Nº 2123 - 20 al 26 de Mayo de 2021
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa “nefasta” derecha arrasó en las últimas elecciones de la comunidad autónoma de Madrid, obteniendo nada menos que el 44% de los votos y donde Isabel Díaz Ayuso duplicó la cantidad de escaños obtenidos hace apenas dos años.
Como si esto fuera poco, envió a cuarteles de invierno a Pablo Iglesias, ese parlanchín defensor de la dictadura venezolana, de la que recibió más de 7 millones de euros para financiar sus fracasadas ideas, pero en el camino se compró una mansión de más de 500.000 euros. La izquierda caviar opera de norte a sur y de este a oeste. Son bastante previsibles. Y en esta debacle de la izquierda, el otrora poderoso PSOE (Socialistas) perdió 13 lugares, dejando de ser la primera fuerza política de Madrid.
Díaz Ayuso ganó con un discurso promercado, proempresarios y pro libre comercio. Prometió bajar impuestos y reducir el gasto público, cosa que es altamente probable que se realice, ya que quedó a tan solo cuatro escaños de obtener la mayoría absoluta de votos y seguramente tendrá el apoyo de VOX para aprobar esta iniciativa.
La centroizquierda, representada por Ciudadanos, desapareció de la asamblea de Madrid, pasando a tener cero escanio, cuando antes gozaba de 27 lugares. Se ve que cada vez queda menos lugar para los tibios y timoratos.
La ganadora en estas elecciones remarcó el carácter de “locomotora” de Madrid en cuanto a la atracción de inversiones, tanto de españoles como de otras partes del mundo, pago de impuestos, generación de empleo y que aporta a las arcas nacionales mucho más de lo que recibe, comparando contra los derroches de Cataluña, el País Vasco, Valencia o Andalucía, siempre con déficit y deudas.
El discurso de Isabel Díaz Ayuso fue bien diferente al del expresidente Mariano Rajoy, que pertenece a su mismo partido, el Partido Popular (PP), pero que cuando gobernó no hizo nada bien “de derecha”, sino que acompañó las tendencias de la agenda globalista y lo políticamente correcto, que esta mujer viene a combatir de frente.
La presidenta de la Comunidad de Madrid hace una acérrima defensa de la libertad, no solo de las libertades políticas, sino de las de comercio. Se opone a los subsidios y a las prebendas que da el Estado, que son una manera de esclavitud. Dice: “Vamos a ser libres porque queremos que Madrid empiece desde cero a trabajar, a madrugar, a pelear…, porque los dos bienes más preciados que tiene el hombre son la vida y la libertad”.
Pone el foco en la forma de vivir en Madrid, con base en la apertura al mundo “que viene a buscar oportunidades, libertad y vivir en paz, donde se es madrileño de Argentina, de Perú, de Venezuela o de Alemania…, ya que es una forma de vivir la vida, basados en el respeto, la cultura del esfuerzo, del mérito y de la unidad nacional”. Pone en el centro a la persona, al individuo, “y no tratarlo como ganado, como un colectivo al que dirigir”, cosa que sí adora hacer la izquierda.
Sin pelos en la lengua dice del daño que causa el gobierno de Pedro Sánchez, asociándose con socialistas, terroristas y comunistas, que los latinos bien sabemos cómo destruyen los países que administran.
El triunfo de Díaz Ayuso es un claro mensaje a los que creen que la batalla cultural está perdida. No lo está. Esta mujer (que llega sin cupos de género) lo ha demostrado. ¿Sabremos inspirarnos en su ejemplo?