Entre políticos, religiosos y chamanes

Con la influencia de su esposa Michele, Bolsonaro se distanció del catolicismo y se recostó a los evangelistas. Para demostrarlo se bautizó con su rito en el bíblico río Jordán. Michele es pentecostal desde la adolescencia y adquirió protagonismo mediante su prédica de que su marido es “elegido por Dios”. Le salió bien porque así llegó a la presidencia. Sin embargo, su futuro político es incierto, aunque el peso evangelista se mantenga o aun crezca. Corre el riesgo de que alguna sentencia de alguno de los juicios a los que será sometido pueda prohibirle la actividad política. Si ocurriera, muchos han puesto sus ojos en Michelle como candidata del Partido Liberal para las elecciones de 2026, aunque por ahora lo descarta.

Uruguay presenta características diferentes. La secularización del país se inició hace más de un siglo con la Constitución de 1918. Desde entonces la separación de la Iglesia y el Estado se ha mantenido firme, salvo la instalación de la Cruz del Papa (en homenaje a la primera visita de Juan Pablo II) en 1987 (Ley 15.870), que los historiadores Gerardo Caetano y Roger Geymonat interpretan como de “cierta erosión” en la historia. En el país la mayoría de los grupos evangelistas están desperdigados en pequeñas comunidades barriales con predicadores que se dedican a su coto de caza. Otros se nuclean en torno a grandes templos que fueron antes salas de cine. Algunas fuentes estiman entre 9% y 12% a quienes se definen en Uruguay como evangelistas, lo que arroja un total cercano a las 300.000 personas.

A diferencia del resto de la región, en Uruguay la presencia de religiosos en cargos políticos es menor. La magíster en Sociología María Victoria Sotelo Bovino dice en el artículo La presencia de los evangélicos en la arena política uruguaya que La Iglesia Misión Vida para las Naciones es la que mayor proyección tiene. De sus filas surge el primer pastor en la historia uruguaya que llega al Parlamento, el diputado por Montevideo del Partido Nacional Álvaro Dastugue. Hay otros notorios en el Partido Nacional como los diputados Gerardo Amarilla y Benjamín Irazabal. También han tenido respaldo evangelista la exsenadora Verónica Alonso y el senador Juan Sartori, ambos nacionalistas.

Señala Sotelo Bovino que al comenzar la legislatura 2015-2020 16 personas entre diputados, ediles y cargos de confianza recibieron una bendición religiosa en la ceremonia Consagración cristianos en el gobierno. Se comprometieron a respetar la Constitución y las leyes “siempre y cuando no contradigan la palabra de Dios”. Aseguraron que acatarán “los dictados” de sus conciencias “informados por la palabra de Dios, por encima de toda lealtad personal o partidaria”, y que la “base” y el “fundamento” para su actividad sería el Evangelio.

La descrita situación latinoamericana había transcurrido sin que los evangelistas tuvieran una proyección política fuera de la región hasta que se produjo debido a la emigración. El Partido Popular (PP), de centro derecha y que gobierna en Madrid, vio en los evangelistas residentes en la capital española un filón electoral. Los inmigrantes latinoamericanos oscilan en alrededor de 900.000, de los cuales se estima que 250.000 están habilitados para votar en las elecciones municipales de la capital previstas para el 28 de mayo.

El PP no se quedó en los templos de barrio. Con el objetivo de captar votos evangelistas, el 25 de marzo, cinco días antes del regreso de Bolsonaro a Brasil, organizó el acto Europa es hispana con la comunidad iberoamericana, con la intervención central de la colombiana Yadira Maestre, una predicadora neopentecostal del Centro Apostólico Cristo Viene. Desde el escenario de un recinto colmado (al fondo un muy pequeño grupo agitaba una bandera uruguaya) la pastora reiteró las propuestas evangélicas. Su prédica incluye “curar” la homosexualidad, oponerse al matrimonio gay y al aborto y sostiene que mediante una imposición de manos ha curado cegueras y el cáncer de su madre. Saltó, corrió, bailó y como un ventilador agitó los brazos sin cesar. Advirtió sobre endemoniados, pactos con el diablo e intenciones satánicas. La plana mayor local y nacional de los dirigentes populares estuvieron presente y aplaudieron entusiasmados.

La batalla del PP no apunta a ganarle las elecciones de Madrid al Partido Socialista porque ya lo ha conseguido en las últimas 11. Las encuestas le dan una ventaja de 27 puntos. La pretensión del PP es alcanzar la mayoría absoluta. Por eso cada voto cuenta. En las últimas elecciones obtuvo el 44,76% de los votos y 65 escaños en la Asamblea de Madrid, a cuatro de la mayoría absoluta de 69 diputados. Esta operación montada en la capital es seguro que se extenderá a todo el país para las elecciones generales de diciembre porque miles de otros inmigrantes están también instalados en Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana e Islas Canarias.

La escenografía montada por el PP con la pastora Maestre como protagonista bien pudo ser ignorarla por el gobierno. Pero el 2 de abril el propio presidente español Pedro Sánchez la trajo a colación. Reivindicó la “paz social” y los datos económicos logrados durante su gestión gracias a la agenda de reformas impulsada por su gobierno y aseguró que el Partido Popular “no tapará” ni con “ruido” ni con “chamanes y telepredicadores”. Al intentar descalificar, implícitamente sacó a la luz su preocupación.

Esto recién empieza.