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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa edición de Búsqueda del pasado 31 de marzo, bajo el título “Enciso: Palestina endeble por Israel”, da cuenta de la visita del Sr. Intendente de Florida, Carlos Enciso, al Estado de Palestina. La nota recoge declaraciones del referido intendente en el sentido que el “Estado Palestino está en una posición endeble, de dependencia, que no se puede consolidar ni desarrollar en muchas áreas por causa de Israel”.
Las declaraciones del elevado Sr. Intendente nos merecen algunas dudas y, sobre todo, algunas discrepancias.
Comencemos por las dudas.
Las declaraciones transcriptas no invocan fundamento alguno: se nos dice que el Estado de Palestina no se puede consolidar ni desarrollar en muchas áreas, pero no se aclara el asidero de tal afirmación. Tampoco se dice a qué áreas se alude ni de qué tipo de dependencia se trata. El Sr. Intendente concluyó —siempre de acuerdo a la nota— que “la explotación de los recursos naturales en ese territorio hace peligrar la consolidación de un Estado que quiere tener su propio desarrollo”. Las dudas persisten: ¿de qué recursos naturales se trata? ¿Hay en esos territorios recursos naturales hasta ahora no descubiertos? Y si los hay, ¿por qué los palestinos no los explotan? Como decía el título de la película de Sidney Lumet, muchas preguntas y pocas respuestas.
Vayamos a las discrepancias. El mensaje que las declaraciones trasuntan es, ese sí, muy claro: el Estado de Palestina está endeble por causa de Israel.
No tenemos el honor de compartir este punto de vista.
Primero: porque si la tesis fuera cierta, no alcanzaría a explicar por qué razones los (hoy denominados) palestinos no gozaron de mayor desarrollo cuando Israel aún no había ocupado aquellos territorios ni tenía absolutamente nada que ver con ellos.
Segundo: porque no explica cómo es posible que la parte del Estado de Palestina representada por la Franja de Gaza deba su endeblez a Israel, siendo que ésta no tiene presencia alguna en aquélla, ni militar, ni civil ni de ningún otro tipo.
Tercero (y más importante): porque incurre en la misma falacia de todos aquellos reduccionismos que ven en los demás (en general) y en el vecino en particular, la fuente de todos sus males.
Por último, la nota nos dice que el intendente anunció la posibilidad de conseguir inversiones palestinas para Florida en la industria láctea. Se trata de una noticia tan asombrosa como auspiciosa. Asombrosa, porque el Estado de Palestina no es precisamente una de las economías más avanzadas del planeta: rankea en el lugar 130 aproximadamente (dicho sea de paso: Israel es de lejos su principal socio comercial; al parecer a eso se denomina “dependencia”). Y es también auspiciosa, porque en Uruguay necesitamos inversiones desesperadamente. Bienvenidas sean.
Jonás Bergstein
CI 1.316.079-4