Un homenaje al periodista y crítico de cine Homero Alsina Thevenet

“Si bien conocí a Homero ya en sus ochenta y algo de años, seguía manteniendo, de todos modos, una manera muy ágil y resolutiva de encarar las cosas, de moverse, de conversar con sus frases rápidas y precisas, su lógica demoledora, su extraordinaria memoria y un sentido del humor muy a la inglesa, ingenioso, muy cultor de la paradoja”, dijo Blanco a Galería. “Recuerdo, en ese sentido, una frase que, invariablemente, lanzaba a algunos de esos colaboradores que, siendo también sus amigos, lo visitaban cada viernes (tradicionalmente el día de publicación de El País Cultural) para leer y comentar el número, conversar un rato, y por qué no, quedarse a tomar el té que Homero personalmente se ocupaba de preparar y servir para todos (que podía ir acompañado o no de masitas). Y lo que Homero solía decir, con fraterna picardía, mientras abría la puerta para despedir al visitante era lo siguiente: ‘Hasta luego fulano, y no se olvide de no venir’, librándose así de esos afables ‘cargosos’”.