Nanaia Mahuta fue nombrada por Jacinda Ardern como ministra de Relaciones Exteriores. Es la primera mujer y la segunda maorí en ocupar el cargo.
Nanaia Mahuta fue nombrada por Jacinda Ardern como ministra de Relaciones Exteriores. Es la primera mujer y la segunda maorí en ocupar el cargo.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá"El rostro de Nueva Zelanda es indígena", dijo Rukuwai Tipene-Allen, periodista maorí de Te Ao Maori News, refiriéndose a Nanaia Mahuta, flamante ministra de Relaciones Exteriores del país. "La primera cara que la gente ve es alguien que habla, parece y suena como un maorí", indicó la comunicadora en una nota con CNN. Y destacó, además, que Mahuta luzca un moko kauae, un tipo de tatuaje tradicional que solo llevan las mujeres maoríes, es un gesto "enormemente empoderador".
Un gabinete diverso. Con una impresionante victoria electoral que muchos analistas atribuyen, en buena medida, al éxito de su gestión gubernamental durante la pandemia, Jacinda Ardern fue reelegida como primera ministra de Nueva Zelanda para el período 2020-2023. La líder del Partido Laborista, que conquistó la mayoría absoluta en los comicios del pasado 17 de octubre, expresó que entre sus prioridades en esta nueva etapa se destacan la recuperación económica tras la pandemia y la respuesta sanitaria continua frente a la Covid-19.
La candidata laborista obtuvo el apoyo de 49,15% de los habilitados para votar (el porcentaje de apoyo más alto que haya recibido un partido en Nueva Zelanda desde 1951), quedándose con 64 de los 120 escaños del Parlamento (convirtiendo a su partido en el primero en obtener esta mayoría desde que se introdujo el actual sistema electoral en el país, en 1996). Detrás de Ardern quedó también una candidata mujer, Judith Collins, del Partido Nacional de Nueva Zelanda.
Tres semanas después del escrutinio. El 6 de noviembre Ardern realizó por segunda vez su juramento como primera ministra. Y en esta oportunidad lo hizo en inglés y en maorí. Tenía motivos. Días antes, la carismática política nacida hace 40 años en Hamilton también dio a conocer los nombres de los integrantes de su gabinete, el cual es "increíblemente diverso", según el diario londinense The Times.
Además de contar con una notable presencia femenina, el equipo de gobierno incluye como vice primer ministro a un hombre abiertamente homosexual, Grant Robertson, y a una maorí como responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nanaia Mahuta, que además pasa a la historia como la primera mujer a cargo de esta cartera. En palabras de Ardern, los nuevos miembros de su gobierno "reflejan a la Nueva Zelanda que los eligió". Todo esto sucede en un marco inusual: para este período, casi la mitad de los legisladores del país serán mujeres, un porcentaje "significativamente más alto que el de la media mundial situada en el 25%", informa el diario español La Vanguardia.
Nanaia Mahuta (sosteniendo el Paipera Tapu, la Biblia maorí) es la primera ministra de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda y la segunda maorí en ocupar el cargo
Licenciado con honores en Estudios Políticos, Robertson está casado con Alf Kaiwai desde 2009, después de 10 años de relación. Se conocieron cuando jugaban en los Krazy Knights de Wellington, el primer equipo de rugby gay de Nueva Zelanda. Robertson será la primera figura abiertamente homosexual en un puesto crucial como el de vice primer ministro, responsable, entre otros asuntos, de ocupar el lugar de Ardern cuando ella esté en el exterior, por ejemplo. Robertson ya tuvo un papel importante en la anterior gestión de Ardern como ministro de Finanzas, ministro de Deportes y Recreación, y posteriormente ministro asociado de Arte, Cultura y Patrimonio. Ahora, además de ser el número dos del gobierno, también será nuevamente responsable de la cartera de Finanzas, ministerio clave para la recuperación económica que se propone la líder de gobierno. Ardern subrayó, por si hacía falta, que Robertson fue elegido por "sus habilidades de liderazgo", no por su orientación sexual.
Aunque los reflectores están sobre Mahuta. La mujer maorí de mentón tatuado que estará al frente de la diplomacia del país es la que acapara los titulares. Medios de distintas partes del mundo hicieron foco en ella, en especial en el tatuaje que luce en su barbilla. "Nueva Zelanda tiene al primer vice primer ministro gay y una ministra de Relaciones Exteriores con un tatuaje facial maorí", tituló South China Morning Post. "La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, presenta su gabinete ‘increíblemente diverso’, que incluye una ministra de Relaciones Exteriores con un tatuaje maorí en la cara", fue el titular del británico Daily Mail. "Mahuta no anticipará viajes al extranjero por un tiempo, pero cuando lo haga, será un objetivo para los fotógrafos", escribió Peter Wilson, analista político de Radio Nueva Zelanda, en referencia a los titulares sobre la designación de la dirigente política indígena.
Los tatuajes tanto faciales como corporales de los maoríes reciben el nombre de ta moko. Los que llevan las mujeres en la barbilla se llaman moko kauae y son una representación de la herencia familiar y del estatus social de quien lo porta. "Se cree que el receptor visita un reino espiritual donde se encuentra con sus ancestros y de donde regresa siendo una persona nueva", explica Michelle Duff en un artículo publicado en Vice precisamente con motivo del resurgimiento de esta tradición, que nació como ritual de transición entre la niñez y la edad adulta de las mujeres. Se dice que es un tipo de tatuaje que no se lo hace quien quiere sino quien puede. Básicamente, no es para cualquiera. Hay que ganárselo.
Linaje real. Mahuta llega a este ministerio en sustitución de Winston Peters. De ahí proviene un dato interesante. Peters también es maorí. O sea, Ardern vuelve a elegir a una persona de esta etnia, que encarna aproximadamente 15% de la población neozelandesa, para representar al país en el exterior. La novedad es que esta vez ese puesto lo ocupará una mujer. "Es satisfactorio tener la oportunidad de servir de una manera que podamos levantar el techo de cristal, ocupando oficinas que a menudo no han estado abiertas a las mujeres", dijo Mahuta en una entrevista radial. "Es importante abrir un camino que puede ser diferente y único para los pueblos indígenas... Así que eso es lo que voy a hacer".
Puede que Mahuta sea una novedad fuera de Nueva Zelanda, pero no es una recién llegada a la arena política de su país. Nacida en agosto de 1970 en Auckland, la ciudad más grande del país, Nanaia Cybelle Mahuta estudió en la Universidad de Auckland, donde obtuvo un diploma en Negocios. Trabajó en los archivos de la Universidad y posteriormente se licenció en Antropología Social. Miembro del Partido Laborista desde su temprana juventud, llegó a la Cámara de Representantes del Parlamento neozelandés en 1996, a los 26 años. Desde entonces, y hasta este 2020, en el que asumió como ministra de Relaciones Exteriores, ganó ocho reelecciones de manera consecutiva. Entre 2005 y 2008 fue ministra de Aduanas y de Asuntos de la Juventud, posteriormente ministra asociada de Medioambiente y de Gobiernos Locales, secretaría de Estado de la que pasó a ser titular en 2007, al tiempo que asumió como ministra asociada de Turismo. En 2018 estuvo en la lista que elaboró la BBC de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes de todo el mundo.
En 2018, durante un intercambio entre maoríes y mapuches
David Cunliffe, quien trabajó junto a ella durante casi 20 años, sostiene que tiene "un historial poco común de honestidad" y que ha evitado con especial cuidado "la politiquería impulsada por el ego". Según Cunliffe: "Está profundamente arraigada en valores humanos muy positivos, así que creo que aportará esa perspectiva a las relaciones internacionales. Por su propia whakapapa (ascendencia), ella es de linaje real dentro del mundo maorí y eso la ayudará a adoptar una perspectiva a largo plazo. Está muy arraigada en lo que es, y es muy fuerte".
Mahuta es miembro de las tribus Waikato-Tainui, Ngati Maniapoto y Ngati Manu. Su padre, Sir Robert Te Kotahi Mahuta, fue un destacado político y activista. Nacido como Robert Ormsby, a las cuatro semanas fue adoptado por el rey Koroki Mahuta, cuarto monarca maorí. Se convirtió en hermano de la princesa Piki, quien, bajo el nombre Dame Te Atairangikaahu, reinó durante 40 años (el reinado más largo de cualquier monarca maorí hasta la fecha).
"Mahuta proviene de una larga tradición de líderes tribales", sostiene Joanna Kidman, profesora de Educación Maorí de la Universidad Victoria, en Wellington. "Ha sido una política muy trabajadora durante 20 años y es muy conocida y muy respetada en el mundo maorí". Desde la tribu Waikato-Tainui sostienen que Mahuta "aporta un tremendo mana (poder) y habilidades" a su nuevo papel. "Nanaia tiene las habilidades de negociación y diplomacia para representar a Aotearoa (nombre maorí para Nueva Zelanda) en el escenario global. Ella también aporta una perspectiva cultural única especialmente relevante en estos tiempos de gran incertidumbre geopolítica", dijo un portavoz de la tribu en un comunicado.
Madre de dos hijos, de 10 y siete años, Mahuta sostiene que su experiencia como "madre, hija, hermana, mujer" le da una base intergeneracional que enfatiza la importancia de construir relaciones sólidas en una comunidad. "Desde muy temprano en la vida adquirí las habilidades de la diplomacia, principalmente a través de mi educación y la variedad de experiencias a las que estuve expuesta, pero lo más importante es comprender quién soy como mujer maorí. Una vez que entiendes quién eres, te sientes menos intimidado por otras personas de otros orígenes y creencias".
Imposible de disimular. El moko kauae no es como otros tatuajes, que pueden cubrirse con la ropa. Va en el rostro. Es un compromiso con la cultura a la que se pertenece. Según la tradición, este tipo de marca es una "manifestación física" de la auténtica identidad de una mujer. Y es que, siempre según esta cultura, todas las maoríes llevan un moko kauae en su interior. Entonces, cuando se sienten preparadas, acuden a un tatuador, que se encargará de exponer el tatuaje a la superficie. Cuando una mujer está lista para recibir su moko kauae, se produce un llamado desde el corazón. Así como en algunas culturas la barba en los hombres representa la conexión entre la cabeza (mente) y el corazón (sentimientos), el moko kauai representa un puente entre quien lo porta y sus ancestros.
Antiguamente parte de un rito de transición entre la niñez y la edad adulta en las mujeres, el moko kauae prácticamente se extinguió durante la colonización británica, entre 1841 y 1907. Recién entre 1970 y 1980, cuando surgieron esfuerzos por recuperar la cultura maorí, los ta moko recuperaron visibilidad. Y, con ellos, los moko kauae.
La jueza Caren Fox, quien junto con la abogada Moana Jackson jugó un papel decisivo en la creación del Servicio Jurídico Maorí en Wellington en 1988, fue una de las pioneras en ese resurgimiento. Es una de las mujeres que luce con orgullo la piel de su mentón marcada con tinta. Lo mismo sucede con la académica y artista escénica Te Rita Papesch, madre de siete hijos y abuela de 30 nietos, que también lleva trazos maoríes en sus brazos.
Otra mujer que le proporcionó mayor visibilidad al moko kauae, y al ta moko en general, fue la presentadora de noticias Oriini Kaipara, de la cadena Oriini, de ascendencia Tuhoe, Ngati Awa, Tuwharetoa y Ngati Rangi. Pasó nueve meses planeando el tatuaje, y se convirtió en 2013 en la primera mujer con moko kauae en presentar las noticias en horario central. Ese mismo año, Air New Zealand revirtió su política que anteriormente prohibía a sus empleados mostrar su ta moko mientras trabajaban. Poco después, en 2016, fue el turno de Nahuta.
A mediados de ese año, la laborista decidió sacar al exterior su auténtica identidad. El tatuaje, cuyo diseño combina patrones asociados a sus tribus, fue realizado en el aniversario de la muerte de su padre. "Es un reconocimiento a mi identidad, las cosas que son importantes para mí, de dónde vengo, a dónde pertenezco, que soy de aquí, Aotearoa Nueva Zelanda", declaró. "Es un testimonio de los atributos que tengo de mis antepasados, pero también de los que les paso a mis hijos". Su deseo, dice, es presenciar el momento en que más maoríes, especialmente en la esfera empresarial, luzcan con orgullo sus moko kauae. Porque ella, claro, no es la única. Aunque sí será, por un tiempo, la cara internacionalmente más visible.