En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Tranquilos: según dicen desde el gobierno y desde las filas parlamentarias del gobierno que son oposición (MPP + requeches), el Antel Arena se va a construir, pero lo harán a un ritmo diferente del planificado en un principio por ellos (y cuando digo “ellos” me refiero a los que ahora son oposición adentro del gobierno que fueron gobierno en el período pasado mientras los que son gobierno ahora eran oposición). Un ritmo mucho más parecido a “nunca”. Para ser precisos, hablamos de un ritmo muy conocido en estos pagos que se ubicaría entre “muy lento” y “nunca”. Es un ritmo más en nuestra onda, más uruguayo; si las sociedades producen a diferentes ritmos, a los que podríamos encasillar en varias y arbitrarias categorías:
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
vertiginoso (ej: China y Japón), muy rápido (ej: Alemania, USA, Canadá, Australia y países integrados por sajones en general), rápido (Noruega, Finlandia, países escandinavos en general y algún eslavo), normal (países europeos de origen latino), lento (países latinoamericanos no caribeños), muy lento (países latinoamericanos caribeños), y nunca (África y Musulmania, que han decidido quedarse en el medioevo con todo gusto y orgullo), nuestro ritmo de producción se encuentra claramente entre las categorías “muy lento” y “nunca”; ese es el ritmo uruguayo, no es el candombe, ni el tango.
En ese ritmo habría entrado el Antel Arena, que en los próximos años se va a ver más como el Antel Arenero, un lugar para que nuestros niños socialicen a la vieja usanza, con la ventaja de que al ser una zona provista de wi-fi las criaturas podrán llevar sus ceibalitas y buscar pelotudeces en internet, mientras reviven la tradición del arenero que tan bien le hizo a esta sociedad. Uruguay dejó de ser una sociedad horizontal cuando se acabaron los areneros. Esos lugares en los que todos los niños eran igualmente permeables al aburrimiento feroz y los gérmenes (ambas pestes nos igualan a todos los humanos), y que al contagiarse eran también igualados con otros niños del pasado que habían sido presa de esos mismos virus que sobrevivían en esa misma arena que tuvo al niño Ghiggia entre sus granos así como al pequeño Diego Forlán. Nunca más volvimos a ser esa sociedad abierta y plana después de que cerraron los areneros.
Hablando de cerrar, Chery se va definitivamente, se acabó el sueño de ponerle el señalero y las balizas a los autos chinos, que es lo más cerca de la producción automotriz que vamos a estar. Otro sueño del Uruguay industrial que se nos cae, qué pena. Todo hace pensar que no somos el país que Batlle Berres soñó, no se nos da mucho la industria. Juan Castillo había dicho que esto se solucionaba vendiéndole los autos a Venezuela. Increíble cómo a veces las grandes ideas naufragan, ¿no?, parecía una alternativa muy viable que Venezuela, que está fundida hace 3 años, nos comprara los autos chinos que ya no nos compra Brasil, fundido hace un año y medio.
Distinto lo de los lácteos, ahí sí la hicimos bien y funcionó. Le pagamos adelantado la deuda a Venezuela por petróleo (U$S 260 millones aprox.), esto lo hacemos por medio de la compra de deuda, que para nosotros sigue siendo barata en los mercados, para que ellos con esa misma plata que cancela la deuda adelantada le paguen la deuda a nuestras empresas lácteas (50 millones aprox.), y de ese mismo monto paguen futuras exportaciones (por 300 millones aprox.), o sea: nos endeudamos nosotros para pagarle a Venezuela para que reviva la industria láctea uruguaya. ¡Brillante! Sí, ya sé, hicieron las cuentas y faltan 100 millones, los cobraremos a otro ritmo (entre “muy lento” y “nunca”).
Bienvenidos a esta nueva etapa de enfriamiento de la economía: lo que no para se enlentece (hasta el punto de parecer que paró), lo que no se enlentece se va, y lo que no se va se subsidia.