Tras descartar algunas sugerencias —entre ellas las planteadas por la Udelar— el Poder Ejecutivo solicitó al Senado la venia para nombrar a Rodolfo Silveira, Antonia Grompone y Pablo Chilibroste.
Silveira es doctor en Medicina, presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Grompone es doctora en Química, catedrática de la Facultad de Química y directora del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de esa institución. Chilibroste es doctor en Agronomía y director del Departamento de Producción Animal y Pasturas de la Facultad de Agronomía.
Trascendente.
El Senado, convocado el lunes 21 de manera extraordinaria para tratar el asunto, otorgó por unanimidad la venia para la designación de los tres consejeros de la UTEC.
Durante el debate parlamentario, Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) dijo que con la decisión se dio “el paso más trascendente de este gobierno en materia educativa”. Añadió que la designación tendrá “un impacto a largo plazo” y sostuvo que fue un “acierto” la elección que hizo el gobierno.
Por su parte, Gustavo Penadés (Unidad Nacional) dijo que la lista de nombres está “acorde con los desafíos que tendrá” la nueva institución. No obstante, opinó que hubiera sido bueno que el gobierno consultara a los partidos de la oposición antes de presentar los candidatos.
Antes de votar, José Amorín (Propuesta Batllista) dijo que hubiese esperado que el presidente José Mujica fuera “más generoso” y los llamara a conversar, pero anunció que daría su respaldo a la venia porque la posición de los colorados “es ayudar desde adentro”.
Objetivos y agilidad.
Rodolfo Silveira dijo a Búsqueda que la población “objetivo” de la UTEC son “los estudiantes del interior y el sector productivo”.
“Tenemos que ser diferentes, sabemos que hay nichos que existen en la capacitación y formación de trabajadores en la educación superior”, señaló.
Silveira afirmó que para cumplir con sus objetivos la UTEC “deberá ser una universidad ágil, flexible, muy bien gestionada del punto de vista administrativo, y que además sea atractiva para el estudiante”.
“Nuestro sistema educativo tiene un alto grado de deserción. Como tenemos la oportunidad de empezar de cero y sabiendo lo que sucede, es algo que vamos a tratar de evitar. Tenemos que presentar carreras atractivas para estos estudiantes”, añadió.
“Estamos acostumbrados a formar gente para que salga a ser empleada de otro. Entonces la adquisición de conocimientos para que la persona tenga emprendimientos propios tendrá que plasmarse en las carreras de la UTEC”.
Para Silveira, el “principal desafío” del Consejo de la UTEC será “identificar exactamente qué necesidades tiene y cuáles son las prioridades” del país. La nueva institución “viene a complementar” la oferta educativa.
El debate sobre si compite con la Udelar en recursos y alumnado “es el mismo que se dio con el ingreso de las universidades privadas”, dijo, y agregó: “Y en realidad lo que se logró con eso fue aumentar la cantidad de estudiantes terciarios que existían a nivel nacional. Lo que pretendemos es buscar nichos de estudiantes como los de la UTU y aquellos que desertaron del sistema”.
Consultado acerca de la opinión de varios integrantes de la Universidad de la República, quienes denunciaron que el proceso de creación de la UTEC se hizo “de espaldas al sistema educativo”, Silveira dijo que buscará “zurcir” las diferencias “pero con la firme convicción de que este es un proceso irreversible”.
Sobre los cuestionamientos que la oposición hizo al hecho de que la nueva institución es cogobernada igual que la Udelar, el jerarca dijo que la UTEC puede funcionar bajo ese sistema de manera “muy ágil” y “adecuada a los tiempos”.
“Hay muchas instituciones que tienen cogobiernos y funcionan. El Latu es un cogobierno. Creo que a veces se entiende cogobierno como el de la Universidad y la enseñanza. Quizás no es el cogobierno en sí mismo el problema, sino el proceso como está armado en la Udelar”, opinó.
Abandono y docentes.
Para Antonia Grompone el primer paso que deben tomar es destinar el “poco presupuesto” actual a planificación. “Tenemos que delinear el lugar de la sede, de los institutos, los planes de estudio; y todo eso tendremos que hacerlo rápido para que entre en la Rendición de Cuentas de junio”.
En cuanto al lugar de la sede, la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) entregó la semana pasada un informe a la Presidencia de la República en el que se detallan los bienes inmuebles que podrían ser utilizados por la nueva universidad pública, dijo a Búsqueda el director de la ANV Juan José Bruno.
Explicó que la mayoría de los inmuebles son lugares que podrían albergar subsedes de la institución.
Al igual que Silveira, Grompone descartó la competencia con la Udelar. “La UTEC tiene un enfoque exclusivamente tecnológico y fuera de Montevideo, cosa que la Udelar también tiene pero es más abarcativa”.
“Con la UTU está pensado como una continuación y no como una competencia. La UTU tiene tecnólogos y tecnicaturas, y estos estudiantes hoy no tienen otra oferta educativa después de su egreso, a menos que ingresen a la Udelar y comiencen prácticamente de cero, cursando una carrera de nuevo sin que se les otorguen créditos por lo que han hecho”, sostuvo.
La consejera explicó que la UTEC les permitirá a estos estudiantes “tener una continuidad educativa” que hoy es escasa. Además, adelantó que para el caso de los jóvenes que desertaron, ya sea por desmotivación o por tener que trabajar, “la idea es hacer propuestas atractivas que llamen al desmotivado a volver a insertarse en el sistema educativo”.
“Una forma de hacerlo —agregó— es permitirle al estudiante trabajar mediante un currículum flexible, con horarios adecuados, utilizando medios virtuales. Las carreras además estarán vinculadas al desarrollo productivo de cada región, lo cual permite que el estudiante no tenga que desvincularse de su zona”.
Grompone dijo que la UTEC implica “una nueva oferta educativa con una concepción pedagógica diferente”, lo que supone que “la mayoría de las carreras que se ofrecen hoy a nivel universitario son carreras generalistas”. En contraste, en la nueva institución “varias carreras van a estar en la línea de especializarse en un área concreta, lo cual es fundamental para la regionalización de los cursos”.
La formación de la estructura académica se desarrollará en dos etapas. En la primera, las autoridades prevén “compartir” docentes con otras instituciones uruguayas y extranjeras, y recurrir a profesionales del sector productivo y de las empresas privadas dispuestos a “brindar su conocimiento a las nuevas generaciones”.
“Tampoco podemos asegurar que no haya migración” de docentes de la Udelar a la UTEC, dijo Grompone. “Eso dependerá de cada uno, pero tienen que ser docentes que tengan su dedicación, no pueden venir a nuestra institución tres horitas y luego irse”.
Al respecto, Silveira informó que recibió “al menos tres mails en menos de una semana” de uruguayos con amplia trayectoria y que viven en el exterior, que “se ofrecen a venir a dar clases de manera gratuita”. Relató que uno es jefe de la planta de montaje de la automotora Volvo en Suecia. “Esa persona tiene un saber acumulado impresionante. Ha formado a varios técnicos de montaje de esa empresa y ya se ha comprometido a dar una mano”.
Una segunda etapa de formación de la estructura académica, que Grompone llamó “de consolidación”, implica que la UTEC cuente con docentes propios, pero “aún es prematuro” hablar de cuándo se llegará a ese estadio.
“Uno no genera investigadores ni docentes grado cinco en dos años”, concluyó.