El ciclo de Desayunos Búsqueda continuó con el cuarto encuentro del año al recibir en Magnolio Sala a la historietista argentina Maitena.
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- Pablo de María 1015
El ciclo de Desayunos Búsqueda continuó con el cuarto encuentro del año al recibir en Magnolio Sala a la historietista argentina Maitena.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn esta ocasión, el director periodístico de Búsqueda, Andrés Danza, y la editora jefa de Galeria, Carolina Villamonte, se encargaron de dirigir la entrevista.
De ascendencia vasca por parte de padre y polaca por su madre, Maitena comenzó la charla agradeciendo al público por ir a escucharla a la mañana temprano: “esto es amor”.
Se refirió a su vida en La Pedrera en donde se siente la mejor versión de si misma. Disfruta de tomar mate cocido mirando el amanecer y de conversar con los lugareños. “La naturaleza es el mejor lujo. Soy solitaria, me gusta leer, escribir y dibujar. Buenos Aires me agota y la luna llena la veo solo en el celular”, comentó.
Cuando le preguntaron sobre sus maestros contó que su escuela fue el trabajo. “Siempre fui medio cabeza de chorlito con lo técnico”, por eso siguió su camino autodidacta tomando como referencia a Quino, Fontanarrosa, Guido Crepax, José Muñoz, entre otros.
Luego recordó sus primeros trabajos dibujando tiras eróticas en publicaciones argentinas como Revista Humor o Sex Humor y cómo de casualidad se enteró su familia. Su tía, solterona y profesora de latín, también llamada Maitena Burundarena recibió la revista en su oficina y con sorpresa sus compañeros le preguntaron si realmente ella era la autora de tales dibujos. “No me importó que se enteraran porque con ese trabajo me mantenía sola y no les pedía nada”.
En plena década de los 80, la dibujante era una de las pocas mujeres que hacían humor erótico y los lectores solían preguntarse si Maitena era el apellido de un hombre. Esos años de entrenamiento y de recorrer editoriales mostrando sus dibujos le sirvieron de experiencia cuando revista Para ti le pidió crear personajes femeninos. Así nació la serie de Mujeres Alteradas.
Confesó que nunca “le atacó la autocensura” pero también reconoció que en esa época no existían las redes sociales ni los haters. Según su visión, en la actualidad está ganando la corrección política, “vamos a terminar siendo policías, así que yo me voy en dirección a La Pedrera”. También en el presente nota que quedan pocos diarios y revistas en los que incluso no se les paga a los ilustradores. “Vendí dos millones de libros pero ahora mis tiras las ven gratis en Instagram. Yo trabajo por dinero. O me pagan o no lo hago”, afirmó.
Acerca de su exposición “Las mujeres de mi vida” en el Centro Cultural Kirchner, en Buenos Aires, resaltó la importancia del trabajo de la curadora Liliana Viola en seleccionar sus dibujos por el concepto que representan y destacó el encuentro con sus lectoras, especialmente madres e hijas. “Hablar mal de la familia y del amor son mis temas favoritos”, aseguró entre risas mientras dijo que su madre es la insufrible number one.
Cuando dibuja lo hace pensando en su público de mujeres, las que nunca antes compraban libros de historietas. Una de las precursoras en el humor para mujeres fue la actriz uruguaya Gabriela Acher a quien le escribió guiones, “estuvo 20 años adelantada”.
Sobre el final de la charla, Maitena recibió un retrato realizado por el caricaturista de Búsqueda Junior: “está bueno el dibujo, pero ¡qué vieja que estoy!”. Reivindicó la madurez en la mujer, “ser joven es un trabajo. Estoy en época de cosecha y me gusta dar consejos a los jóvenes. Estoy viviendo una serenidad que nunca tuve”.
En el cierre, los asistentes la aplaudieron de pie y formaron una larga fila para tomarse fotos y pedirle autógrafos.
Maitena se siente orgullosa de haber dejado una huella: “ahora sabemos que lo único que queda en el mundo, que se cae a pedazos, es el amor”.
Fotos: Adrián Echeverriaga y Lucía Durán