Punta del Este es sinónimo de disfrute playero, y este verano no fue la excepción. Con un clima que acompaña, de Solanas a José Ignacio, las playas del balneario están repletas desde la mañana hasta la noche.
Punta del Este es sinónimo de disfrute playero, y este verano no fue la excepción. Con un clima que acompaña, de Solanas a José Ignacio, las playas del balneario están repletas desde la mañana hasta la noche.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn ellas, cada quien elige disfrutar a su manera: entre mates y picadas, con mascotas o haciendo castillos de arena con los más chicos de la familia, practicando surf u otros deportes acuáticos, jugando al fútbol o a la paleta, leyendo, durmiendo la siesta o simplemente charlando y tomando sol (algo que cada vez se hace con más conciencia y cuidado).
La música llega a las playas con afters y conciertos que transforman las diferentes playas en escenarios y hacen que las tardes se extiendan más allá de la puesta del sol.
Las largas jornadas de playa llevan a que los restaurantes y paradores reciban gente para almorzar hasta casi las 17 horas. La tardía subida de la playa hace que el balneario vibre hasta altas horas de la madrugada, con espectáculos y fiestas para todos los gustos. Al otro día, se repite la historia: todos de nuevo a la playa.
Fotos: Mauricio Rodríguez