Durante su
exposición, De Paoli, de origen brasileño, comenzó a enumerar los síntomas del
climaterio y, a medida que los nombraba, Da Silva iba marcando tics en su lista
mental: “esto me pasa, esto también, esto también”. “Me di cuenta de que, a
pesar de que trabajaba en los medios de comunicación, donde la información es
nuestra materia prima, me faltaba mucho conocimiento sobre una etapa que estaba
atravesando”, dijo Da Silva. Al terminar la conferencia de la directora de No
Pausa, decidió ir a hablar con ella. Allí comenzó un vínculo que se mantiene
hasta hoy. La periodista colabora con la organización en la difusión de la
información y la concientización, incluso a través de sus redes sociales
personales.
Este año, No Pausa cumplió cuatro años y a modo de festejo lanzó una
estrategia multiplataforma, con presencia en todas las redes sociales y un
sitio web con más información y recursos. Además, hace un año No Pausa se
constituyó como asociación civil y trabaja con mujeres en situación de
vulnerabilidad. La tercera pata de la organización es su startup de
soluciones digitales para acompañar a las mujeres durante esta etapa de la
vida. Su primer producto es Menocheck, un formulario de autoevaluación que
ayuda a la mujer a comprender en qué etapa del climaterio se encuentra, le crea
un registro que le servirá para su consulta médica y la ayuda a normalizar los
síntomas y buscar alternativas para tratarlos.
El síntoma 35. Hace 70 años o más quizás no tenía
tanta importancia hablar y concientizar sobre climaterio y menopausia. A partir
del día de la menopausia, la expectativa de vida de la mujer era de apenas unos
tres años. En la actualidad, ese día de la última menstruación llega alrededor
de los 50 años, cuando a la mujer promedio todavía le quedan unos 30 o más por
vivir, ya que la expectativa de vida es de 82,3. “Tenemos que empezar a
sacarnos la idea de relacionar climaterio con vejez. Porque hoy una mujer
cuando entra en esa etapa tiene alrededor de 43 o 45 años”, dijo De Paoli a Galería.
Viroga explicó que el climaterio es un síndrome y, como tal, tiene muchos
síntomas. Existe literatura sobre el tema que habla incluso de unos 34. Entre
ellos, los más comunes son los sofocos o “calores”, trastornos del sueño,
insomnio, una disminución del deseo sexual, cambios de humor, alteraciones en
la memoria, atrofia vulvovaginal y sequedad vaginal. Pero “el climaterio es tan
variable como la cantidad de mujeres que existen”, aclaró la ginecóloga.
En el ámbito médico, desde No Pausa alertan también sobre una falta de
especialización en menopausia y, sobre todo, en el síndrome climatérico y sus
síntomas. Por ejemplo, cuando mujeres en el entorno de los 45 años llegan al
consultorio con fuertes migrañas, pueden sospechar de alguna lesión cerebral
cuando, en realidad, se trata de otro síntoma frecuente de la perimenopausia.
Para evitar diagnósticos erróneos o demoras excesivas en obtener respuestas,
uno de los recursos que desarrolló No Pausa es una lista de médicos especialistas
en climaterio que trabajan en salud pública, mutualistas y seguros privados. En
su página web, por ahora figura una lista para Argentina y otra para Uruguay.
El desconocimiento general sobre los síntomas y todo lo que implican la
menopausia y el climaterio lleva a que, en muchas ocasiones, se asocien a
connotaciones negativas. “Estás menopáusica” es una respuesta rápida y que se
usa de forma casi insultante cuando una mujer se muestra demasiado irritable o
sensible. Pero se trata de preconceptos sobre una etapa vital de las mujeres
que en ocasiones todavía se asocia a la vejez. Además, la menopausia implica el
fin de la reproducción, algo que aún en la actualidad muchos entienden como el
rol más importante del género femenino. “El fin de la reproducción todavía está
muy atado a la idea del fin de la producción, cosa que sabemos que no tiene
ningún tipo de relación con la realidad”, dijo De Paoli.
Para No Pausa, tomando como base la literatura que habla de 34 síntomas,
existe uno más, el número 35, que es la desinformación. En su experiencia y en
ese descubrir de forma temprana que estaba entrando en su climaterio, Da Silva
se encontró con que ella no era la única que no contaba con suficiente
conocimiento sobre el tema. Esto se repetía también en su grupo de amigas,
compañeras de trabajo y mujeres cercanas. En su vínculo con No Pausa, la
periodista se propuso contribuir a la visibilización de este tema. Como una de
las herramientas para lograr ese objetivo, adoptó el humor. En su trabajo, por
ejemplo, bromea con sus compañeros sobre los sofocos y sus dilemas con el aire
acondicionado.
“Con información vos podés decidir cómo vas a transitar tu climaterio. A
nosotras nos gusta mucho hacer la comparación de que es como menstruar hace 40
años, cuando la mujer que tenía dolores iba al médico y le decían ‘bancátela’.
Hoy sabemos que eso no existe, que hay soluciones. No existe el ‘bancátela’ en
el climaterio. Hay un montón de salidas y No Pausa trabaja en eso, en poner en
contexto y brindar herramientas para que esa persona pueda atravesar con el
mínimo impacto posible en su calidad de vida”, explicó De Paoli.
En la Ley de Salud Sexual y Reproductiva (18.426), el climaterio está
previsto solo en dos incisos dentro de diferentes artículos. En el tercer artículo,
el inciso j establece como uno de los objetivos específicos de las políticas y
programas de salud sexual y reproductiva el de “promover climaterios saludables
desde la educación para la salud”. El inciso h del artículo 4 asigna al
Ministerio de Salud Pública la responsabilidad de “dictar normas para la
atención integral de la salud de hombres y mujeres en la etapa del climaterio,
incorporando la perspectiva de género y los derechos sexuales y reproductivos,
con el objetivo de mejorar la calidad de vida y disminuir la morbimortalidad
vinculada a patologías derivadas de esta etapa del ciclo vital”.
Pero Da Silva opinó que estos incisos no contemplan el impacto del
climaterio en la vida de las mujeres, por ejemplo, en cuanto a los costos. En
el plano político, se promueven iniciativas para crear una canasta de higiene
menstrual, que incluya los productos necesarios para quienes se encuentran en
esa etapa. Sin embargo, no se reconoce “cuánto implica dejar de menstruar, que
también tiene un costo”, señaló la periodista haciendo referencia a los
tratamientos médicos sobre los síntomas.
Soluciones. Existen
distintas alternativas para sobrellevar el climaterio. Muchas mujeres prefieren
no hacer uso de ninguna medicación ni tratamiento, pero otras acuden a sus
médicos desesperadas en busca de ayuda para suavizar los síntomas. Los
tratamientos más frecuentes son los hormonales, porque, según explicó Viroga,
la mayoría de los síntomas derivan de un “declinar de las hormonas”. Entonces,
esos tratamientos consisten en sustituir eso que a la mujer le falta.
Pero muchas mujeres en climaterio, por diferentes motivos de salud
personal, no pueden someterse a tratamientos hormonales. Para ellas también
existen soluciones no hormonales para tratar síntomas específicos. Por ejemplo,
un ginecólogo puede recetar un gel para remediar la sequedad vaginal, algún
producto específico para atenuar los sofocos y algún otro para las migrañas.
Lo fundamental, para acceder a soluciones efectivas, es que las mujeres
se informen para estar preparadas al momento de consultar con su ginecólogo o
médico tratante en cuanto sospechan que podrían haber entrado en su climaterio.
“Una mujer con un transitar climatérico no tratado puede tener mayores
complicaciones cardiovasculares y óseas a largo plazo”, advirtió Viroga. La
ginecóloga recomendó que las mujeres lleguen a esta etapa vital en el mejor
estado de salud posible: con un hábito de ejercicio físico, una dieta
balanceada, sin tabaquismo ni alcoholismo.
Cuestión
de piel. Durante la
perimenopausia, las mujeres experimentan una serie de cambios en la piel de su
rostro y cuerpo. “Nosotros vemos la piel como una estructura, pero no tenemos
en cuenta todas las funciones que cumple”, dijo a Galería la dermatóloga
Silvina Gurgitano. Y muchas de esas funciones cambian durante ese período
vital. Por ejemplo, la glándula cebácea, encargada, como su nombre lo indica,
de generar cebo, empieza a funcionar a media máquina. El resultado de esto es
una piel más seca y también más engrosada.
El intercambio entre las capas de la piel, dermis y epidermis también se
reduce, y eso produce que esté más dispuesta a estados inflamatorios. Por
ejemplo, una paciente que ya sufría de rosácea antes de su climaterio, es
probable que note un agravamiento de esa patología o mayor cantidad de empujes.
Otras condiciones frecuentes son el acné y el melasma (hiperpigmentación), una
mayor cantidad de manchas y un mayor “envejecimiento cronológico”, según
Gurgitano.
Para evitar o matizar todos estos síntomas relacionados con la piel, la
dermatóloga recomendó que las mujeres ajusten su rutina de cuidado diaria con
productos adaptados a sus necesidades. En general, se suele incluir algún
renovador celular y un exfoliante suave para usar una vez por semana. Existen
también tratamientos de consultorio que se suelen recomendar en ese período
para generar una bioestimulación de la piel. En el climaterio, la célula
productora de colágeno también reduce su función, lo que se traduce en mayor
flacidez de la piel. Pero también existen tratamientos para mejorar la
producción de colágeno, como la radiofrecuencia o el plasma rico en plaquetas.
“En el consultorio muchas pacientes vienen y dicen ‘el año pasado no
estaba así’, porque padecen un envejecimiento cronológico a nivel facial de
forma muy brusca”, contó Gurgitano. “También hay como un desfasaje entre cómo
ven su cara y cómo se sienten. Muchas veces son mujeres que se sienten bien,
que están en un momento de su vida muy pleno. Y de repente tienen algo en la
cara que les hace decir ‘no soy yo’”, añadió.
La dermatóloga
reflexionó sobre la necesidad actual de encontrar soluciones rápidas e incluso
inmediatas. Sin embargo, resaltó la importancia de tomarse el tiempo de hacer
una primera consulta con un especialista, ya que no todas las mujeres sufren
los mismos síntomas, ni todas de la misma manera. “No hay recetas únicas, esto
es un traje a medida que hay que confeccionar para cada paciente”, dijo
Gurgitano.
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Menopausia y
datos
Entre 2020 y
2021, No Pausa realizó una encuesta a través de historias de Instagram a una
comunidad de 35.800 personas, 98,5% mujeres y 1,5% varones. El 58% de los que
contestaron tenían entre 45 y 54 años y sus países de origen fueron Argentina,
Colombia, Uruguay, Chile y Brasil. Algunos de los resultados fueron:
Casi 40% del universo encuestado desconoce el término climaterio.
El 77,3%
desconoce que la menopausia es solo un día de la vida de las personas
menstruantes.
Un 93% de la
muestra se siente afectada por los síntomas comunes del climaterio.
Más del 85%
manifestó haber experimentado cambios en la forma de vivir su sexualidad.
82,4% sintió angustia o depresión durante su climaterio y 67% aún lo
sufría al momento de la encuesta.