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Soy un profesor de secundaria de séptimo grado. Es decir, uno que ha transitado por las aulas liceales más de 24 años como docente, más los 6 como estudiante (sin olvidar los 4 del IPA, Instituto de Profesores Artigas).
Por eso, aunque no soy vocero de ninguna organización, me siento con derecho a opinar sobre los paros y posible huelga liceal, en mi nombre y en el de mis cientos de alumnos, que no tienen micrófonos y cámaras que les pregunten qué opinan.
Quizá alguien recuerde que fui uno de los (pocos) que salimos a los medios cuando disminuyeron las horas de inglés en secundaria en 2006, hasta el día de hoy.
Nunca he apoyado los paros en este cuarto de siglo, por la razón del artillero: aunque en los 12 años de dictadura militar estuve 4 en la resistencia clandestina, tres preso y cinco exiliado, (pa’ que no digan que soy un “fascista”) luego aprendí en carne propia en Suecia (como sabrán los que hayan leído LOS HOMBRES GRISES en Internet) que la comunista es la peor dictadura. Y los que dirigen el sindicato son comunistas del PCU o neocomunistas del movimiento 26 de Marzo y Unidad Popular. Amén de algunos anarcos. Basta ver en las fotos detrás de los dirigentes los afiches con Fidel Castro.
O sea que en estas décadas, con gobiernos de todos los partidos, he sido siempre carnero (animal combativo si los hay) y nunca oveja sumisa de la dictadura sindical.
Pero además, como casi todos los que no adhieren al paro, no quiero que me descuenten grandes sumas de mi magro sueldo para no obtener nada. Magro, porque como muy bien dijo un sindicalista, equivale a lo que reciben los parlamentarios para comprar diarios.
Pero primero veamos qué representatividad tiene el sindicato que convoca, y quien gana y pierde con las paralizaciones.
Ades DICE tener afiliada a casi la mitad de los 8.000 profesores de Montevideo. Pero en la elección de su directiva y la asamblea que fijó la fecha de la huelga participaron 400. Un 5% del cuerpo docente de secundaria.
¿Quién gana? Solo el que paga los sueldos, que se ahorra el de los que adhieran.
¿Quién pierde? Los alumnos, los que adhieren, los padres, los comerciantes de dentro y cerca de los liceos.
¿Qué resultado han obtenido hasta ahora los paros? No se ha logrado nada más que descuentos.
“Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes”, dijera Einstein.
Finalmente, un breve mensaje a la ministra y otro a los sindicalistas.
Ministra: sus amenazas solo echan más leña al fuego, y ¿también nos hará trabajar hasta Navidad o en el verano a los muchos que no acatamos?
Colegas del sindicato: háganse un recortecito de pelo y barba antes de salir tanto en cámaras. Están haciendo quedar al cuerpo docente como unos desprolijos.
Saluda attmente.
Prof. Antonio Romero Píriz