A la expectativa de un verano diferente, más de una decena de emprendedores gastronómicos se instalan este año con propuestas originales desde Punta Ballena hasta Santa Isabel de La Pedrera
A la expectativa de un verano diferente, más de una decena de emprendedores gastronómicos se instalan este año con propuestas originales desde Punta Ballena hasta Santa Isabel de La Pedrera
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa apuesta es incierta, pero no por ello menos alentadora. Más de una decena de empresarios de todas partes del mundo abrirán este año cafeterías, restaurantes y bares en las costa uruguaya. El objetivo será tentar a los locales con ofertas originales y divertidas. Muy apoyados por los programas de beneficios de las tarjetas de crédito, cocineros, baristas, bartenders y panaderos esperarán a los veraneantes con mucha esperanza, y en su mayoría solo con reserva previa.
SIERRA DE MALDONADO
Cantina Mataojo. Un viejo molino reciclado por el diseñador de interiores y ambientador Aaron Hojman en Abra de Perdomo (el eje entre Punta Ballena y Pueblo Edén), en la sierra de Maldonado, oficia de locación para una nueva puesta en escena culinaria montada por Vika Esquivel (ex Canteen y Campoair en Garzón), el Vasco Echevarría (de Obrador en Montevideo) y Lucrezia Montes De Oca (ex Amorín en Montevideo y Fuegos de Apalta en Chile). Cantina Mataojo es un club social con tienda de alimentos, un lugar de encuentro. Además, hay un espacio de galería para artistas emergentes y una tienda con una selección de textiles de Quiroga-Quiroga.
Este es un espacio abierto, rodeado de monte nativo y amplios patios exteriores al que se puede pasar a picar raciones o tomar tragos, de forma relajada, y así para pasar la tarde.
PUNTA BALLENA
Casa Oliva. El barista Charlie Woodfine y Martina Alonso se instalaron este año en Punta Ballena, primero con una feria de productos locales, y ahora con Café Oliva. Allí tienen una huerta, una tienda con alimentos seleccionados, una cafetería y un restaurante. "Queremos que sea como un parador en la ruta", cuenta Martina. Ella tuvo hasta este verano el restaurante Lussich en el camino del Arboretum.
Este nuevo espacio es un gran jardín para jugar y distenderse. Al mediodía ofrecen milanesas, sándwiches, tartas y pesca. Durante el día, además, hay un mostrador con cosas dulces como rolls de canela o pastafrola de arazá. Para la noche, la propuesta se parece a Lussich, con platitos y platos del día cocidos en la parrilla y horno de barro, todo servido al fresco.
PUNTA DEL ESTE
Porto 5. Juan Diego San Martín, del restaurante y chocolatería Late Chocolate, tomó Porto 5 para convertirlo en un parador de sushi y barra de tragos. Y, más allá de la importante apuesta gastronómica, lo que más llama la atención es la renovada escenografía, en un espacio moderno, de diseño contemporáneo.
Desde la cocina, el sushiman peruano Yuri Lara -que formó parte del equipo de Danny Sadi otros veranos- es quien elabora el sushi. Además, en la cocina montaron un Josper, un horno especial a carbón, donde prepararán carnes y pescados. A la barra de tragos de autor la acompaña una tentadora carta de vinos.
El Abasto. Analía López e Ignacio Coore cambiaron su vida el 3 de octubre, cuando dejaron la docencia y la industria de la indumentaria para dedicarse a la gastronomía. En un local de Pedragosa Sierra abrieron El Abasto Bakery Almacén, un espacio de compras con productos artesanales que no se encuentran en grandes superficies, y una panadería. Allí, además, cuentan con algunas mesas adentro y otras afuera, en las que disfrutar de un pain au chocolat, un croissant, un roll de canela o un sándwich preparado en el momento con la misma charcutería que cuelga desde el techo, encima del mostrador. Para beber, ofrecen vermú tirado de Rooster y vino tannat de Nakal, una nueva marca de vinos elaborada por el enólogo Santiago Degásperi (ex Varela Zarranz y actual Bodega Oceánica José Ignacio).
Shark Club. En un año de cambios, la cocinera y empresaria gastronómica Elena Tejeira apuesta a Shark Club, un nuevo restaurante en la Parada 3 de la Mansa. Esta será la primera temporada de la chef en un espacio de estas características. Desde el menú busca dar tranquilidad a los comensales con platos conocidos, como un ojo de bife, un lomo o una entrada de salmón que combina distintas técnicas de cocción, elaborado en el lugar. Además, sirven sushi.
La técnica culinaria detrás de su servicio de catering ayuda a Tejeira a servir las carnes siempre en su punto justo y a proponer platos que gustan a la mayoría. Para acompañar su propuesta, cuenta con la ayuda del sommelier Ciro Araújo -ex restaurante St Tropez en Enjoy-, quien cuida de una copiosa cava montada por Vinos del Mundo.
Box Garden. El 5 de diciembre, en lo que era la legendaria casa de decoración de Tini de Bucourt, en Punta del Este, abrió Box Garden. Este nuevo concepto de pop up mall fue fundado por cuatro aventureros locales que, a pesar de la coyuntura, apostaron al balneario. Allí, albergan a emprendedores gastronómicos en la planta baja, y encima se encuentran locales de diseño y barberías, entre otros
De la antigua casa quedó solo la fachada, pues dentro se distribuyen contenedores marítimos que ofician de locales, en un ambiente más industrial. De las propuestas más conocidas están MBC y Gallagher's, pero también se sumaron el Horno de Juan y Gelato Factory. En este nuevo espacio hay una amplia variedad de comidas, como para disfrutar en familia o con amigos, con jugos, sándwiches y sushi.
LA BARRA
Boar. Clement Bondoux y el cocinero Sebastián Artola (chef de La Bourgogne) abrieron las puertas de su cervecería Boar. Este producto artesanal se encuentra desde hace tiempo en restaurantes y almacenes gourmet. Por ejemplo, su cerveza aromatizada con cardamomo es de las más buscadas.
Ubicado en El Tesoro, en La Barra, Boar es un simpático jardín en el que sirven cervezas y una amplia selección de productos locales como charcutería, embutidos, panes y quesos artesanales. Además, preparan algunos vegetales como berenjenas con miel, morrón y canela, pepinos en pickles y hummus.
El Brunch. Al cocinero Patrick Parnas (ex Rumba y Hoy Te Quiero), el productor argentino Luciano Levington y su pareja, el también cocinero Alan Zirlinger, los juntó la pandemia en Punta del Este. Y los impulsó a emprender juntos creando un espacio que sirve brunch durante todo el día.
La carta ofrece pequeños platos, huevos, sándwiches, bowls, dulces y panadería. Especial atención merece el bao bun (pan bao cocinado al vapor relleno de bondiola de cerdo pickles de pepino y cilantro), el sándwich de huevos revueltos en pan jalá y el croissant con queso Brie, cherrys asados y chutney de tomate. El local cuenta con un gran deck con vista al lago desde donde se ve la caída del sol, y al fondo, un hermoso patio.
Toledo Bar de Tapas. El cocinero Gastón Blundell y su socio Francisco Beramendi, propietarios de uno de los mejores restaurantes de Ciudad Vieja, abrieron su primera franquicia en el Este. El nuevo restaurante se encuentra dentro del Kaya Center, un emprendimiento comercial de gran inversión que alberga una tienda de productos canábicos. Allí, la dupla oficia como asesores gastronómicos y ofrecen 20 tapas seleccionadas de su historia.
El local dobla con creces su capacidad en Montevideo, pues puede albergar hasta 120 personas y cuenta con una amplia terraza.
Del menú se destacan los clásicos: tortilla de papas, huevos rotos, el pan con tomate, la merluza negra y la causa de salmón, por ejemplo. Además, sumaron a la propuesta una completa barra de coctelería.
MANANTIALES
Macoco. Juan Peralta Ramos, conocido cocinero argentino de fuegos instalado en Balneario Buenos Aires hace dos años, este verano deja su casa y restaurante a puertas cerradas para abrir Macoco, junto a su primo Felipe Sanguinetti y la mujer de este, Ithaka Roddam, de origen inglés. Instalado en una casa de los 60 al final de Manantiales, entre galerías de arte, Peralta explica: "Yo tengo una cocina masculina, de fuegos, e Ithaka la femenina, de ensaladas, mucho más fresca". Juntos, ofrecerán un menú de productos locales, con carnes de pasturas criadas en la zona, pesca local y mejillones, entre otros. Abiertos al mediodía y por la noche proponen almuerzos relajados y cenas más formales con el horno de barro y parrillero uruguayo encendidos.
JOSÉ IGNACIO
Rizoma. Este nuevo emprendimiento en La Juanita, todo construido en madera, conjuga libros, café, cerámicas y hotel. La librería propone una importante selección de ensayos, narrativa, poesía, literatura infantil y juvenil, filosofía, género, gastronomía y arte, entre otros. Las bibliotecas van de piso a techo y acaparan la atención en la nave central.
En cuanto al café, ofrece desayunos, almuerzos y meriendas. En la tarde también propone picadas para el regreso de la playa y dos noches a la semana extenderá el horario hasta la medianoche, con una propuesta especial para cenar. En este mismo edificio funciona el taller de la artista plástica argentina Marcela Jacob, y las piezas y esculturas están expuestas en la galería de arte.
Posada Ayana. En una nueva construcción dentro del pueblo de José Ignacio, la familia Kofler llegó de Viena, Austria, para instalar un hotel con vista a la playa Mansa. Enamorados del pueblo, Edda, Robert, Felice y Koko apostaron a quedarse y montar allí un nuevo negocio.
En el camino buscaron cómo proveerse de productos locales. Así llegaron a ceramistas, productores de textiles y cremas, entre otros. Desde su mirada, esta nueva posada apuesta a poner en valor lo nacional. La gastronomía no es una excepción, pero el espíritu es más internacional; abrirán sus puertas al público externo solo algunos días y con propuestas especiales. Por ejemplo, los martes hay tacos al mediodía; miércoles y jueves sirven cócteles al atardecer a partir de las 19.30 horas; y los fines de semana, además, ofrecen brunch.
LA PEDRERA
Cuarzo. En el jardín de su casa, en el bosque de Santa Isabel de La Pedrera, la cocinera Coco Gandini y su pareja, Gonzalo Zás, administrador de empresas, montaron un restaurante que abre solo por la noche. "Queremos brindar intimidad", cuenta Gandini a Galería. Todo en este espacio fue hecho por sus dueños y cuenta su historia.
En el menú, esta chef que es conocida por su trabajo en el Jockey Club de Montevideo, elabora pequeños platos a partir de vegetales y frutos del mar, como para poder probar un poco de todo. Los productos llegan de su propia huerta y de gente de la zona, por lo que la carta cambia según la disponibilidad. Por ejemplo, puede haber fainá con babaganoush, tofu tikka masala, empanadas de humita y queso cuartirolo, croquetas de cebolla caramelizada, almejas Palmares de La Coronilla y tiraditos.