Sr. Director:
Sr. Director:
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“El FA no quiere militares y punto”. Esto dijo a El País el 12/10/19 el Dr. Jorge Larrañaga. Igual que usted, senador, somos miles quienes no entendemos por qué el partido de gobierno odia tanto a los servidores públicos más sumergidos del Estado. Son los que nos enorgullecen por su actuación alrededor del mundo o acá y ahora, cuando los vemos en la TV -casi sin comer ni dormir muchas veces- ayudando sin horario a los compatriotas en problemas, sin preguntarles nunca a qué partido votan ni cuánto más que ellos cobran a fin de mes.
Por eso y para ilustrarnos mejor a todos, quizás usted podría hacerle al Frente Amplio las preguntas que siguen y las otras que surjan al leerlo.
-¿Por qué se ocultaron durante medio siglo las armas con las que se asesinó a 37 policías, 17 militares y 17 civiles en las décadas de los 60 y 70?
-¿Por qué no las entregaron al Estado cuando la democracia les otorgó la libertad, pese a que apenas habían estado en la cárcel menos de 15 años por los secuestros, robos, asaltos, incendios y otros actos terroristas, además de los 71 homicidios citados?
-¿Quiénes robaron 455 armas operativas y bien conservadas del arsenal de Feldman, decomisadas por la Justicia penal y prestadas a la Guardia Metropolitana, sin condiciones ni plazo, para utilizarlas libremente y sin peritarlas antes por si se usaron para delinquir?
-¿Se ignora aún si fueron los mismos NN quienes pusieron 606 armas distintas, viejas y herrumbradas, para sustituir a las robadas?
-El juez de Crimen Organizado que las prestó, la Policía, el ministro del Interior y dos presidentes de la República ¿nunca se enteraron de ese grave delito y por eso jamás lo denunciaron a la Justicia, como ordena la ley, ni abrieron siquiera un sumario administrativo para identificar a los culpables?
-Si no se hizo nada en relación con esto y el juez penal responsable no peritó las armas de Feldman decomisadas, ni las sustitutas que él no conocería, ¿cómo se sabe si esa enormidad de armas no se usaron en el pasado, y hasta su aparición, para cometer delitos violentos?
-Y si hubieran sido los mismos policías quienes las robaron, ¿quién puede evitar que cometan crímenes con ellas y después, como se ve hasta en las películas, se las “planten” a personas inocentes para perjudicarlas?
-Si esta posibilidad no deseada fuera la verdadera: ¿cómo, dónde y para qué podría ocultar antes la Policía 600 armas de fuego no registradas?
-¿Se comunicaron los tipos, números, etc., de las armas robadas a la Justicia, a Interpol y a las autoridades de los países vecinos para saber si aparecen en otro lado o si están siendo empleadas en Uruguay por la delincuencia en sus ataques, o en los homicidios y femicidios que se cometen cada día?
-¿Por qué el ministro de Defensa se resiste a cumplir la ley y no despliega a las Fuerzas Armadas en la frontera, con la excusa de que “falta la reglamentación”, cuando es público y notorio que el narcotráfico, los contrabandistas comunes ¡y hasta los sicarios! entran y salen de Uruguay como de su casa?
-¿Cómo puede hacerse un gran despliegue territorial (y televisivo) de la Guardia Republicana como garante de la vida y los bienes de todos, cuando del arsenal de su hermana menor, la Metropolitana, cientos de armas mortíferas, sufrieron “una curiosa metamorfosis” y otros cientos “cambiaron de manos” (W. Beltrán, El regreso de Feldman, elpais.com.uy) ¡y hasta tuvieron cría como los seres vivos! sin que alguien se enterara de ello y nadie lo denunciara hasta hoy?
-¿Por qué se asusta a la población con “los militares”, “la mano dura” y “el gatillo fácil”, cuando el gobierno importó cientos de miles de municiones dum-dum prohibidas para la guerra porque destruyen, literalmente, los órganos de quienes reciben el impacto? ¿Cree alguien que el viejo Hospital Militar hubiera podido salvar a Raúl Sendic y José Mujica, si las FFAA eran quienes las usaban para frenar la subversión armada? ¿Qué dirían todavía hoy en todos los medios?
-Además, si se informó hace meses que el gobierno planea comprar “armas no letales” para detener a los delincuentes: ¿a quién planean destrozar con las balas dum-dum? ¿Pueden informar a la ciudadanía a qué unidad policial se le asignó tal munición? ¿Qué dicen el INDDHH de Uruguay, y los de la OEA y la ONU, sobre la atrocidad que el gobierno uruguayo planea perpetrar?
-¿Y qué pasó con el monumento que decretó José Mujica -con la colaboración del Gral. del Aire José Bonilla-, juntando, según se dijo, las armas de los terroristas con las de la fuerza pública que los combatió? El revuelo que generó el Decreto 4039 del 26/02/15 fue relatado y analizado por Dino Capelli, Uruguay, para “elmundo.es” del 27/05/2015 con el título Las armas que usaron los tupamaros generan debate 50 años más tarde. El hecho y las reacciones provocan también preguntas que se tratará de resumir.
-¿Cuáles son y dónde estaban las armas tupamaras que “encontró” Bonilla, las que estuvieron 50 años “olvidadas” en un rincón del Servicio de Material y Armamento (SMA) del Ejército, sin ser inventariadas ni destruidas como manda la ley: igual omisión grave que la descubierta y denunciada por el Dr. Chalar respecto a las de Feldman?
-¿Por qué esas armas no se incluyeron en las 15 toneladas, estimadas (“un camión grande con un tráiler o remolque, también lleno”) destruidas en una siderúrgica en 1981 por orden judicial?
-¿Dónde consta que alguien ordenó guardar las armas, aún útiles, del personal que combatió a la guerrilla en todo el país, darles otras a todos para seguir su actividad y preservar las usadas como recuerdo de esa trágica etapa de nuestra Historia? ¿Qué unidad se designó para preservar ese “recuerdo” tan voluminoso?
-Si a eso se suma el cubicaje y el peso de las presuntas armas tupamaras olvidadas, ¿es creíble que el resultante de su fundición conjunta sean solo esas “tres palanquillas identificadoras del lote 16.871”, donde “hay armas requisadas por las Fuerzas Armadas a los guerrilleros. También en ese lote se ubican armas empuñadas por los militares para combatir al enemigo”, como dice elmundo.es? (Si tiene dudas, busque en Google: palanqilla,GerdauLaisa)
Surge, entonces, que en “la donación de la empresa Gerdau Laisa Sociedad Anónima” -que el Estado aceptó- habría armas tupamaras ya fundidas, que solo podrían ser un resto que conservó la empresa que las destruyó en 1981. Pero no hay datos de cuántas, ni cuándo, ni por qué se destruyeron las armas militares y se fundieron luego con las subversivas. Solo Gerdau Laisa puede aclarar esto. Pero si se acepta que esto fue así, alguien tendrá que contestar otras preguntas.
-¿Es razonable que excompañeros del entonces presidente José Mujica, incluida su cuñada, protestaran, escandalizaran, insultaran y amenazaran al presidente de Uruguay, a riesgo de ir presos, para que “no entregara la lanza del indio” -algo sagrado para ellos-, si eso ya era más un riel de ferrocarril que un montón de armas de fuego para seguir peleando?
¡De ninguna manera! Sin duda, ellos exigían que se preservaran las armas del MLN-Tupamaros que nunca entregaron -igual que el Partido Comunista-, que estaban ocultas como las de Feldman y que querían conservar para usarlas cuando lo creyeran conveniente. Eso es lo que ellos exigían, pero no al presidente constitucional sino a quien, según sus leyes, tenía la potestad sobre las armas tupamaras. Por coincidencia, esas armas, y las del Estado democrático, estaban bajo la autoridad de la misma persona. Igual que en Venezuela.
-¿Tiene sentido, en este punto, preguntar qué denuncias hizo la Fiscalía contra quienes amenazaron de muerte al presidente de la República para impedir que hiciera lo que un decreto del Poder Ejecutivo disponía?
Eso es irrelevante tras lo que surge de estas líneas. Pero vale recordar que, por algo mucho menor, quisieron enviar a la cárcel a un general retirado. Fue por su presunta amenaza a quienes, abusando de la ley penal, provocaron la muerte en la cárcel de un camarada inocente. Porque el Gral. Miguel Dalmao conoció a “su víctima” cuando ya estaba muerta.
-Tengan o no respuesta lógica y aceptable las interrogantes precedentes ¿no será, senador, que lo que algunos NO QUIEREN es tener que enfrentar a unas FF.AA. democráticas, bien entrenadas, conducidas y motivadas, guiadas por el amor a la patria y por su voluntad de mantenerla libre e independiente de todo poder extranjero?
-¿No será que el arsenal Feldman operativo, útil, el que robaron en la Metropolitana y los otros que existan, pueden ser para reeditar el Plan Contragolpe, el ideado en el 70, bajo la dirección del Gral. Seregni, para “contrarrestar a la derecha”? Eso lo detalló en su libro el Gral. Pedro Aguerre Albano, que fue protagonista, lo informó el semanario Búsqueda el 10/01/2013 en su página 9 y hasta hoy nadie lo desmintió.
-Y al hablar de la Guardia Metropolitana no puede eludirse otra pregunta: ¿será una coincidencia temporal, o habrá una relación causal entre el reclamo inicial del Dr. Chalar de que envíen las armas al SMA; el reintegro apresurado y erróneo de 900 armas cuando debían ser 739; la desaparición y ejecución mafiosa del GEO Pablo González, que, según información confidencial a El Bocón, “estaba al tanto de información sobre el caso del contador Saúl Feldman” (elbocón.com.uy, 29/09/2015: “Le tiraron el cuerpo en el jardín de Mujica”); la denuncia penal del exministro de la SCJ ante el Juzgado de Crimen Organizado de la jueza Adriana de los Santos, recién después que se jubiló, y la dramática caída del porcentaje de los homicidios aclarados, que apenas promedia 54,57% entre 2013 y 2019, como adelantó El Observador (elobservador.com.uy, 23/01/2015, Cruce de ADN da positivo o caso Lola se congela) y registra Fundapro (Tasa de No Esclarecimiento de Homicidios Consumados–Datos Oficiales, informe del 25/09/2019).
Perdone el atrevimiento, senador, y que pueda parecer “un mal pensado”, pero sin esperar a que los responsables contesten lo anterior y ante las advertencias (¿o amenazas?) de la Sra. Vicepresidenta y de otros voceros del FA, creo que los ciudadanos y la población toda tenemos el derecho a pedir algo al Sr. Presidente de la República, por intermedio suyo y de quienes quieran acompañarle.
Le pedimos al Sr. Presidente Tabaré Vázquez que se haga responsable de que su fuerza política y todos los partidos que la integran respetarán lo que decidamos libremente en las urnas el próximo domingo 24.
Y, también, que ordenará a todas las fuerzas a su mando que recuperen las armas que fueron robadas del cuartel de la Guardia Metropolitana y todas las otras armas ilegales que puedan encontrar, antes de la asunción del próximo gobierno.
Justo José