Despedir a un empleado después de que reclamó por sus condiciones laborales es “ilegítimo”, dice la Suprema Corte

REDACCIÓN  

Cuando la fundación le comunicó que reduciría su carga horaria —y por tanto su retribución—, la trabajadora intentó negociar para que eso no sucediera. Fue un intenso intercambio de correos, en los que planteó el horario “extra” que debía realizar para cumplir sus tareas, incluso durante los fines de semana, y las partidas “en negro” que percibía. En un punto, los representantes de la fundación dejaron de responderle. El siguiente correo que recibió fue para comunicarle que estaba despedida.

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