Con 60 años, en plena batalla contra el Parkinson, Michael J. Fox publica su cuarto libro

Aunque el diagnóstico hace tres décadas lo acabó llevando al alcoholismo, el intérprete -que también ha incursionado en la música, la canción, el dibujo y la escritura- logró recuperarse entonces gracias a su familia, la actriz Tracy Pollan, y sus cuatro hijos, Sam, Schuyler, Aquinnah y Esmé.

En noviembre del año pasado, al presentar su cuarto libro de memorias, No Time Like The Future: An Optimist Considers Mortality (No hay tiempo como el futuro: un optimista considera la mortalidad), anunció un segundo retiro que podría ser el definitivo debido a su delicado estado de salud. "Hay un tiempo para todo, y mi tiempo de trabajar 12 horas al día y memorizar siete páginas del guion ha quedado en el pasado", explicó el canadiense.

"Al menos por ahora entro en un segundo retiro. Eso podría cambiar, porque todo cambia. Pero si esto es el final de mi carrera como actor, que así sea", apuntó quien desde la década de 1990 se ha convertido en uno de los mayores activistas para reclamar más investigación sobre la enfermedad, implicándose incluso en campañas electorales, pero sobre todo desde su fundación, The Michael J. Fox Foundation for Parkinson's Research.

"Mi memoria a corto plazo está destruida. Siempre tuve una gran habilidad real para aprender y memorizar guiones. Sin embargo, en los dos últimos trabajos pasé por situaciones extremas. Tuve grandes dificultades para hacerlo", confesó en una nota con la revista People.

A lo largo de su carrera ha ganado cinco premios Emmy, cuatro Globos de Oro y dos premios del Sindicato de Actores

Optimista incurable. Fox ha encontrado en la escritura su refugio. "Mi manera de tocar la guitarra no es buena. Mi dibujo ya no es bueno, mi baile nunca fue bueno y actuar se está volviendo cada vez más difícil. Así que todo se reduce a escribir. Por suerte, lo disfruto mucho".

Antes de No Time Like The Future: An Optimist Considers Mortality había publicado Lucky Man: A Memoir (2002); Always Looking Up: The Adventures of an Incurable Optimist (2009) y A Funny Thing Happened on the Way to the Future: Twists and Turns and Lessons Learned (2010).

Dos años antes de la publicación del último libro, le encontraron un tumor en la médula espinal que estuvo a punto de acabar con su característico optimismo. "Definitivamente fue mi momento más oscuro", confiesa en sus memorias, en las que cuenta que, después de la intervención, pasó por una larga recuperación en la que tuvo que volver a aprender a caminar.

En 2008, en Toronto, junto a su estrella en la Ceremonia del Paseo de la Fama de Canadá (Foto: EFE, Warren Toda)

La autora de origen iraní Porochista Khakpour, quien tiempo atrás publicó Sick: A memoir, donde relata su doloroso viaje vital con una afección crónica, la enfermedad de Lyme en etapa tardía, escribió una sentida reseña sobre No Time Like The Future: An Optimist Considers Mortality en The Washington Post.

"El libro se une a sus otros trabajos para mostrar el papel que cumple la actitud de cada uno en el relacionamiento con la enfermedad", apuntó Khakpour. "A diferencia de sus otras memorias, aquí no solo nos explica su diagnóstico y los traumas posteriores de vivir públicamente con un trastorno degenerativo. Esa parte ya es bien conocida, y de hecho hay muchos jóvenes que conocen a Fox más por su enfermedad que por su actuación".

Esta vez, aclara Khakpour, la historia se centra en algo más impensable: "Las otras cosas que pueden salir mal con un cuerpo que aún padece una enfermedad devastadora, ya sea solo por el desgaste del envejecimiento u otras aflicciones más graves". En sus memorias, el actor recorre ese camino con humor y profunda introspección, apunta la autora, quien destaca que, en el epílogo, aborda el hecho de que No Time Like The Future fue lanzado en medio de una de las mayores aflicciones de la historia humana hasta la fecha: la pandemia. "Y que nosotros, al igual que Fox, todavía estamos luchando por ver una salida", escribe.
No Time Like The Future salió a la venta en Estados Unidos en noviembre de 2020, el mismo día que se publicaron las memorias del expresidente Barack Obama, conquien comparte la misma edad. Y no le fue nada mal: llegó a estar entre los cinco libros más vendidos.

Estrella adolescente. Fox nació el 9 de junio de 1961 en Edmonton, en la provincia canadiense de Alberta. Hijo de una actriz y un policía, fue bautizado Michael Andrew Fox. Cuando tenía 10 años se trasladó junto con sus padres, sus tres hermanas y su hermano a Vancouver, donde comenzó a actuar siendo un adolescente, debutando en 1978 en la serie Leo and Me, llamando la atención como nueva estrella de la televisión y el cine de Canadá.

En 1979, con 18 años, se estableció en Los Ángeles. Trabajó en el telefilme estadounidense Letters from Frank, donde aparece en los créditos como Michael Fox. Su intención era continuar con ese nombre, pero al intentar registrarse en el Sindicato de Actores de Cine descubrió que ya había otro Michael Fox. No le gustaba ser conocido como Andrew Fox o Andy Fox, así que le agregó la inicial J para su segundo nombre, dijo, en homenaje al comediante Michael J. Pollard.

El primer éxito de Michael J. Fox fue con la serie Family Ties, que protagonizó durante siete temporadas y por la que ganó tres premios Emmy y un Globo de Oro.

Después de intervenir en la serie Lou Grant (1979) debutó en el cine con Midnight Madness (1980), aunque su primer éxito le llegó con la serie Family Ties (1982), que protagonizó durante siete temporadas, y por la que ganó tres premios Emmy en 1986, 1987 y 1988, y un Globo de Oro en 1989, como mejor actor de serie de comedia. En medio de esto participó en otras tantas producciones para televisión, entre ellas The Love Boat (El crucero del amor).

En pleno triunfo televisivo, Fox protagonizó la película de Robert Zemeckis Back to the Future, estrenada en 1985, en la que se mete en la piel de Marty McFly, un joven que viaja accidentalmente a través del tiempo en un automóvil deportivo y acaba en 1955, la época en la que se conocieron sus padres, cambiando de esta forma los acontecimientos del futuro. Lo usual o natural es que los padres guíen a los hijos. En Back to the Future el curso natural de los acontecimientos se tuerce para que sea el hijo, Marty, quien guíe a sus padres, los adolescentes Lorraine (Lea Thompson) y George (Crispin Glover). Marty debe hacerlo, porque de lo contrario él no nacerá. Ese es uno de los varios aspectos fascinantes de este clásico contemporáneo que explora, en pequeña escala, el concepto de "efecto mariposa".

Fox había sido la primera elección de Zemeckis, el director, y del productor Bob Gale para el papel protagónico. En ese entonces, con 24 años, Fox vivía por y para Family Ties y trabajaba todo el día. Así que Gale y Zemeckis convocaron a un intérprete con cierta similitud física y de la misma edad de Fox, Eric Stoltz, que al parecer hizo muy bien su trabajo, aunque, según el director, la faltaba la chispa de frescura y humor que necesitaba el personaje. Seis semanas después, productor y director volvieron a comunicarse con Fox y negociaron cómo hacer la película sin que la estrella abandonara la serie. Le encontraron la vuelta y Stoltz fue reemplazado. Y, por unos meses, Fox trabajó a un ritmo demencial: de día rodaba Family Ties y durante las noches y las madrugadas, Back to the Future.

Fox fue la primera elección del director Robert Zemeckis para interpretar a Marty McFly, el joven que viaja en el tiempo con la ayuda de Doc (Christopher Lloyd) en Back to the Future; la trilogía se volvió un clásico contemporáneo

Al parecer, valió la pena. Las aventuras de Marty McFly junto al Dr. Emmet Brown, conocido como Doc, interpretado por Christopher Lloyd, tuvieron su continuación con dos secuelas, estrenadas en 1989 y en 1990, en las que viajan al año 2015 y a 1885, respectivamente, además de una serie animada de dos temporadas que funcionó como spin off. La trilogía cinematográfica fue todo un fenómeno, que se ha mantenido en el tiempo, a la vista de las celebraciones del 30º aniversario de la primera entrega en 2015.

De izquierda a derecha, el cantante estadounidense Huey Lewis (creador de The Power of Love, canción compuesta y presentada para la exitosa película Back to the Future), Fox, el actor Christopher Lloyd y la actriz Lea Thompson durante la celebración del 30 aniversario de la trilogía dirigida por Zemeckis

Luego vinieron otras películas que reafirmaron su estatus de estrella adolescente, entre ellas Teen Wolf (Muchacho lobo, 1985), The Secret of My Success (El secreto de mi éxito, 1987), Casualties of War (Pecados de guerra, 1989, su incursión en un papel más dramático) y Doc Hollywood (Dr. Hollywood, 1991). Precisamente, filmaba Doc Hollywood cuando notó que un dedo de la mano izquierda se movía sin control. Luego de ver a un médico recibió el diagnóstico: Parkinson. No lo hizo público hasta 1998.