Tiempo después de casarse, las parejas continúan fortaleciéndose y planificando nuevos proyectos en conjunto. Galería habló con cuatro matrimonios que viven sus bodas de papel y de algodón para contar sobre sus vidas después de dar el sí
Tiempo después de casarse, las parejas continúan fortaleciéndose y planificando nuevos proyectos en conjunto. Galería habló con cuatro matrimonios que viven sus bodas de papel y de algodón para contar sobre sus vidas después de dar el sí
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáElbio Andrés Duro y Helen Bernatzky
La ceremonia en la iglesia San Juan Bautista selló la unión de estos jóvenes que, el miércoles 17 de agosto de 2019, decidieron emprender una vida juntos. "La ceremonia religiosa cobró un sentido extraordinario para nosotros. Que se diera esa unión ante Dios fue un momento super lindo e importante", recuerda la pareja.
A casi un año de aquella noche inolvidable, Elbio Andrés Duro y Helen Bernatzky llevan una vida de casados que disfrutan y agradecen día a día. "Estamos muy contentos. Ha sido una experiencia, porque nosotros no convivimos antes de casarnos.
Entonces, ha sido todo nuevo y nos hemos dispuesto a aprender uno de otro", comenta Helen, quien reconoce que los primeros meses de cuarentena han favorecido a que la pareja compartiera actividades cotidianas como la cocina, el deporte o el trabajo. "Compartimos de manera más intensa el estar juntos. Es una experiencia nueva. Si bien en esencia es lo mismo, en la práctica cambia la dinámica, el hecho de vernos todo el tiempo es genial. Yo lo disfruto un montón", cuenta Helen.
Foto: Lucía Durán
Otra cosa que cambió para Helen fue su relación con los animales gracias a la llegada de Otto. "Mi esposo es muy fanático de los animales, le encantan. Él siempre tuvo perros y yo nunca. Si bien en el campo de mi abuela había perros, nunca estaban adentro. Al momento de la convivencia con Otto, no me hacía a la idea de que él estuviera dentro de la casa. Y ahora tengo una relación impresionante con nuestro perro. Es divino y lo amo", cuenta Helen. Fue así que Otto se convirtió en uno más de la familia. "Lo disfrutamos un montón, salimos a pasear con él y nos acompaña".
Entre los proyectos de la pareja está el tener hijos para agrandar la familia. Pero en sus planes más inmediatos está la visita a la familia en Estados Unidos, una vez que se normalicen los viajes. "Mis dos hermanas viven en Estados Unidos y queríamos ir a fin de año a pasar las fiestas allá. Con todo este tema del coronavirus estamos medio paralizados. Pero en principio nos gustaría ir", concluye Helen.
Eduardo Blengio y Sofía Brum
Cuando en diciembre de 2008 Sofía y Eduardo comenzaron una relación no se imaginaban lo que el destino les depararía 11 años después, cuando el 23 de agosto de 2019 decidieron contraer matrimonio en la parroquia Stella Maris. A unas semanas de cumplir un año como esposos, disfrutan de una vida de casados que definen como espectacular. "Nos divertimos un montón y somos muy compañeros", aseguran.
La pareja, que está radicada en Madrid, cuenta que si bien su relación no cambió tanto, hay muchas actividades que al estar casados disfrutan y comparten con frecuencia. "No habíamos vivido juntos ni viajado solos antes de casarnos, así que fue todo nuevo. Al estar juntos pasamos a tener mucha más confianza con la convivencia y a estar siempre pendiente del otro primero", explica Sofía. Radicarse en Europa era uno de los planes que la pareja había evaluado antes de casarse y lo concretaron tres meses después de la boda. Estar viviendo en España les genera además la percepción de "estar de viaje", y eso les permite disfrutar al máximo su primer año de casados.
Si bien los planes a futuro se vieron un tanto paralizados por la pandemia, la pareja tiene pensado venir a Uruguay a fin de año para pasar las fiestas junto a su familia.
Más allá de lo que el destino les depare y pese a estar a varios miles de kilómetros de distancia de sus raíces, Sofía recuerda con muchísimo cariño el afecto que recibió de sus familiares y amigos los días previos a su boda y la forma en que disfrutó cada uno de los preparativos, así como el día en que celebraron un nuevo comienzo juntos.
Daniel Garat y Sofía Inciarte
Sofía y Daniel tienen una vida laboral muy dinámica y sin horarios fijo, pero, aun así, siempre encuentran el momento para acompañarse. La pareja, que normalmente disfruta de salir a comer y tomar algo y hacer planes con familiares y amigos, aprovechó la cuarentena para pasar más tiempo juntos. "Lo disfrutamos pila. Nos compramos una huerta, hicimos la resiembra, realizamos algunos cambios en la casa y de a poco la vamos terminando de armar", cuenta Sofía.
Foto: Lucía Durán
Los jóvenes, que contrajeron matrimonio el 16 de marzo de 2019 en la parroquia San José de la Montaña seis años después de conocerse en una Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, no habían vivido juntos y consideran la convivencia un gran desafío: "La vamos trabajando juntos día a día, aprendiendo mucho. Intentamos dividir tareas y gastos, pero coincidimos en que los quehaceres no deben convertirse en un problema de pareja", cuentan.
Tanto Sofía como Daniel son integrantes de familias numerosas y en un principio les costó acostumbrarse a la
tranquilidad de ser solo dos. Tampoco les fue fácil encontrar sus espacios individuales dentro del hogar y entender las costumbres y "manías" del otro; "son cosas que con el tiempo fuimos hablando. La verdad es que nos divertimos mucho juntos, disfrutamos de tener nuestro lugar, invitar a nuestros amigos", cuentan.
El joven matrimonio que en el 2019 disfrutó su luna de miel en Morro de San Pablo y en la isla Boipeba aún no tiene hijos y por el momento tiene otros proyectos en mente. "Teníamos un viaje, pero dada la pandemia lo postergamos. Nos gustaría viajar un poco más antes de tener hijos", dicen; "estamos evaluando una oportunidad de mudarnos a otra casa y siempre estamos con algún proyecto en la cabeza", aseguran.
Federico Arias y Virginia Varela
Uno de los sueños de la vida de Virginia era casarse, y el viernes 21 de setiembre de 2018 se volvió realidad. La propuesta de compartir la vida juntos llegó de parte de Federico en 2017 y la entonces novia no dudó en dar el sí.
La pareja venía conviviendo y relacionándose muy bien desde hacía tres años, por lo que la boda fue una reconfirmación del amor pero no dio un gran giro en la relación. "Ya teníamos un compromiso desde que nos conocimos, y aprendimos mucho de cada uno con la convivencia", explican Virginia y Federico, que dieron el paso impulsados también por el ejemplo de sus respectivos padres, con matrimonios de muchos años.
Foto: Mauricio Rodríguez
Cuando recién se casaron, los novios no planeaban tener hijos rápidamente, porque su proyecto y aspiración más cercana era tener su casa propia. Hoy, ya instalados en su hogar, Virginia y Federico ya se sienten preparados para agrandar la familia.
El matrimonio recuerda su boda con mucha emoción y cariño: "Comimos, bailamos y pasamos una noche inolvidable. La ceremonia fue al aire libre en una noche de primavera; llevamos a El Gucci y el cierre fue muy divertido", rememora la pareja. También atesoran recuerdos únicos de su luna de miel, en la que visitaron varios lugares de Estados Unidos: Miami, Boston, Cataratas del Niágara y Nueva York.
La pareja confiesa que el aislamiento que se dio en este último tiempo a causa de la pandemia fortaleció aún más su relación. "Pasamos más tiempo en casa juntos, compartimos más cosas, nos supimos entender y respetar los tiempos de cada uno", asegura Virginia.