El restaurante funciona en Manantiales desde 2009, y busca trasladar la misma esencia en esta primera sucursal fuera de Maldonado.
El restaurante funciona en Manantiales desde 2009, y busca trasladar la misma esencia en esta primera sucursal fuera de Maldonado.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa brisa atlántica acaricia, el aroma a océano envuelve la sala y se concentra en cada bocado en la mesa. Esta es la sensación que se genera en el Restaurante Fishmarket, que funciona en Manantiales desde 2009. Y es, justamente, la esencia que sus dueños buscan trasladar a su primera sucursal fuera de Maldonado. Instalados hace un mes y medio en Carrasco, Bruno y Camila Cordone y Nicolás Palacios, sienten que este barrio es la Punta del Este de Montevideo, y por eso lo eligieron.
Con una puesta en escena más formal, en su versión urbana, con casi el doble de capacidad, Fishmarket mantuvo del Este su carta original, con pocas variaciones. Allí está su célebre sándwich de pejerrey apanado y frito en un pan de viena, con el clásico ketchup ligeramente especiado con comino, el pulpo al hierro y al olivo, las variadas ensaladas, el nigiri de pesca fresca, tiraditos y sashimi. Como en Manantiales, salvo por los platos de pescados, la carta de este restaurante es casi vegetariana.
Del menú, según contó Camila, solo cambiaron la sopa fría por caldo, el gazpacho por un ramen (caldo típico japonés, calórico), el sándwich de lomo por la hamburguesa Big Sur (de carne con queso y cebolla caramelizada acompañada con papas) y agregaron buñuelos de espinaca. Esto fue lo primero que probó la mesa de dos de galería al visitar el restaurante un movido mediodía de fin de semana. Hechos con espinaca, cebolla y poco condimento más, los buñuelos son suculentos en verdura y generosos en tamaño, poco huevo, poca harina, crocantes por fuera y cremosos en el centro.
Para completar el almuerzo, los comensales esperaron con paciencia, sentados en la barra de mármol que recorre casi todo el ancho del restaurante, un pulpo al olivo y el sándwich de pejerrey.
El primer plato es una versión libre del clásico plato peruano en el que se combina pulpo con una mayonesa de aceitunas negras. En este caso, es un tiradito con olivas en polvo. Estas preparaciones se acompañaron con una copa de Bodegones del Sur sauvignon blanc, una de las 80 etiquetas de vinos uruguayos, argentinos e internacionales disponibles en la carta. "La elección de los vinos fue nuestra, probamos cada uno con los platos para tener una carta bien pensada", agregó. Al igual que en Manantiales, la cocina y la carta de bebidas de Montevideo se armó de manera caprichosa, con lo que les gusta tomar y comer a sus propietarios.
Esta personalización también se dio en la puesta en escena del restaurante, e incluso en la proveeduría necesaria de pesca de Punta del Este, a falta de disponibilidad en Montevideo. Con este ingrediente preparan además empanada gallega, sándwich de lenguado, sardinas marinadas, cebiche, y tienen una amplia oferta de sushi.
Respecto a la nueva ubicación, Camila comentó a galería: "Comenzamos la búsqueda de locales hace años. Primero pensamos en Puerto Madero, en Buenos Aires, pero era demasiado urbano. Después buscamos en Punta del Este, pero era otro restaurante de temporada. Finalmente, hace cuatro años, llegamos a Carrasco. En ese momento el local era la mitad, porque estaba La Madriguera Café al lado, pero después de que se fueron nos quedamos con todo el espacio". Los Cordone y Palacios, que también tienen la pizzería No me Olvides en Manantiales, se tomaron su tiempo para rediseñar el emprendimiento, eligieron los muebles y los elementos de decoración. "Nosotros elegimos todo, estamos encima de todo. Yo viajo todos los días desde Punta del Este para estar en el restaurante", contó.
Además de las diferencias obvias respecto al cambio de escenario y disposición del espacio, este Fishmarket no tiene pescadería. En su lugar, los dueños se propusieron apostar a una gran barra de tragos, a generar un espacio de encuentro también desde la coctelería. "Queríamos dar la impresión de bar viejo, la música más alta, una oferta de tragos grande, que se pueda ir insertando", comentó Camila.
Del menú, lo que más sorprendió a la mesa de galería fue el postre: un mullman. Este es un helado de palta casero, con ese toque de sabor a banana verde que puede llegar a tener la palta, servido sobre una base de avena crocante, acompañado de miel, pistachos y salsa de frutillas. Para volver y repetir.
TIPS
- Tenga paciencia, a un restaurante le toma alrededor de cuatro meses asentarse: que los mozos (80% del plantel es nuevo) conozcan la carta y la cocina agarre ritmo.
- Anímese a probar los tragos.
Cambara 1614. Teléfono 2605 5480. Martes a sábado de 12 a 16 h y de 20 h hasta la medianoche. Domingo de 12 a 16 h. Precio promedio por persona: 800 pesos.
Por los buñuelos, el pulpo al olivo, el sándwich de pejerrey, más el mullman, dos copas de vino y agua, galería pagó 1.695 pesos.