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    El 65% de los uruguayos está de acuerdo con que el femicidio sea un agravante, aunque el respaldo decae entre los más educados

    La mayoría de los uruguayos está de acuerdo con que el femicidio sea un agravante del delito de homicidio, pero el apoyo a esa medida, planteada en un proyecto de ley que tiene media sanción en el Parlamento, decae cuanto más educadas son las personas.

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    Una encuesta realizada en marzo por el Monitor de Opinión Pública de Opción Consultores a la que accedió Búsqueda, arrojó que el 65% de los consultados está de acuerdo con el proyecto. Un 26% se mostró en desacuerdo con la iniciativa y un 9% no respondió.

    Opción realizó una encuesta en línea a 1.300 mayores de 18 años residentes en todo el país, en la primera quincena de marzo, cuando el tema estaba en discusión en el Senado, que finalmente lo aprobó por unanimidad un mes después.

    Considerando el sexo de los encuestados, se observa que el 71% de las mujeres afirma estar de acuerdo con la medida. Esto son 11 puntos más sobre la aprobación de los hombres, quienes mostraron un acuerdo del 60% y un desacuerdo del 32%.

    En cuanto al nivel educativo, el nivel de apoyo cae cuanto más educadas son las personas. En el nivel educativo bajo, el 77% se mostró de acuerdo y solo un 17% en desacuerdo. En tanto, en el nivel educativo alto, el 56% estuvo de acuerdo y el 32% en desacuerdo. Quienes reportaron un nivel educativo medio, presentan un acuerdo del 60% y un desacuerdo del 30%.

    En cuanto a las identificaciones partidarias, los votantes de todos los partidos políticos muestran acuerdo con la iniciativa, pero los frenteamplistas demuestran una mayor coincidencia, alcanzando al 76%.

    Los votantes de los partidos tradicionales presentan mayor desacuerdo. Entre los que declararon haber votado al Partido Nacional, el 56% se define en acuerdo con el proyecto y el 37% en desacuerdo, mientras que en el caso de los votantes del Partido Colorado el 50% está de acuerdo y el 36% en desacuerdo. En el Partido Independiente se muestran a favor de la iniciativa el 67% y aquellos que manifestaron votar en blanco o anulado están en acuerdo en el 57%.

    Opción concluyó que los resultados de la encuesta muestran que existe un importante apoyo a la medida en términos generales. “Es una postura transversal a los votantes de todos los partidos políticos, y es coherente con el hecho de que el proyecto lleva la firma de representantes de cada uno de ellos. Aun así, los votantes frenteamplistas son quienes aprueban la medida en mayor porcentaje.

    “Es importante destacar que este apoyo puede responder a varios indicadores, como la sensibilidad de la temática, el lugar que ha ocupado en la agenda pública, la relevancia que el tema ha despertado a partir de la fuerte influencia de los movimientos sociales afines”, explicó la analista de Opción Eliana Álvarez.

    Según la consultora, “el apoyo popular es un insumo importante para la consideración parlamentaria del asunto. En el otro extremo, y aunque el desacuerdo con el proyecto no es mayoritario en ningún caso, los hombres, los más educados y los votantes de los partidos tradicionales son quienes muestran mayor desacuerdo con la iniciativa. Estas expresiones de desacuerdo pueden tener diversas explicaciones, por ejemplo: la afiliación con posturas críticas a la ‘discriminación positiva’, la discrepancia con las definiciones que el proyecto realiza y sus implicancias, entre otros”.

    Solitario.

    El proyecto de ley, que tipifica el asesinato de una mujer “por su condición de género” como “agravante muy especial” del homicidio, ha recibido críticas de varios abogados penalistas, que consideran, entre otras cosas, que violenta el principio de igualdad y que aumentar las penas no repercute en una disminución de los homicidios.

    Casi en solitario entre sus colegas, el abogado Mario Spangenberg apoyó el nuevo texto legal en una charla que realizó en el marco de una jornada organizada por la Asociación de Magistrados y la Fundación de Cultura Universitaria para analizar el proyecto de ley integral contra la violencia de género que está a estudio del Parlamento.

    “Estoy en minoría, solo, pero no me preocupa, porque la ciencia no es para ganarse fans”, afirmó Spangenberg. Según el experto, el femicidio “protege bienes jurídicos constitucionales válidos y legítimos”, porque en la sociedad “existe una estructura desigual entre hombres y mujeres”.

    En cuanto al principio de igualdad, afirmó que no le parece aceptable que “en 2017” haya que “recordar que no es lo mismo la igualdad formal y la material”.

    “Esto ya estaba en Aristóteles hace 2.300 años. Sería violatorio si el agravante se aplicara cuando la víctima fuera un hombre, porque estaría incentivando la desigualdad de base”, opinó. En cambio, al aplicarse sobre un sector que se encuentra en una posición de desventaja, no afrenta el principio de igualdad, sostuvo.

    Spangenberg, quien cree que el proyecto aprobado en el Senado mejoró el texto original, consideró también que el derecho penal “tiene un efecto comunicativo importante y la obligación de dar explicaciones a la sociedad”.

    También advirtió que un obstáculo para comprender el tema es que la violencia de género “es un problema social global, pero las normas penales son de actos individuales y concretos, eso conduce a problemas de asimilación”.

    Spangenberg consideró también que “es deshonesto” decir que los femicidios “no son tantos casos” para cuestionar su introducción como agravante. Según este especialista, “es absurdo y epistemológicamente falso, porque por veneno o métodos estragantes hay menos casos y sin embargo”, son agravantes en el Código Penal.

    El femicidio fue votado por unanimidad del Senado luego de que ocurrieran varios casos en los primeros meses del año que provocaron conmoción en la opinión pública. Ahora deberá ser analizado por la Cámara de Diputados.