Fue ministro de Relaciones Exteriores en la primera administración de Julio María Sanguinetti. Formado en el Partido Nacional, ya como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cooperó con el gobierno de Luis Alberto Lacalle entre 1990 y 1995. Durante la crisis de 2002 que debió enfrentar Jorge Batlle, al frente del BID escribió de su puño y letra cartas al director del Fondo Monetario Internacional, el alemán Horst Köhler, donde argumentaba en contra de la presión del organismo para que Uruguay decretara el default. En 2006, como secretario general iberoamericano, intentó mediar en el conflicto con Argentina por las plantas de celulosa, uno de los grandes dolores de cabeza en la primera gestión de Tabaré Vázquez. Y a partir de 2010 mantuvo un continuo canal de diálogo, encuentros y sugerencias con José Mujica.
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Desde el retorno de la democracia el contador Enrique Iglesias siempre ha colaborado con los gobiernos uruguayos. Ahora su teléfono volvió a sonar con un interlocutor nuevamente apostado en la residencia de Suárez, esta vez con la solicitud de que ayude a buscar soluciones para las farmacias, las empresas y los bancos uruguayos que intervienen en el negocio de la marihuana.
Fuentes oficiales dijeron a Búsqueda que en los últimos días Iglesias y Mujica participaron de una cena donde debatieron “largamente” sobre los pasos que el país debería tomar tras la decisión de los bancos privados y del Banco República de cerrar las cuentas vinculadas a la venta de cannabis. En el encuentro, tanto el contador como el senador mencionaron la buena disposición y el rol de “amigo” que Iglesias ha tenido con los diferentes gobiernos uruguayos.
Luego de la cena Mujica transmitió a Vázquez sus conclusiones, en la continuación de un intercambio sobre el tema marihuana que ambos líderes iniciaron la semana pasada. Finalmente, Vázquez llamó a Iglesias y le consultó si, en sus próximos viajes a Estados Unidos, podía conversar con jerarcas de bancos y de organismos financieros, públicos y privados, sobre cómo resolver los inconvenientes que el país tiene para la comercialización de marihuana.
El martes 29, en su videocolumna para la Deutsche Welle, Mujica ya reclamó a los bancos de Estados Unidos que encuentren una solución al problema de Uruguay. “Por favor, un poco de sentido común para juzgar el intento que está haciendo un pequeño país. No deberían de crearnos estas dificultades y tener una flexibilidad”, criticó en referencia al objetivo de luchar contra el narcotráfico con que se elaboró la ley uruguaya de regulación y comercialización de la marihuana. También fue irónico en su juicio al sistema bancario: “¡Oh, su majestad, los bancos! ¡Y los bancos de carácter internacional! Al parecer tienen la decisión de no permitir el uso de fondos que estén ligados al narcotráfico, nos cierran la puerta y le crean una angustia financiera a este conjunto de pequeñas empresas encargadas de detallar el consumo directamente al consumidor. El narcotráfico, por un camino u otro, termina incorporado al gran sistema financiero internacional”.
Inconsistencia.
La posesión y el suministro de marihuana son delitos criminales bajo la normativa federal de Estados Unidos, por lo que la mayoría de los bancos uruguayos optó por no operar con empresas que se vinculen al cannabis. Detrás de estas decisiones están otros bancos extranjeros que se rigen bajo esa normativa y ofician como corresponsales para la banca local, los cuales son cruciales para que la plaza logre adquirir dólares, realice operaciones de comercio exterior o concrete compraventas de títulos bursátiles. Bank of America, Wells Fargo y JP Morgan son los principales y tres de los mayores bancos de Estados Unidos.
En las últimas semanas las llamadas de esos corresponsales a bancos de la plaza se ha acentuado. Si los corresponsales detectan que se mantienen activas cuentas de farmacias que vendan la droga o de empresas relacionadas al mercado legal del cannabis, pueden optar por culminar su vínculo con la plaza, que quedaría aislada del sistema financiero internacional.
Para lograr que las farmacias y otras empresas puedan operar mediante los bancos, como una primera estrategia Uruguay decidió enviar en setiembre una delegación oficial a Estados Unidos, encabezada por el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, y el presidente del Banco Central, Mario Bergara. Entre otras labores se reunirán con legisladores de los estados que han legalizado la marihuana para fines recreativos y/o medicinales. Los estados, un total de 29, tienen el mismo problema que Uruguay: la normativa federal les impide a los involucrados en el mercado del cannabis utilizar cuentas bancarias.
Tanto representantes demócratas como republicanos presentaron en julio de 2013 y en abril de 2015 un proyecto de ley (Marijuana Businesses Access to Banking Act) para autorizar a los bancos a operar con empresas relacionadas a la marihuana de acuerdo a las leyes estatales, sin ser sujetos a las penas de la normativa federal. El proyecto falló en ambas instancias en el Congreso de Estados Unidos, por lo que uno nuevo (Secure and Fair Enforcement Banking Act) fue reintroducido en abril.
“El viaje tiene obviamente la intención de sensibilizar al Departamento del Tesoro y al Departamento de Justicia. Pero el foco principal es con los legisladores que están reimpulsando la ley”, dijo Bergara el miércoles 30 a El Espectador. Junto a Roballo y a través de la Embajada de Estados Unidos en Montevideo y de los diplomáticos uruguayos en Washington D.C., Bergara está coordinando las reuniones que mantendrán con los legisladores demócratas y republicanos.
El presidente del Banco Central responsabilizó parte de las dificultades que vive Uruguay con la venta de marihuana a “la inconsistencia normativa de los Estados Unidos”, un punto en el que también hicieron hincapié Iglesias y Mujica en su encuentro. De acuerdo a las fuentes, hablaron sobre la contradicción que se genera entre las legislaciones federales y estatales del país norteamericano. Además, se mostraron confiados en que el caso de California logre inclinar la balanza para conseguir cambios. Ese estado, que a partir del año que viene comercializará marihuana recreativa, es el más grande de Estados Unidos por población (casi 40 millones de habitantes) y el tercero por territorio.
Iglesias expresó públicamente su respaldo a la ley de la marihuana uruguaya el martes 29 durante una entrevista en el programa Todo Pasa de Océano FM. Dijo que “quedó demostrado” que la “mera prohibición” en el tema drogas no funciona y que la norma aprobada durante el gobierno de Mujica es una alternativa que “vale la pena probar”. El exjerarca dijo que en el mundo siguen con interés la experiencia uruguaya y que hay que darle tiempo a ver si funciona.
Consultado acerca de los problemas que se generaron a partir de las presiones de los bancos norteamericanos, Iglesias dijo que “hay que explicar” la ley uruguaya “en Estados Unidos y mientras tanto buscar mecanismos financieros” que permitan eludir las trabas.
Alternativas.
Mientras aguarda los resultados de la gestión oficial y de lo que pueda facilitar Iglesias, el gobierno impulsa la utilización de dinero en efectivo en la cadena de producción y venta de cannabis.
El tiempo corre en contra del gobierno, que quiere mantener la venta de marihuana funcionando. Por eso las autoridades manejan alternativas aplicables en el corto plazo mientras balconean lo que ocurre en Estados Unidos.
Una estrategia que se discute es habilitar “nuevas licencias de expendio” sin tocar la ley. Esa idea, que todavía está en proceso de análisis, implicaría que Salud Pública otorgue licencias a nuevas herboristerías o farmacias que comenzaran a operar “con las reglas claras” de que para vender cannabis no pueden tener cuentas bancarias, explicó uno de los informantes a Búsqueda.
La premisa es que “es más fácil” que un comercio empiece a trabajar en el área sin tener una cuenta bancaria, que pedirle a otro que ya posee que deje de usar el sistema financiero.
“A nosotros no nos gusta que esto se tenga que canalizar por la vía del efectivo, pero transitoriamente no vemos alternativas. Es una solución transitoria: la comercialización hay que hacerla sin la utilización de cuentas bancarias. Algunas de las farmacias podrán preferir desbancarizarse porque el negocio les sirva, y otras quizás no, y también se está trabajando en herboristerías que pueden operar en efectivo sin bancarizarse y también comercializar”, explicó Bergara en El Espectador.
Dedicadas a la comercialización de plantas medicinales, algunas herboristerías ya han manifestado su interés de sumar marihuana estatal a su oferta, en un proceso que el gobierno espera concretar rápidamente para que estén autorizadas a operar transitoriamente.
Además de los problemas bancarios, las farmacias denunciaron dificultades con entrega del producto por parte del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), informó ayer miércoles El Observador.
Pese a esas señales, la cantidad de personas que se anotaron en el registro de compradores de marihuana siguió creciendo en las últimas semanas. Hasta el lunes había 13.053 inscriptos en el registro de adquirentes, lo que les permitiría comprar hasta 40 gramos de marihuana cada mes. También aumentó hasta los 7.044 el número de autocultivadores registrados en el Ircca.
Medicinal.
Por lo pronto, Vázquez ha vuelto a apoyar la aplicación de la ley durante una jornada académica que alertó sobre los riesgos del consumo de la marihuana, pero también sobre sus eventuales efectos positivos. Allí sostuvo que la iniciativa tiene una muy especial relevancia para el gobierno nacional, pero también “está vigente a nivel internacional con singular importancia”.
Tras el evento, realizado el martes 29 en la Torre Ejecutiva, el gobierno anunció que en aproximadamente tres meses está previsto que por primera vez pueda comercializarse marihuana medicinal en el país.
“Tenemos avanzados los trámites de una empresa uruguaya que importaría la materia prima de Suiza para elaborar cannabis medicinal”, confirmó Cristina Lustemberg, subsecretaria del Ministerio de Salud Pública.
La jerarca agregó que el producto será utilizado para tratar la epilepsia refractaria, un tipo de patología donde el paciente presenta falta de respuesta al tratamiento con dos o más drogas antiepilépticas correctamente indicadas para lograr el control de crisis de forma sostenida.
Contratapa
2017-08-31T00:00:00
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