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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáFue una elección histórica para nuestros vecinos. El ultraliberal Javier Milei y su discurso anticasta política pintó el mapa del país de violeta, ganando en 16 provincias y arrasando en algunas de ellas. La Libertad Avanza cosechó el 30% de los votos a nivel nacional.
Como viene sucediendo últimamente en Argentina y en el resto del mundo, las encuestadoras estuvieron lejos de los resultados reales. Con los números de algunas provincias que habían adelantado elecciones, donde los candidatos que respaldaba Milei no llegaron a dos dígitos, excepto en La Rioja, los analistas políticos pronosticaron un Milei desinflado de cara a las PASO. En realidad, parece más un error conceptual que de datos cuantitativos. En las elecciones provinciales pesan mucho los aparatos oficiales y los caudillismos. En la elección nacional el tsunami Milei se llevó puesto a todo y a todos.
El desafío es desentrañar las razones de semejante acontecimiento. Sin duda la crisis política, económica y social que padece el país desde hace cuatro décadas hace responsable a todos los partidos que gobernaron. Por ahí se puede explicar lo del “voto bronca”; Milei no tiene “prontuario de gobierno”. Pero el padrón electoral en la Argentina es mayoritariamente joven, por lo que ese factor pesa menos. Milei es un líder carismático cuasi mesiánico, con un desempeño mediático excepcional. No contrata encuestas ni coaches. En ese segmento electoral la explicación debería buscarse por la identificación de los jóvenes con un liderazgo fuerte y transgresor que en el discurso viene a terminar con los privilegios de lo que él llama la casta política.
Juntos por Cambio (28% de los votos a nivel nacional), el espacio del expresidente Mauricio Macri, votó muy por debajo de sus expectativas producto de una campaña feroz, en la interna, de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que lo desgastó. La preferida de Macri superó con holgura a un Rodríguez Larreta que quiso posicionarse como un articulador de acuerdos en el país de la grieta. Cuando la grieta es muy grande y uno se posiciona en el medio termina en el fondo de ella. Con Milei y Bullrich liderando el voto, se corrió claramente a la derecha.
El oficialismo de Unión por la Patria (ex Frente de Todos), liderado por la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y con Sergio Massa como ministro de economía y candidato, realizó la peor votación del peronismo en su historia (26%), perforando así su piso electoral. No debe haber antecedentes en el mundo de que un partido haya ganado las elecciones con un ministro de economía con inflación de tres dígitos, pobreza del 40% y una brecha cambiaria del 100%.
Unas líneas finales para el verdadero ganador de las PASO; el ausentismo “votó” 32%. Será el desafío de los candidatos de cara a las elecciones de octubre intentar pescar en el mar del no voto. En una elección de tres tercios y con votantes frustrados y sin esperanza la tarea es titánica.
Arnoldo Delgado