• Cotizaciones
    viernes 29 de noviembre de 2024

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    La “ley de talles”

    POR

    Sr. Director:

    Desde hace un tiempo, se ha instalado en el debate político la procedencia y la necesidad de tener una ley de talles en Uruguay. Los argumentos a favor y en contra son variados. Quienes consideran que no es necesario argumentan que no existe un derecho a vestirse como tal, por lo que el Estado no debería regular la forma en que los comercios eligen los talles de las prendas que venden. Alegan que esto perjudicaría a los comercios, debido a la escasa población de Uruguay en comparación con el mundo, lo que resultaría en una demanda limitada de productos para los fabricantes. También sugieren que los clientes insatisfechos con las opciones en el mercado local pueden comprar en el extranjero a través del régimen de franquicia, incluso proponiendo aumentar los montos máximos permitidos para compras en el exterior, que actualmente se sitúan en 600 dólares (tres compras de hasta 200 dólares cada una).

    No obstante, estas ideas pasan por alto un punto fundamental: si bien no existe un derecho específico a vestirse, existe la obligación legal de hacerlo para evitar el delito de ultraje público al pudor. En cuanto a aumentar el valor máximo para comprar bajo el régimen de franquicia, surgen dos problemas evidentes. En primer lugar, habrá personas cuyas limitaciones económicas les impidan aprovechar este aumento, tanto en la actualidad como en el futuro. En segundo lugar, este aumento podría desfavorecer a los comerciantes, ya que tendrían menos clientes a quienes vender sus productos. Además, el propio régimen de franquicia tiene el propósito de proteger el mercado local, lo que le otorga sentido y relevancia.

    Pero también existe otra perspectiva, la de aquellos que visitan tiendas de ropa y zapatos sin encontrar lo que buscan. En la actualidad, es común decir a las personas que deben aceptarse tal como son, con sus talentos, virtudes y cuerpos. Sin embargo, muchas tiendas de ropa excluyen cuerpos que se alejan de la “normalidad” o los estándares establecidos. Frases como “aquí no hay ropa para ti” o “puedes buscar en la sección de niños” son comunes y afectan a gran parte de la población uruguaya. Comprar ropa se convierte en una lotería en la que la suerte determina si habrá alguna prenda que se ajuste al talle y gusto de cada persona. Esta experiencia a menudo es más una resignación que una aceptación.

    Para concluir, quiero proponer una analogía que invite a la reflexión. Imagina a un estudiante que acaba de terminar la escuela secundaria y está considerando qué carrera seguir. Le dicen que la carrera que le interesa, como maquillador, no es para él, y en su lugar le sugieren oficios como mecánico, sanitario o electricista. Si este estudiante recibe la misma respuesta en varias academias o lugares de estudio, ¿consideraríamos justa esa respuesta? Por supuesto que no. De manera similar, ciertas personas enfrentan dificultades al querer comprar ropa, ya que recorren múltiples tiendas sin encontrar opciones adecuadas. En lugar de recibir soluciones, se les dice una y otra vez: “Ve a otro lugar donde encontrarás ropa para ti”.

    Anónimo