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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl tren de los pueblos libres.“La imaginación es el principio de la creación. Imaginamos lo que queremos, creamos un profundo deseo por aquello que imaginamos y finalmente, creamos aquello que hemos deseado”. George Bernard Shaw.
“La cooperación humana se establece a partir de mitos comunes que se crean en la imaginación colectiva de los grupos (sueños compartidos). Todo arranca a partir de contar historias que logren convencer a la gente. Así los individuos pasan a cooperar y trabajar juntos hacia objetivos comunes. La historia de la humanidad lo demuestra, la capacidad de crear una realidad imaginada a partir de palabras, permitió que un gran número de extraños cooperara de manera efectiva. Esta capacidad de componer ficción nos vuelve capaces de cooperar efectivamente y adaptar el comportamiento social a retos rápidamente cambiantes. Cualquier cooperación humana a gran escala (ya sea un Estado moderno, una Iglesia medieval, una ciudad antigua o una tribu arcaica) está establecida sobre mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente” (Harari, Yuval Noah. 2013. De animales a dioses. Penguin Random House. Grupo Editorial Sudamericana).
“Los movimientos que pretenden cambiar el mundo suelen empezar reescribiendo la historia, con lo que permiten que la gente vuelva a imaginar el futuro. Ya sea que los proletarios tomen el mando, que las mujeres tomen posesión de sus cuerpos o que las minorías oprimidas exijan derechos políticos, el primer paso es volver a narrar la historia. La nueva historia explicará que la situación actual no es natural ni eterna. Antaño las cosas eran diferentes. Solo una sucesión de acontecimientos casuales creó el mundo injusto que hoy conocemos. Si actuamos con sensatez, podremos cambiar este mundo y crear uno mucho mejor. Esta es la razón por la que los marxistas vuelven a contar la historia del capitalismo y por la que las feministas estudian la formación de las sociedades patriarcales. Su objetivo no es perpetuar el pasado, sino que nos libremos de él” (Harari, Yuval Noah. 2015. Homo Deus. Penguin Random House. Grupo Editorial Sudamericana).
Precisamente este es el “combo” (marxismo-ideología de género) que nos quieren vender hoy los llamados progresistas.
Porque el “recuerdo” de la “nueva historia” (luchadores contra la dictadura) dispara la liberación de sustancias bioquímicas en el cerebro que insuflan la esperanza. La gente se motiva para cambiar cuando focaliza su atención en las expectativas futuras. Esa imagen futura “ideal” que se comparte, despierta expectativas que actúan en el cerebro límbico (emocional) produciendo “dopamina”, neurotrasmisor que reduce la resistencia al cambio del cerebro y facilita el aprendizaje de cosas nuevas (Sigman, Mariano. 2015. La vida secreta de la mente. 7ª ed. Buenos Aires: Debate 2016). La dopamina tiene propiedades similares al opio y produce deseos irresistibles de alcanzar la expectativa. Es el mismo neurotrasmisor que nos produce ese fuerte deseo de mirar el celular cada poco tiempo, dadas las expectativas que nos genera ese aparatito.
Por tanto, poco importa lo que hoy se haga, importan las intenciones del “relato” que crea las imágenes positivas de lo que “nos vamos a convertir”.
Gracias a ese “relato”, “las personas mantienen una fe inquebrantable en una afirmación por absurda que sea cuando se sienten respaldadas por una comunidad de creyentes con su misma mentalidad” (Kahneman, Daniel. Pensar Rápido, pensar despacio. 2012. Penguin Random House. Grupo Editorial Sudamericana).
Por tanto, aunque lo que se haga sea el mamarracho de “el tren de los pueblos libres” u otras inmoralidades como todo lo relacionado con Pluna/Alas U, incluido el caballero de la derecha, el vaciamiento de Ancap y el Fondes con sus velitas al socialismo, la gente “no lo ve”, lo que desea es llegar a la “tierra prometida” guiada por estos neo-Moisés, hoy solo se está en la etapa de “cruzar el desierto”.
Poco éxito, entonces, se logra con la crítica permanente.
La crítica permanente afecta el cortex prefrontal derecho (Goleman, Daniel. 2012. El cerebro y la inteligencia emocional: nuevos descubrimientos. Barcelona. Ediciones B. S. A.). Esto produce ansiedad y su consecuencia es la depresión. Por tanto la gente huye de la crítica e irracionalmente renueva su “esperanza en la tierra prometida”. O lo que es peor, padece el síndrome de Hibris.
En la antigua Grecia, casi quinientos años antes de Cristo se decía:
“El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”. Sócrates
Entonces, ¿cuál es la visión de los partidos de oposición, la visión de paz, de convivencia y tolerancia, la visión liberal, democrática y republicana que están transmitiendo, la que están vendiendo, la que están enamorando a la gente con ella?
“Si deseas cambiar un sistema humano hoy, primero cambia su futuro”. David Cooperrider.
Este principio sugiere que el vehículo más potente para transformar los sistemas humanos es nuestra proyección de una imagen futura.
Rafael Rubio
CI 1.267.677-8