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    Dirceu, ex mano derecha de Lula, hizo lobby ante Ancap a favor de una empresa brasileña interesada en participar en negocio de la cal

    Después de dejar el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en 2005 como consecuencia de uno de los primeros escándalos que acosaron al Partido de los Trabajadores (PT), José Dirceu no se quedó quieto. El ex jefe de la Casa Civil abrió una empresa que vendía servicios de “consultoría de relacionamiento” a compañías de Brasil interesadas en conseguir negocios dentro y fuera del país. Dirceu ofrecía los contactos que tenía en gobiernos de la región para abrir “canales de diálogo” y gracias a eso consiguió una cartera de clientes amplia: grandes constructoras de Brasil, laboratorios y concesionarias de vehículos pagaron millones de reales al ex jerarca por sus servicios.

    El trabajo desplegado por Dirceu en esos años lo llevó a visitar Uruguay en al menos una ocasión. El ex jerarca, hoy en prisión domiciliaria por delitos de corrupción, mantuvo una reunión con Ancap en representación de una empresa brasileña que quería participar en el negocio que la petrolera uruguaya estaba discutiendo por entonces: la ampliación de su producción de cal y cemento. Esto surge de documentos de la Justicia de Brasil que forman parte de una de las investigaciones derivadas del “Lava Jato” a los que accedió Búsqueda.

    De acuerdo con esos documentos, Dirceu hizo gestiones ante Ancap contactado por dos integrantes del PT que sabían del interés de la petrolera en el negocio de la cal. Uno de ellos era Alexandre Amorim, un militante del partido de Lula que trabajó como asesor de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) durante el primer gobierno del Frente Amplio.

    Lobby.

    En el marco de la investigación sobre Dirceu y su participación en el esquema por el cual una decena de constructoras de ese país pagaron coimas a políticos para obtener ventajas en las licitaciones públicas, la Justicia de Brasil interrogó en noviembre del 2015 a José Ángelo Gomes, un ex integrante del PT devenido en consultor de empresas.

    Gomes, que fue candidato petista en el 2000 a prefecto de su ciudad, relató que tenía una consultora en “planeamiento y gestación de negocios” y que entre 2009 y 2011 se asoció con Dirceu para dar servicios conjuntos a algunas compañías, “en especial” para SPA Ingeniería y Figuereido Ferraz.

    Para entonces, el ex jerarca del gobierno de Brasil llevaba tres años al frente de JD Assessoria e Consultoria, que permaneció abierta hasta el 2013.

    En el interrogatorio, la defensa de Dirceu le preguntó a Gomes qué tipo de consultorías ofrecía su cliente. “Eran consultorías de relacionamiento, especialmente en el extranjero, en América Latina, Perú, Uruguay, Argentina”, respondió. Poco después, añadió que se encontró con Dirceu en Uruguay, durante una de las gestiones que desarrolló para una empresa.

    “¿Me puede decir, sobre todo en el caso de Uruguay, (dado) que usted ha dicho que estaba con él, el nombre de algunas personas que se reunieron allí?”, preguntó la defensa. Y Gomes respondió: “Estuvimos en Ancap, una vez fuimos en representación ante Ancap. La agenda fue un proyecto de exploración de mineral de cal en Uruguay por una empresa brasileña que estaba interesada en asociarse con la petrolera estatal de Uruguay para la investigación de la producción de cal y cemento”.

    Cuando llegó su turno, el representante del Ministerio Público Federal quiso conocer más en detalle qué tipo de asesoría brindaba Dirceu.

    —¿El señor dice también que en Uruguay hubo una visita para exploración, prospección de negocios de exploración de cal? —preguntó el fiscal.

    —Exactamente. Nosotros no teníamos un contrato, era un amigo mío que vivía en Uruguay, llamado Alexandre Amorim, que nos auxiliaba con SPA en la prospección de negocios en Uruguay, que presentó esta propuesta y yo busqué un empresario brasileño que pudiera invertir en una asociación con Ancap para hacer, construir una fábrica de cemento y cal, junto con Ancap —detalló Gomes.

    El juez del caso le pidió a Gomes que especificara a qué se refería con que Dirceu hacía “consultoría de relacionamiento”. El interrogado dijo que era “entablar relaciones con las personas que tienen poder de mando en las empresas, ya sean empresas de propiedad estatal”. Y minutos más tarde, consultado por un caso específico en Perú, añadió que era “abrir contactos y canales con el gobierno peruano para que la gente pudiese conversar sobre ese proyecto”.

    El juez concluyó que Gomes caracterizaba el trabajo de Dirceu como “lobby”.

    En el interrogatorio no volvieron a insistir en el tema Ancap, ni preguntaron si la presencia de Dirceu en la reunión con la petrolera uruguaya fue en representación de SPA Ingeniería u otra de las empresas para las que trabajaba. El ex jerarca procesado fue consultor, entre otras, de Camargo Correa —que estuvo asociada a Ancap—, Votorantim —que llegó a un acuerdo con la petrolera uruguaya para construir la planta de cal— y de la constructora OAS —cuyo trabajo en la frustrada construcción de una planta regasificadora es objeto de investigación parlamentaria.

    En un escrito que presentó la defensa de Dirceu a la Justicia, se cita un documento de SPA Ingeniería —que hizo negocios millonarios con licitaciones públicas en Brasil tras contratarlo— en el que la empresa aclaró que los servicios que le brindó el ex jefe de la Casa Civil brasileña en Uruguay contaron con la intermediación de Gomes y Amorim.

    Esta semana la fiscalía brasileña denunció, otra vez, a Dirceu por recibir “propinas” para favorecer a empresas. El político fue procesado dos veces en el marco del “Lava Jato” y debe cumplir penas que suman más de 30 años. Para el juez de la causa, Sérgio Moro, Dirceu fue uno de los creadores del esquema de corrupción que favoreció al PT y a sus dirigentes, y que sus contratos de asesoría eran una pantalla para recibir sobornos.

    Fundador del PT y hombre fuerte durante el primer gobierno de Lula, Dirceu debió dejar su cargo cuando fue condenado en 2005 por su participación en el “mensalão”, un escándalo de corrupción que implicaba el pago de sobornos a diputados a cambio de que apoyaran proyectos del Poder Ejecutivo.

    Investigación.

    El trabajo conjunto entre Dirceu y Gomes, que incluyó la reunión con Ancap por el negocio de la cal, se produjo entre el 2009 y el 2011. De acuerdo con Gomes, fue Amorim quien le informó que había una oportunidad para explotar.

    Amorim fue asesor de la OPP, contratado por el subdirector de la época, Conrado Ramos. En una entrevista que brindó en 2007 al diario “La República”, Amorim dijo que militaba en el PT desde los 13 años y que ocupó cargos públicos durante los primeros gobiernos de ese partido. En la OPP trabajó al menos hasta el 2009, pero ahora no tiene ningún cargo, según dijeron a Búsqueda fuentes de esa dependencia.

    En 2010 la petrolera estatal buscaba ampliar su trabajo en ese ramo y construir nuevas plantas de producción de cal. En ese momento, firmó un contrato con Electrobras CGTEE —uno de cuyos ex directores, Valter Cardeal, es objeto de investigación en el marco del “Lava Jato”— para proveerla de cal.

    Ese negocio de Ancap, que arrojó pérdidas millonarias, es uno de los que investiga la Justicia Especializada en Crimen Organizado de Uruguay luego de que la oposición política denunciara presuntos hechos delictivos.

    La semana pasada gerentes de Ancap y el empresario brasileño Acir García, que proveía servicios de transporte de cal desde una planta en Treinta y Tres hasta Brasil, debieron declarar ante la jueza Beatriz Larrieu y el fiscal Luis Pacheco.

    García dijo que fue él quien le comentó al gerente de la División de Portland, Juan Romero, e incluso a Raúl Sendic, entonces presidente de Ancap, sobre la oportunidad de negocio con CGTEE (Búsqueda Nº 1.915).

    Cuando el empresario tuvo problemas con el negocio producto de los incumplimientos de Ancap, la estatal le “dio una mano”, otorgándole adelantos por más de dos millones de dólares, lo que, según declaró, le permitió mantenerse a flote.