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Reflexiones en época de Pascuas. Durante las Pascuas, al igual que en las Navidades, se sea o no seguidor de alguna de las religiones que existen universalmente, es como que se impone un momento de descanso y reflexión. La gente se reúne en familia, se alimenta en largas mesas donde comparte determinados “misterios”, dependiendo de la religión que se profese. Todo ello genera un clima para quienes no profesamos religión alguna pero sí respetamos las que los demás profesan, para reflexionar sobre los sucesos de los últimos tiempos en el país y en el mundo.
Montevideo vacía invita a ello y realmente si no fuese por las 700 toneladas diarias de basura que no se recogen, sería una bella ciudad.
Este año son más los que optan por viajar al exterior, donde de seguro encuentran mejores servicios y precios como turistas extranjeros que cuando lo hacen como turismo interno.
Hasta dos ex jerarcas de gobierno recientemente procesados han obtenido autorización para viajar, luego de tanto estrés, al exterior con su familia, y tal vez de la mano de alguna naviera o novel compañía de aviación, en retribución ante tantos disgustos causados. Es de esperar que el descanso les siente bien y reflexionen acerca de cómo se debe manejar la cosa pública y que la misma no es propiedad de ningún gobernante de turno.
Mientras, acá, el gobierno cómplice del gobierno americano en la supresión de derechos individuales a quienes se encuentran detenidos en Guantánamo, muy felices han salido junto a la representante del gobierno americano a anunciar que finalmente habrá foto en los jardines de la Casa Blanca o en el despacho oval entre los presidentes. La cara de satisfacción y algarabía hace recordar aquel dicho de “como perro con dos colas”.
Dicen que los mismos no representan peligro alguno, a lo cual en forma inmediata surge la misma pregunta: ¿por qué entonces, si no existe prueba, no los soltaron antes? ¿Por qué no se los llevan para el territorio continental de EEUU? ¿Por qué no todos los países del mundo los aceptan?
Son tantas ya las mentiras y falsedades en las que viven estos señores que están de paso en altos cargos, que raya con lo absurdo.
¿Dónde quedó aquello de yankees go home? Más de uno se dejó apalear pintando o vociferando dicha consigna en tiempos pasados. Más de uno dio lo mejor de sí, su vida, por dichos postulados. Hoy resulta que los que quedaron en la Tierra disfrutan de los placeres de codearse con el otrora imperialismo, en una foto. ¿Y la factura de la cual habló el presidente Mujica cuál es? ¿Un TLC favorable para Uruguay? Pero no: es solo la foto con Obama. En definitiva, la dignidad del país pasa por una foto en la Casa Blanca.
Hay que vivir para creer, realmente. Estos falsos iluminados ansiosos de dinero y poder se han descubierto finalmente y hoy venden sus principios por algunos espejos y algo más. Es de esperar que tengan su sanción en las urnas y que respeten su resultado.
Mientras, el mundo sigue girando y evolucionando a pasos de gigante en todos los aspectos, y desde aquí lo contemplamos debajo del ombú cebando un mate, cual Ansina con Artigas hace ya más de 150 años.
