmediato, aunque eso depende del objetivo. En general, como enseguida mejora el flujo sanguíneo, lo primero en cambiar es el color y brillo de la piel. A las tres semanas empiezan a notarse los cambios en otras partes, como las bolsas de los ojos y el entrecejo.

Para Ivanova, la gimnasia facial es especialmente efectiva entre los 25 y 35 años. "Si queremos disminuir los cachetes, levantar un poquito los pómulos, si queremos un color de piel más brillante, a esa edad la gimnasia funciona superbién", dice. En mayores de 35 es recomendable incluir masajes.

El yoga facial abarca no solamente el rostro, sino también otras zonas que mejoran su condición, como el cuello y la cabeza. Por ejemplo, los especialistas sostienen que la juventud de la cara depende en buena medida de la condición de la membrana que cubre la parte superior del cráneo (aponeurosis epicraneal), que está debajo del cuero cabelludo. Con el tiempo, esas telas se pegan entre sí e interrumpen el intercambio de líquidos, lo que genera hinchazón en toda la parte superior de la cara (alrededor de los ojos). La coach publicó en su Instagram un simple ejercicio para conocer el estado de la aponeurosis: tomar el cuero cabelludo con los cinco dedos e intentar moverlo en diferentes direcciones. Si está en buen estado, no dolerá. Si se siente molestia, será necesario hacer masajes.

Zona gris. Los dermatólogos, a escala mundial, no están ajenos a la tendencia. En 2018, un grupo de la Universidad de Northwestern (Chicago) realizó un estudio con el objetivo de arrojar alguna evidencia sobre la supuesta efectividad de practicar yoga facial. Pidieron a Gary Sikorski, creador del programa Happy Face Yoga, que elaborara una rutina de 32 ejercicios para los músculos del rostro y cuello, reclutaron 27 mujeres de entre 40 y 65 años y les tomaron fotos. La consigna era realizar estos ejercicios durante ocho semanas. Luego, vieron las fotos y consultaron a las participantes acerca de su satisfacción con la técnica. Las conclusiones fueron variadas: mientras que ellas mostraron entusiasmo y dijeron notar mejoras en casi todos sus rasgos, los dermatólogos fueron bastante más prudentes. Observaron "mejoras significativas" en la redondez de las mejillas de las mujeres, una ligera mejoría en las bolsas debajo de los ojos, pero cambios muy poco notables en las demás partes del rostro y cuello. De todas formas, los médicos les estimaron unos tres años menos de edad a las mujeres luego de realizar el programa de ejercicios.

Si se comprueban los beneficios del yoga facial, ¿competiría con la cosmética y otros tratamientos? La CEO de la marca de cosmética uruguaya The Chemist Look, Florencia Jinchuk, cree que hasta ahora el yoga facial es un tema que cae dentro de una zona gris: no hay evidencia científica sólida a favor ni tampoco que demuestre que no funciona. "Cuando vamos a la ciencia, que es lo que hacemos en Chemist, vemos que no hay estudios de buena calidad. Los que hay son con muestras muy pequeñas y con personas entusiasmadas sobre el yoga facial", apunta.

Considera que hasta el momento no se posiciona como una opción de antiage si lo que se busca es reducir arrugas. "Para el que busca efectividad, nuestro consejo es que vaya a lo que tiene más respaldo científico, lo que está demostrado que efectivamente va a mejorar la apariencia de líneas de expresión y composición de la piel". De todas formas, destaca que la muestra del estudio de la Universidad de Northwestern haya quedado satisfecha con la técnica. "Es raro, porque no tiene sustento científico pero a la gente le gusta. ¿Será porque la gente se hace treinta minutos para estar frente al espejo, dedicándose al autocuidado? ¿Será por el efecto
en las arrugas? No está muy claro. Estas cosas que caen en zona gris lo que tienen es que el que no las quiere hacer, no tiene que forzarse, porque no hay evidencia para hacerlo, pero el que lo quiere hacer, tampoco hay evidencia para decirle que no lo haga, y la gente queda contenta", sostiene.

Otras técnicas. Aunque las seguidoras del yoga facial sean en su mayoría mujeres, también existen ejercicios para la cara que despiertan especial interés entre los hombres. Es el caso del mewing, una técnica que cobró popularidad cuando fue publicada por el ortodoncista británico Mike Mew en su cuenta de YouTube. Sirve para lograr una mandíbula más afilada y desarrollada, reducir la papada, respirar mejor y alinear los dientes. El ejercicio es simple: unir los labios, alinear los arcos dentales y aplanar la lengua contra el paladar. Existen cientos de videos explicativos sobre cómo hacerlo.

La medicina tradicional china también cuenta con varios métodos para lograr un rostro más saludable y con mejor apariencia. La terapeuta de medicina tradicional china y directora de la clínica Shang Xing, Lilián Amedrano, mencionó a Galería algunos de ellos, como los de chikung, guasha y la danza japonesa buto. El chikung consiste en realizar automasajes para mejorar la circulación sanguínea, prevenir las arrugas y eliminar signos de fatiga. Hay ejercicios de calentamiento (como frotar enérgicamente la frente) y otros de imposición de manos.

"Nos hacemos chikung en el rostro con la intención de movilizar la energía de la zona, a medida que movés el chi (energía) estás revitalizando, depurando, hacés circular energía y cuando circula energía circula sangre. Por tanto depura, oxigena y repara", sostiene. Los mismos efectos se pueden lograr a través del guasha, que se realiza con espátulas, resina o jade. Consiste en frotar la espátula en determinados sentidos y zonas para lograr el movimiento de energía. "Es mucho más específico porque en los lugares donde la elastina y colágeno se separaron, con la espátula podés ir moviendo el colágeno y se van rellenando las arrugas, además de revitalizar el rostro y hacer que se recupere la lozanía", indica la terapeuta.

La danza buto, en tanto, es un baile que trabaja con la gestualidad y el movimiento de los músculos de la cara. "Cuando diversificás los movimientos, potenciás la movida de elastina y colágeno para lugares que habitualmente no se utilizan y van quedando vacíos o desvitalizados", concluye Amedrano.

Cinco ejercicios faciales

Pómulos
Ocultar los dientes con los labios y colocar la boca como si se fuera a pronunciar la letra O. Colocar los dedos índice en forma vertical a ambos costados de la nariz. Luego, intentar sonreír de la forma más amplia posible mientras se mantienen los dientes ocultos. Hay que tratar de que los ojos no se arruguen. Sirve para tonificar las mejillas y reducir las líneas finas alrededor de la boca. Puede repetirse unas seis veces.

Ojos
Fijar el índice en la zona de las cejas y el pulgar debajo de los párpados. Una vez que estén apoyados de forma firme, intentar cerrar los ojos, sin llegar a cerrarlos por completo. Hacer tres repeticiones de 10 veces cada una.

Labios
Llevar los labios hacia adelante (como si quisiera hacerse boca de pato). En esa posición, empezando desde un extremo, tomar ambos labios con el pulgar e índice e ir presionando suavemente hasta llegar al otro extremo de los labios. Este ejercicio sirve para aumentar su volumen.

Frente
Para relajar la frente y eliminar las arrugas del entrecejo, cerrar los puños y colocarlos verticalmente en el centro de la frente. Luego, ir deslizándolos hacia las sienes, presionando ligeramente.

Pliegues nasolabiales

Recorrer con la lengua la parte interior de los labios tres veces. Repetirlo en la dirección opuesta. Este ejercicio ayuda a suavizar los pliegues nasolabiales y las líneas alrededor de la boca.