Vanessa Briozo: "Me encantaría trabajar para ser la primera fiscal especializada en tránsito"

Estudió también Derecho y Marketing. ¿Qué quería ser cuando era niña? En la escuela tenía una maestra que siempre me decía abogada, porque siempre estaba defendiendo a mis compañeros. Sin embargo, cuando terminé el liceo, ingresé en la Facultad de Ciencias Sociales a estudiar para ser asistente social, aunque al tiempo me di cuenta de que no era lo que me gustaba. Me anoté en la Facultad de Derecho, cursé la carrera y hoy soy doctora en Derecho y Ciencias Sociales. He hecho alguna especialización en violencia doméstica y género, que es un tema muy sensible en la sociedad. Mi otra faceta es Marketing y Publicidad, que siempre me gustó. Hace tres años que me desempeño como vocera de la Dirección Nacional de Policía Caminera, un rol que me encanta. Me gusta comunicar a la gente lo que está pasando. La sociedad se tiene que sentir parte del problema para empezar a ser parte de la solución. Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte. Perdemos más de 1,3 millones de personas en el mundo por siniestros de tránsito anualmente.

¿Auto, moto o camioneta? Moto. Tengo una moto de alta cilindrada, pero la uso más para paseo.

¿Dónde le gusta veranear? Desde que ingresé a Caminera, no tengo licencia en verano porque para nosotros es plena zafra. Es la época del año donde tenemos el mayor índice de movilidad en rutas nacionales, entonces necesitamos el 100% del personal abocado a las tareas de fiscalización y prevención. Esto es algo que mis hijas me reclaman. Pero la abuela cumple un rol muy importante, porque se encarga de llevarlas a la playa y sacarlas a pasear. Yo vivo en el Fortín de Santa Rosa, entonces ella se viene para casa.

Le gusta ir a ver ballet. ¿De dónde viene esa afición? Surgió todo por mi hija más chica, que desde muy chiquita andaba en puntas, siempre retándola porque rompía todos los zapatos. Cuando llegó a tercero de escuela, la profesora de acondicionamiento físico me preguntó si nunca había pensado en llevar a Melissa a estudiar ballet. Yo le dije que no tenía nada cerca de casa como para llevarla y ella me dijo que se refería a la Escuela Nacional de Danza del Sodre. La anoté a una audición y, sin nunca haber ido a clase, quedó seleccionada. Ahora ya está empezando su quinto año y ha participado en varias obras del Sodre como bailarina invitada.

¿Cómo es ser mujer dentro de la Policía Caminera? Es difícil. Cuando yo ingresé, había solo una funcionaria ejecutiva subalterna. Era todo nuevo para nosotras y para los compañeros. La Policía es una institución que históricamente ha sido masculina, más aún Policía Caminera, por ser de tránsito. Por eso, ser la cara visible de esta unidad, donde el 95% son hombres, es una buena señal. Ha sido pasito a pasito, me ha llevado muchas capacitaciones. Hoy siento que mis compañeros me toman como referente. Y eso es importante.

¿Se considera feminista? Sí, desde que ingresé a Caminera y tuve que ir haciéndome mi lugar. En ese entonces, no estaban dadas las condiciones edilicias, no teníamos un baño, no había duchas femeninas. Fue un trabajo. Como comenté, me encantan las motos y Caminera tiene un equipo de élite de motociclistas. Tenemos motos BMW 850 centímetros cúbicos o Honda 1.100, motos de muy alta cilindrada. Cuando quise manejar esas motos, tuve el primer freno. Me dijeron: “En el equipo, mujeres no”. Les pregunté si había alguna norma que lo estableciera así y no la había. Año tras año solicitaba para hacer el curso y mi solicitud iba a parar a un cajón. Hasta que en 2012 cambió el director y pude ingresar. No fue fácil, pero lo salvé y me recibí como la primera motociclista de la Dirección Nacional de Policía Caminera. Hoy somos cinco mujeres motociclistas. Pude abrir el camino. Siempre estoy trabajando para poder acceder (a los mismos derechos que los hombres).

¿Un plan que tenga para el futuro? A futuro me gustaría concursar en Fiscalía. La parte penal es algo que como abogada me gusta mucho, pero desde el lado de Fiscalía, no desde el lado de abogado defensor. Sobre todo, avanzar en la creación de una fiscalía especializada en tránsito. Muchos países de la región y del mundo ya las tienen, pero Uruguay está rezagado. No le damos la importancia que requiere a la investigación de un siniestro. Me encantaría trabajar para ser la primera fiscal especializada en tránsito.