Las experiencias en Holanda, Australia, España y Estados Unidos son mencionadas por el gobierno uruguayo para fundamentar su propuesta sobre control y regulación de la producción y consumo de marihuana.
Las experiencias en Holanda, Australia, España y Estados Unidos son mencionadas por el gobierno uruguayo para fundamentar su propuesta sobre control y regulación de la producción y consumo de marihuana.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“En los años 70 Holanda inició una experiencia pionera, basada en un enfoque pragmático de separación de los mercados de drogas, llamadas en aquellos años ‘duras’ (heroína, LSD, cocaína, etcétera) de los de drogas ‘blandas’ (marihuana y hashish)”, señala el Poder Ejecutivo en el proyecto de ley que envió al Parlamento.
El gobierno sostiene que el sistema holandés se basa en un “enfoque realista y pragmático de política sobre drogas, fundado en la necesidad de reducir los riesgos y los daños potenciales en los que incurrían aquellas personas que usaban marihuana y, que por tener que abastecerse en el mercado ilegal, frecuentemente asumían prácticas de mayor riesgo médico, psicosocial y legal, exponiéndose al consumo de otras drogas”.
“A través de este enfoque realista y pragmático, el gobierno holandés estableció prioridades claras de política de drogas, basadas en los riesgos diferenciales que tienen las distintas sustancias para las personas y la comunidad toda. El cuidado de la vida y la convivencia ciudadana, la promoción de la salud individual y pública y el respeto de los derechos humanos son los ejes centrales de la estrategia que Holanda viene desarrollando desde hace ya más de treinta años”, añade el gobierno en el documento.
Otro ejemplo utilizado es el de varias provincias de Australia —Capital, Australia del Sur y Territorio del Norte— que han “descriminalizado la posesión de cannabis para uso personal, así como el autocultivo, instrumentando sistemas con sanciones civiles en lugar de infracciones penales”.
En cuanto a la situación en España, se destaca la existencia de clubes sociales de cannabis. “Ellos toman en cuenta diferentes modelos de regulación, tanto de la producción, como de la distribución y consumo de marihuana. En estas asociaciones civiles, además de producirla y distribuirla controladamente, se desarrollan actividades de asesoramiento médico y legal a sus miembros, además de encuentros informativos y educativos tendientes a mejorar la gestión de los riesgos del consumo”, dice el proyecto.
Por último, el Poder Ejecutivo recuerda que desde 1998 a la fecha, diecisiete Estados de los Estados Unidos “vienen desarrollando diversos sistemas de regulación de la producción, venta y consumo de marihuana medicinal, bajo prescripción médica”.