• Cotizaciones
    miércoles 22 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    El día del retirado militar

    Sr. Director:

    El 5 de setiembre se conmemoró el Día del Retirado Militar. Más allá del festejo y las salutaciones correspondientes destaquemos el profundo significado que en los tiempos que corren adquiere esta condición de revista. El contenido histórico de esa fecha (5 de setiembre de 1820) en que el general Artigas cruzó el río Paraná en su exilio al Paraguay para nunca más regresar, está revirtiéndose simbólicamente.

    Como en todos los ejércitos, el veterano castrense que ha alcanzado las condiciones legales para culminar su vida activa dentro de las filas adquiere un estatus de pasividad especial denominado “retiro”, por el cual accede a los beneficios sociales correspondientes, a la vez que conserva determinados derechos y obligaciones para el resto de su vida. Es decir, un exilio profesional simbólico y voluntario.

    Es obvio y sería reiterativo insistir en que la situación del retirado militar es diferente a la condición del jubilado civil y que por tanto cualquier comparación para justificar modificaciones al Servicio de Retiros Militares es falaz y maliciosa.

    Es oportuno analizar el gran efecto de esta campaña, cuya finalidad última por cierto, no es reparar el enorme déficit fiscal del Estado sino debilitar la moral militar, a la vez de imponer condiciones legales y económicas injustas tanto a activos como pasivos, revirtiendo ese exilio simbólico.

    En efecto, este nuevo nivel de crisis institucional ha generado efectos completamente adversos a aquellos objetivos, reforzando el espíritu de cuerpo de sus miembros y más monolíticamente fraguada que nunca, la unidad y su alta moral.

    Basta comprobar los renovados impulsos con que algunos militares participan en temas de defensa, seguridad y últimamente en disímil debate, confrontando sectores con amplio respaldo y difusión mediática, acerca del proyecto de reforma de la exprofeso mal llamada caja militar.

    Estos veteranos han comprendido también que uno de sus derechos más importantes, resignados al abrazar la carrera de las armas —la libertad de expresión— es una herramienta a la cual no han recurrido con la frecuencia que las circunstancias exigen para defender sus derechos.

    Otros, cuya formación por naturaleza, códigos y cultura militar generalmente han sido prescindentes de la actividad política, están comprendiendo que su silencio muchas veces ha sido malinterpretado y hasta subestimado por sus representantes políticos.

    Por eso y desde hace algún tiempo, han surgido inquietudes por dirimir los pleitos políticos participando directamente en la arena, sin esperar más mediaciones políticas favorables, lo cual no es nuevo en la historia de nuestro país. De hecho, los principales partidos políticos han sido fundados por militares.

    Muchos y en forma cada vez más generalizada, están comprendiendo también que su condición de retiro, junto con el derecho al uso del uniforme, les impone la obligación de ser llamados a filas como integrantes de la reserva y, como tales, han renovado sus votos de lealtad, el orgullo de vestir nuevamente el uniforme y acompañar a sus camaradas en actividades profesionales y protocolares.

    Pero más allá de la condición legal del retiro, está germinando la figura formidable del veterano, fuente de sabiduría, ejemplo y experiencia de los ejércitos más profesionales. Quien supo vestir con orgullo y dignidad el uniforme de la patria y vibra con cada nota del clarín en simbiosis perfecta con sus camaradas en actividad.

    Esa condición, respetada en todo el mundo, es frecuente fuente de consulta profesional, no solo en los ámbitos docentes, sino a diferentes niveles de representación y asesoramiento castrense y civil. Todo esto no hace más que fortalecer ese espíritu de cuerpo tan particular de los soldados sin diferencia de jerarquías. Ya es más que frecuente el eslogan entre veteranos y activos: la institución somos todos.

    Escudriñar los diferentes ámbitos castrenses, incluyendo decenas de centros, clubes, asociaciones y federaciones de militares, revela a simple vista este sorprendente fenómeno, en el que se amalgaman sentimientos sagrados de la cultura militar, muchas veces tan distantes de la comprensión del estamento político, quienes son los que precisamente deberían tenerlo más claro. No olvidemos que la defensa nacional es un asunto del más alto nivel de decisión política.

    Este efecto catalizador, incentivado entre otras cosas por el resultado nefasto del malinterpretado silencio austero de tantos años, cuya consecuencia más directa ha sido la frecuente subvaloración social y profesional de los militares, se ha visto potenciado recientemente por la continua e irracional agresión de ciertos sectores de la izquierda, manipulando con sus influencias dentro del gobierno, proyectos claramente discriminatorios de la familia militar como el del Servicio de Retiros.

    Sin embargo, el alto nivel de consideración profesional que conservan nuestras instituciones armadas a lo largo y ancho del planeta, así como la renovada corriente de simpatía popular reflejada en los últimos sondeos de opinión, permiten percibir una clara condena social hacia estas campañas de la extrema izquierda y sus compinches, no solo por parte de los militares y su entorno sino también por un sentimiento cada vez más revulsivo de la población en general.

    En un mundo tan volátil, adonde las amenazas a la paz son cada vez más difusas e insospechadamente cercanas, reconforta poder apreciar que las Fuerzas Armadas están recuperando el nivel de respeto y consideración, así como que los cientos de miles de miembros en actividad, veteranos y sus familias por sus propios méritos y con dignidad, vuelven a disfrutar del sitial que como ciudadanos les corresponde, tal como se concibe para toda sociedad democrática y una sana nación libre.

    Así como el pensamiento del general Artigas —el mejor entre todos nosotros— nunca se fue, su espíritu militar sigue vigente y pronto a formar.

    Coronel (R) Arquímedes Cabrera