“Siempre nos enfrentaron a la población, y hacen creer que la ciudad está sucia por los paros de Adeom, sugiriendo que quienes lo integran no quieren trabajar”, criticó el nuevo secretario general del sindicato, Facundo Cladera. “A nadie le gusta ver la ciudad sucia” y a “nosotros tampoco”, porque “también vivimos en Montevideo”, agregó. “Pero si la patronal no te respeta, el sindicato tiene que actuar”.
“No sacamos para afuera todas las obras de solidaridad que hacemos como forma de quedar mejor. (…) Creo que la imagen que uno tiene, tiene que ver con la coherencia, con el rumbo que uno fija, con el respeto a sus propias resoluciones”, reivindicó el dirigente.
Si bien el vínculo con los gobiernos frenteamplistas ha sido malo, el próximo 9 de julio comenzará una nueva etapa cuando asuma como intendente Daniel Martínez. Para Cladera, las señales hasta ahora son positivas.
—Hay sectores de Adeom que dicen que su gremio es el que tiene peor imagen y hacen una autocrítica al respecto. ¿Usted está de acuerdo con esa valoración?
—Somos un gremio mal visto. El tema es la causa. Tendríamos que hacer un sondeo. Si lo hiciéramos, probablemente no seríamos un gremio bien valorado, aunque habría que ver qué gremio sí lo es y qué acciones toma. Nosotros fuimos el primer sindicato que tuvo un enfrentamiento y que le hizo una huelga a un gobierno de izquierda, que se suponía que iba a ser algo esperanzador. Había gente que nos decía: “Ustedes nos están matando la ilusión”. Y nosotros respondíamos que el gobierno aplicaba las mismas acciones neoliberales que los gobiernos de derecha en varios aspectos. Nos mandaban a la Policía y nos reprimen las manifestaciones. En el año 2001, cuando hubo un altercado, mandaron cinco sindicalistas presos e hicieron una denuncia penal. Dentro de Adeom también había quienes pensaban que con la izquierda iban a cambiar las cosas, pero cuando violan el convenio salarial (durante la administración de la Intendencia de Mariano Arana) fue un hachazo. Hubo gente que quedó muy dolida y muy resentida por esa situación. Se generó un estado de malestar. Los gobiernos de la Intendencia siempre nos enfrentaron a la población, y hacen creer que la ciudad está sucia por los paros de Adeom, sugiriendo que quienes lo integran no quieren trabajar. En realidad, la imagen tiene mucho que ver con la forma en la que nos quisieron hacer quedar. Obviamente, inexperticias, problemas de comentarios, compañeros que han salido a la prensa en forma desafortunada y que han generado en la opinión pública malestar, sin duda hubo, pero nosotros entendemos que funcionamos de forma prolija. Pedimos las bipartitas, tenemos ámbitos de negociación y respetamos los acuerdos. Pero si la patronal no te respeta y te ningunea, el sindicato tiene que actuar. Nosotros tenemos un talón de Aquiles, que es limpieza. Pero evidentemente, cuando parás las tareas, parás la recolección. A nadie le gusta ver la ciudad sucia. A nosotros tampoco; también vivimos en Montevideo.
—¿Han planteado alguna estrategia para mejorar la imagen del sindicato, como proponen algunos dirigentes?
—Hay una tendencia a plantear que el problema de la imagen del sindicato es por errores que cometió. No estoy de acuerdo con eso. El decreto de esencialidad (de la recolección de basura durante la gestión de Ana Olivera) fue por una conferencia de prensa, con los jerarcas atrás aplaudiendo. Eso fue una declaración de guerra. No hubo ninguna negociación previa, ningún aviso. La ley de negociación colectiva dice claramente que tiene que haber una instancia donde se le plantea al sindicato que se autorregule. Después estuvo el famoso supuesto grito de un compañero que le dijo “canceroso” a Ernesto de los Campos, que no está probado, pero estigmatizaron al sindicato. Con todas las entradas que había, a Ernesto de los Campos lo hacían entrar por el medio de la manifestación, siendo director de Recursos Humanos y estando enfermo.
—La lista 2011, la más afín al gobierno y al PIT-CNT, sugiere tomar como modelo al Sunca y crear, por ejemplo, brigadas solidarias para ayudar en los barrios. ¿Se ha tratado esa iniciativa?
—No lo discutimos en el Ejecutivo. Lo que hace el Sunca está bien, y lo podemos llegar a hacer, pero no para mejorar la imagen. El Sunca lo hace desde un punto de vista solidario, no para caerle mejor a la población. Además, nosotros somos un gremio solidario. Ahora estamos haciendo una campaña del kilo para Salto, pero no la andamos publicitando. No sacamos para afuera todas las obras de solidaridad que hacemos como forma de quedar mejor. Creo que la imagen que uno tiene está vinculada a la coherencia, al rumbo que uno fija, al respeto a sus propias resoluciones. Hacer estrategias de marketing no es un buen camino.
—La relación de Adeom con el PIT-CNT ha sido históricamente tensa...
—Con el PIT-CNT no. La central es una herramienta que nos parece válida y de la cual nosotros participamos. Vamos a todos los congresos, leemos todos los documentos, formamos parte de la Mesa Representativa y estuvimos en el Secretariado Ejecutivo. Hemos tenido diferencias con dirigentes del PIT-CNT. Cuando a nosotros nos decretaron la esencialidad no hubo un solo grito en el cielo. En los momentos más álgidos de los conflictos, dirigentes decían que nosotros le estábamos haciendo el juego a la derecha. Hay malestar, pero no es con el PIT-CNT. De hecho, hubo un planteo de desafiliarse y no tuvo lugar. Nosotros queremos que sea un organismo independiente de cualquier poder político y que se defienda a los trabajadores.
—El intendente electo Daniel Martínez dijo durante la campaña que no descartaba decretar la esencialidad para el servicio de limpieza, una decisión que implicaría trancar con el sindicato. ¿Esa postura marca de alguna manera la relación que tendrá con ustedes?
—Las medidas de esencialidad ya las decretó el gobierno que representa, así que no dice nada nuevo. Nosotros no tenemos miedo de trancar con nadie, pero tampoco lo queremos. O se llega a un acuerdo y no hay conflicto, porque el sindicato y el patrón respetan lo acordado, o hay conflicto porque hay enfrentamientos de intereses. Si te digo que no puedo trabajar en determinadas condiciones, y esas condiciones no mejoran, y no cumplís con la ley, habrá conflicto, y no solo con el sindicato sino con el Ministerio de Trabajo y los otros órganos. Si hablamos de salarios, y decimos que el salario no nos alcanza, y quiero mejorar, y nos dicen que no, eso genera conflicto. Hay un montón de cosas que pueden generar conflictos pero a nosotros no nos gustan, ni nos sirven. Genera estrés, molestia entre los compañeros, tensa las relaciones laborales, las relaciones internas, todo. No estamos pensando en que venga el intendente para enfrentarnos con él. Lo que vamos a hacer es defender la plataforma y a los empleados municipales. Después, todo dependerá del margen de diálogo que haya. Nos manifestó que tenía voluntad de diálogo y que trataría de evitar los conflictos. Nosotros estamos en la misma línea.
—La economía se está enfriando y el gobierno nacional reclama austeridad. ¿Influirá este contexto en el reclamo salarial que hagan, que gira en torno a la media canasta básica ($ 30.000)?
—Entendemos que la media canasta básica familiar es necesaria para que los trabajadores vivan. Sabemos que un director político en la Intendencia y los alcaldes ganan arriba de los $ 100.000. Se pueden buscar los mecanismos. No estamos diciendo que todo tiene que subir, pero evidentemente hay salarios sumergidos que se tienen que resolver.
—El sindicato exige que aumente la cantidad de funcionarios destinados a la recolección de basura. ¿Tienen expectativas en que esto se concrete con el nuevo gobierno?
—El volumen de basura aumentó el triple. Ese dato surge de cifras oficiales. Hay circuitos de reciclaje, en Uruguay y en el mundo, que son un negocio millonario. Y nosotros seguimos con la flota de camiones al hilo, justito y para abajo. En donde nos falten dos o tres camiones, nos quedarán circuitos para levantar. La cantidad de funcionarios también está al hilo. Y todavía no hemos discutido la insalubridad de limpieza, que es un hecho que nosotros reivindicamos. Una gestión a la raya en un tema como limpieza es complicado. Tiene que haber estrategias generales e integrales por parte de la Intendencia en este tema. Tienen que hacer participar a las organizaciones sociales, porque no es solo ir y levantar la basura. Hay gente que no tiene ni idea de a qué hora pasa el camión, qué pasa con los contenedores. No se dice que si vos tirás la basura de mañana, hasta las 11 de la noche no se va a levantar. No se hace una campaña para informar. A eso no se le dio prioridad. Entonces queda como si el responsable fuese el trabajador, que no levanta la basura. Nosotros entendemos que no somos responsables de la gestión. Los paros afectan la limpieza, sí, es cierto, pero también es cierto que no hemos tomado medidas y la limpieza sigue siendo un problema.
—El pasado miércoles tuvieron una reunión con Daniel Martínez. ¿Qué impresión les dejó el encuentro?
—La primera impresión es buena. Pero está el dicho: “El que se quema con leche ve una vaca y llora”. Uno busca señales, cosas diferentes. Lo que hubo diferente de Martínez es que dijo que iba a cumplir con su rol de intendente, situación que Ana Olivera no cumplió, por lo menos en el tema de la negociación. Era la primera que entraba y la última que se iba del Palacio Municipal, pero en el relacionamiento con el sindicato fue una intendenta ausente.
Información Nacional
2015-06-18T00:00:00
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