Nº 2168 - 31 de Marzo al 6 de Abril de 2022
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHace unos pocos días un jerarca del gobierno me decía que el éxito de la zafra de verano era consecuencia de unas pocas lluvias “bien pegadas”. No puedo estar más de acuerdo con esa aseveración. En octubre teníamos un panorama siniestro en términos de pronósticos climáticos que felizmente no se materializaron en toda su extensión, al menos en lo que hace al grueso de la agricultura. Los precios nos dieron una mano enorme y estamos casi en el mejor de los mundos: precios altos y rendimientos decentes.
El resultado será sin dudas bueno para la mayoría de los agricultores. Pero hay que reconocer también que mucho de eso no es solo por el precio alto del producto y un rinde aceptable, sino también porque mucha de esa soja y maíz viene con costos relativamente bajos y eso difícilmente se replique en el futuro inmediato. Una de las cosas que hay que hacer entender es que no solo importa el precio del producto, sino lo que cuesta hacerlo.
Los fertilizantes son un componente importante del costo agrícola, al igual que los agroquímicos que se usan en la producción. Los saltos de precios han sido tan importantes que hoy muchos agricultores están pensando dos veces si se juegan a hacer cultivos de invierno. Es difícil incluso lograr que haya una cotización que dure más de unos pocos días y siempre se corre el riesgo de que el producto llegue en tiempo y forma para cuando haya que sembrar. No hay mucho margen de error. La suba de costos se arrastra en toda la cadena. Suben los costos de producción, suben los granos y sube todo lo que viene atrás: sube el trigo, sube la harina, sube el pan. Y así vamos. ¿Cuánto pesa la harina en el pan? No mucho, en torno al 25%, porque el resto de los costos son otras cosas (mano de obra, energía, otros ingredientes).
La inflación como fenómeno es multicausal, y en Uruguay nos hemos acostumbrado a vivir con niveles altos de incrementos de precios. En relación con el mundo desarrollado hoy estamos igual, pero es porque los demás se nos acercaron, no porque nosotros lográramos bajar la inflación doméstica. Y la verdad es que no hay mucho margen para bajarla sin medidas “molestas” para el resto de la economía. Si usted elabora un producto terminado, no quiere escuchar que le van a limitar el precio del producto que vende para colaborar en la lucha contra la inflación.
No se puede contentar a todos, no se puede tener alimentos baratos con insumos caros. Tener un país con un tipo de cambio competitivo, costos bajos y una inflación controlada no es tarea sencilla ni mucho menos es posible lograr eso en unas pocas semanas.
Cuando la economía derrama sus efectos positivos, las quejas son pocas, pero por lo bajo asoman algunas medidas que buscan atajar el problema. Permitir la importación de pollo y carne vacuna de otros destinos más baratos busca contener el problema, pero no lo resuelve.
Del mismo modo, no va a ser fácil tener fertilizantes a bajo costo para esta campaña, por no decir que se nos viene otro aumento de los costos de los combustibles que sin dudas no ayudará al momento de mantener la expectativa de inflación ajustada. Posiblemente, las actuales autoridades hayan sido muy exigentes en establecer un rango meta al cual no pueden llegar. Siempre se le puede echar la culpa a las circunstancias externas.
El desafío de crecer en esta situación no es menor y las autoridades hacen lo que pueden con las herramientas a su alcance. La coyuntura es sin lugar a dudas muy desafiante. El peor escenario es jugarse a un aumento de la producción sin tener las debidas protecciones y el Uruguay lo aprendió con sangre. Esta película ya la vimos más de una vez. Felizmente, en esta oportunidad tenemos mejores herramientas para evitarnos el problema o por lo menos para mitigar su impacto. Todo esto, claro está, si el clima para este 2022 es normal y no nos guarda ninguna sorpresa desagradable.
(*) El autor es ingeniero agrónomo (Dr.), asesor privado y profesor de Agronegocios en la Universidad ORT