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Rafael Alonso y Paulina Muñoz se casaron en Punta del Este entre risas y emoción
La entrega de los anillos fue el momento más tierno de la ceremonia religiosa.
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Paulina Muñoz ingresó a la iglesia con su padre Daniel.
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Dolores y Dominique Boismenu con Tito Loza, Josefina Boismenu y Magdalena D’Elía
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Felipe Arancibia y Cecilia Palenga
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Clara Álvarez y Nicolás Muscio
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Nicolás Henderson y María Inés Alonso con Justino, Manuel y Félix Henderson
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Guillermo Ortiz de Taranco y María Inés Oholeguy
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Paulina Maraffi, Pilar Lugaro y Juana Echeguía
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Santiago Bayce, Manuela Muñoz, la madre de la novia Lucía Boismenu y Elisa Muñoz
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Santiago Muñoz, María Eugenia Fernández y Juan Martín Romaniello
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Los padres del novio Rafael Alonso y Cristina Gerla
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Nicolás Branáa con Martina Alonso
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Soledad Giró y Jorge Castro
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Joaquín López, Eugenio Plottier, Manuel Heslop, Julio Reolon y Carlos Grillo
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Paulina Muñoz y Rafael Alonso
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Para Paulina Muñoz (abogada, 24 años) era una noche común y corriente de salida con amigas a un boliche del Parque Rodó. Hasta que se cruzó con Rafael Alonso (ingeniero, 28 años), a quien todos conocen como Pepe, que la conquistó inmediatamente con su simpatía contagiosa.
Esta historia data del 2018, año en que comenzaron a forjar una historia de amor. Tras años de noviazgo, Pepe juntó coraje y le propuso matrimonio en medio del parque natural de Estados Unidos Joshua Tree, en un viaje que realizaron en marzo de 2023.
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Ni bien Paulina contestó que “sí” y tras unos días de euforia, se pusieron a planificar el casamiento, que celebraron por civil el 15 de diciembre de ese año con una fiesta íntima para familiares y amigos cercanos.
Pero el momento más deseado se hizo esperar hasta este 2 de marzo, cuando sellaron su amor en el Santuario de la Divina Misericordia, en Punta del Este, donde el diácono Damián Velázquez ofició una ceremonia emotiva pero a la vez plagada de humor.
La novia lució un vestido de Laura Sorhuet, inspirado en la foto de una novia española. “Cuando vi esa foto, me enamoré de la sencillez y elegancia del vestido. Había visto solo una foto y meses después me contacté con la novia para que me cuente todos los detalles del vestido. El trabajo de Laura hizo que el vestido quede aún mejor que la inspiración”, contó Paulina.
“El tocado lo hizo Macarena Cancela, con una tela traída de Italia. La idea del tocado era darle un toque más rústico y descontracturado al look, para que combine con el lugar de celebración”, agregó.
El maquillaje estuvo a cargo de Majo Seré, directora de Bambi Make Up, y el peinado lo elaboró Diego Alfonso.
Los padrinos del novio fueron Rafael Alonso y Cristina Gerla, mientras que Daniel Muñoz y Lucía Guynot de Boismenu fueron los padrinos por parte de la novia.
Las lecturas en la iglesia corrieron por cuenta de Carlos Grillo, Elisa Muñoz, Santiago Muñoz, Martina Alonso, Matias Eisler, Clara Long, Manuela Muñoz, Nicolás Damiani y Nicolás Henderson.
La ceremonia estuvo ambientada por el coro Sal y Luz, que integra una amiga de Paulina. “El coro se lució en la ceremonia religiosa y logró recrear a la perfección la canción elegida por nosotros para culminar la celebración: This must be the place”, expresó Paulina.
El momento más esperado por todos llegó sobre las 18:30 horas, cuando el restaurante y beach club Imarangatú recibió a los invitados con su propuesta gastronómica y una fiesta que duró hasta las cuatro de la madrugada.
“La fecha la elegimos en base al lugar porque creímos que era la fecha ideal para disfrutar de toda la propuesta que ofrece Imarangatú. La temperatura fue ideal para disfrutar del lugar y de una escapada en el Este. A la vez, el atardecer que desde allí se aprecia hace que el casamiento sea inolvidable”, explicó la novia.
Por más que el atardecer estuvo en duda hasta último momento por una tormenta eléctrica que azotó a todo el país, el cielo se despejó en la tarde y la caída del sol superó todas las expectativas.
La aventura de Paulina y Pepe recién comienza. Los novios, que descansaron en José Ignacio, prevén una luna de miel en el sudeste asiático.