Nº 2172 - 5 al 11 de Mayo de 2022
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl diálogo indirecto entre Washington y Teherán en Viena parece a punto de colapsar. Los ayatolás no están dispuestos a ceder en sus demandas. La decisión americana de mantener a la Guardia Revolucionaria en su lista de grupos terroristas fue un fracaso para la teocracia persa. Este reclamo, que no tiene relación con el acuerdo, constituye una de las trabas más difíciles para lograr un nuevo pacto.
Estados Unidos está preocupado ante la posibilidad de que Irán pueda crear una bomba atómica en semanas. “Sí, definitivamente nos inquieta”, dijo la secretaria de Prensa Jen Psaki. Estas declaraciones se produjeron horas después de que Antony Blinken, secretario de Estado, anunciara que Teherán aceleró su programa. Según ambos jerarcas el acuerdo ayudó a retrasar el avance hacia el armamento nuclear. Sus críticos sostienen que era un tratado peligroso e imposible de verificar con certeza.
Hace un año el gobierno persa negocia con China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania para retomar el viejo acuerdo de 2015. Su objetivo era detener el programa a cambio de levantar las sanciones financieras. Teherán ha incumplido abiertamente sus compromisos desde 2018, tras el retiro de Washington.
Psaki informó que al actual ritmo podrían construir un arma nuclear muy pronto. Su “período de ruptura ha pasado de un año, cuando regía el tratado, a menos de un mes”, declaró. El período de ruptura se refiere al tiempo que tomaría acumular suficiente uranio para fabricar una bomba. Es importante destacar que poseer el material necesario no implica poder construir el núcleo ni ensamblarlo a un misil.
En la misma línea, Blinken advirtió al Senado que el tiempo se redujo peligrosamente. EE.UU. está por admitir la imposibilidad de un entendimiento. Ante las críticas, el alto funcionario aceptó que el acuerdo era imperfecto, pero mejor que las alternativas. “Seguimos creyendo que volver a cumplirlo significa enfrentar el desafío y controlar la increíble agresividad de Irán”. Además, reveló que los iraníes quisieron asesinar a Mike Pompeo, su antecesor. “Los intentos han sido reales y continuos… No estoy seguro de que lo pueda decir, pero existe una amenaza constante contra funcionarios americanos, tanto presentes como pasados”. Pompeo, exsecretario de Estado y director de la CIA, fue defensor de la línea dura e impulsó sanciones económicas al régimen islámico.
Irán forma parte de los 10 peores países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF), siendo uno de los más represores. En un panorama mediático férreamente controlado por el régimen islámico, las principales fuentes de información son los medios extranjeros. Los periodistas y medios independientes sufren detenciones y severas condenas, dictadas en procesos sin garantías por “tribunales revolucionarios”. El denominado guía supremo, Ali Jamenei, acusa regularmente a la prensa opositora de estar manipulada por potencias extranjeras. Como líder de las instituciones políticas, militares y judiciales, él mismo ordena detenciones de periodistas, impone condenas de prisión y también ejecuciones. En teoría la Constitución garantiza la libertad de prensa, pero la ley permite al gobierno vigilar que esta no “atente contra la república islámica, ofenda a los ayatolás, al guía supremo o difunda información falsa”. Más de 1.000 periodistas han sido detenidos o ejecutados por el régimen desde 1979.
Castigado por sanciones internacionales y la corrupción oficial, Irán vive una situación social crítica que afecta seriamente a su pueblo. Pese a ello, la sociedad iraní es dinámica, esencialmente por la juventud y las mujeres, que reclaman libertad y respeto a los derechos humanos. Sin embargo, lo relacionado con el islam y los derechos de la mujer son temas imposibles de tratar.
Por su parte el Estado hebreo, al que Teherán quisiera poder destruir, ha destinado 1.500 millones de dólares para preparar un posible ataque contra los sitios nucleares iraníes. Todos están ocultos en profundas cavernas bajo tierra, pero existen bombas capaces de alcanzarlos. Es probable que Francia, Gran Bretaña y EE.UU. participen de una incursión. Yako Amidror, exasesor de seguridad, declaró a la BBC que “Israel no soportará una situación en la cual los ayatolás están muy cerca de la bomba atómica”.
“No veo otro camino que destruir las instalaciones, porque no retrocederán hasta crear un paraguas nuclear, bajo el cual pueden ser aún más agresivos”, agregó. La preocupación es compartida por naciones árabes como Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes. Al igual que Irán son autocracias, pero se diferencian, pues buscan la estabilidad regional.
Mientras los iraníes viven pobres y oprimidos, hartos de los sueños imperialistas del régimen, los ayatolás no comprenden que han cruzado la línea roja.