¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
$ Al año*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
$ por 3 meses*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
stopper description + stopper description

Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

Suscribite a Búsqueda
DESDE

UYU

299

/mes*

* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

Diego Fernández: "Me interesa la conducta humana"

Nombre: Diego Parker Fernández • Edad: 49 • Ocupación: Director y productor de cine • Señas particulares: Le dicen Parker por la serie de los 90 Parker Lewis, el ganador, tiene una gata que se llama Casquito, dejó de fumar de un día para el otro
Editora de Galería

Nombre: Diego Parker Fernández • Edad: 49 • Ocupación: Director y productor de cine • Señas particulares: Le dicen Parker por la serie de los 90 Parker Lewis, el ganador, tiene una gata que se llama Casquito, dejó de fumar de un día para el otro

Cuando terminó la facultad se fue a Venezuela y vivió dos años allá. ¿Por qué se fue? Porque quería hacer ficción y acá no había nada en ese entonces. Primero trabajé como periodista y después en un canal de televisión produciendo telenovelas. Fue tremenda escuela de producción y volví con un bagaje de experiencia, sobre todo de rodaje, que poca gente acá tenía. Cada novela son nueve meses de rodaje. Aparte laburaba en exteriores, entonces me curtí muy rápido. Había días que llegábamos con el material para terminar de editar la escena, sabiendo que de noche había tres millones de personas esperando ver eso.

¿Cómo se llamaban las telenovelas? Cambio de piel y Reina de corazones. No tenías que mirar el contenido. Como escuela y estructura de producción industrial era imponente.

El año pasado se cumplieron 20 años del estreno de Nico & Parker, su primer corto, que además ganó varios premios en festivales. El cortometraje retrata a dos jóvenes que esperan a que salga el camión de bomberos. ¿Era un pasatiempo que tenía con sus amigos? Fue una experiencia real llevada a la broma. Una noche de enero de esas que salías a tomar cerveza por ahí, estábamos en esa misma camioneta, que era la de los padres de Manolo (Nieto, codirector), y pasó una camioneta de bomberos y dijimos: “Vamos a seguirla”. En realidad la camioneta llegó al cuartel, no iba a una emergencia, pero ahí estacionamos y empezamos a pensar qué pasaría si nuestro pasatiempo fuera ese. Después le dimos forma para transformar ese chiste en algo real, no solo en un sketch.

Su primera película, Rincón de Darwin, jugaba con la teoría de la evolución, y su segunda película se titula La teoría de los vidrios rotos. ¿Lo atraen las teorías? Más que las teorías me interesa la conducta humana, y eso de salir y vernos un poco de afuera, orbitando; somos unas hormiguitas que se mueven de una forma un poco más compleja que las hormigas, pero no dejamos de ser unos bichitos que interaccionan con el medioambiente y entre nosotros. Me interesa poner un poco en perspectiva cómo somos como personas, cómo nos relacionamos, y cómo la gente empieza a comportarse de cierta manera según las circunstancias. Me interesa pero no desde un lugar académico, me gusta desde un lugar más humano.

¿Es verdad que cuando trabajó como jefe de producción en Whisky le decían Stalin? Sí... porque como productor soy un tipo bastante estricto. También lo pienso en el contexto: éramos bastante chicos, teníamos treinta y poco, y estábamos haciendo una película grande, de ocho semanas de rodaje, muy pro. Había una presión y yo la sufrí. Pero sí, soy bastante soviético en algunas cosas; la puntualidad, el orden. En la vida trato de ser más relajado, y cuando dirijo he logrado pensar: “Que se preocupe otro”.

En sus ratos libres le gusta dibujar. ¿Es un hobby o una vocación? Dibujo desde siempre pero nunca estudié; desarrollé mi propia técnica, sobre todo con dibujo a tinta. Es una mezcla entre la obsesión pero a su vez la libertad, y por eso siempre lo tuve como una cosa por fuera. Para mí eso es hacer arte. Cuando hago películas no me siento un artista, porque es tan complicado, dependés de tantas cosas, es tan caro. ¿Cómo vas a ser artista si para filmar dependés del clima o de que te dejen filmar en determinado lugar? No quiere decir que no tome decisiones artísticas y que después la película no tenga un valor artístico, pero yo me siento artista cuando me siento en mi casa, agarro la tabla, dibujo y hago lo que quiero. Para mí eso es la libertad artística. Tengo por delante probar varias cosas más, acuarela, por ejemplo. Pero eso es para cuando sea más veterano y tenga tiempo. Es mi sueño poder dedicarme a eso.

Tiene dos mascotas, Pipa y Casquito. ¿Qué animales son? Una perra salchicha y una gata. Casquito es una gata. El nombre salió de un chiste, tenía otro nombre que ni me acuerdo cuál era. Y Pipa es la salchicha que actúa en la película, que es increíble.

¿Es fácil de dirigir, como actriz? Me tenía que ubicar en el lugar adonde quería que ella mirara, y tenía que estar yo; ahí se quedaba paradita. Es un encanto. Es como la azafata del barrio, sale a saludar a todo el mundo. Es muy buena onda.

¿Tiene una rutina para salir a correr, o sale cuando puede? En general no necesito ir a una clase o tener un profesor que me asigne un horario. Al revés, esas cosas me fastidian, no encaro. Yo me puedo autoimponer una rutina. De hecho, hace como dos años que dejé de fumar, de un día para el otro. Y  fumaba desde los 15 años. 

Tiene un hijo, Felipe. ¿De qué edad? Es hijo de Marcela, mi mujer, y yo estoy con ella desde que él tiene 11 años. Ahora Felipe tiene 28 y un hijo, Noah.

Así que tienen un nieto… Sí, pero ahora está viviendo en Punta del Este, entonces nos vemos menos. Pero a Noah lo vemos un día por semana.

¿Cuál es la película que más veces vio? En la adolescencia The Wall, rankea altísimo. Y después otra, por querer mostrársela a mucha gente: Brazil, de Terry Gilliam.  Fue una de las primeras películas que me partieron la cabeza. Es de ciencia ficción, increíble.

¿Y la última que vio que le encantó? Duna, la vi en el cine. Me gusta mucho la ciencia ficción. Es más, había visto la original, la de David Lynch, en el cine, cuando era adolescente, que actuaba Sting, y me la había vuelto a morfar en la pandemia; me vi la versión extendida de tres horas 40. Ahora salió esta, la fui a ver y está muy bien.