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    Lo nuevo en discos

    Título: Always Ascending (Sony)

    Autor: Franz Ferdinand

    ¿Era necesario otro disco de Franz Ferdinand? Al tercer tema —el excelente Paper Cages— la pregunta está olvidada. A los que comprábamos discos a comienzos del nuevo siglo y tenemos en casa su arrollador debut puede sonarnos singular saber que todavía sobreviven y no se desinflaron como sus colegas de generación The Strokes, Bloc Party, Kaiser Chiefs o Stereophonics. Aquel rock indie de guitarras y melodías vibrantes fue menguando disco tras disco hasta llevarlos a un callejón sin salida y a la disyuntiva entre continuar o no con la banda. El quinto intento, a raíz de lo logrado, seguro no será el último. Un álbum con grandes canciones sostenidas por sintetizadores que han ayudado a Alex Kapranos y compañía a alcanzar un nuevo estado creativo. Diez temas resumidos en 39 minutos con puntos altos como Finally, Lois Lane, y el clímax final con Feel the Love Go y Slow Don’t Kill Me Slow.

    Título: Joey.Monk.Live! (Motéma Music)

    Artista: Joey Alexander

    El pianista Joey Alexander nació en Denpasar, isla de Bali, Indonesia, en junio de 2003. En los próximos días cumplirá 15 años y toca el piano desde los seis. En 2015 grabó un CD con standards de varios autores. Tenía 13 años, ya se encargaba de los arreglos de todos los temas y ya se animaba con algo de Thelonious Monk, uno de sus compositores preferidos (Round Midnight, I Mean You) y de John Coltrane (Giant Steps). En setiembre de 2017 grabó un CD íntegramente dedicado a Monk, grabado en vivo en Nueva York, en junio de ese año, en el Appel Room del Jazz at Lincoln Center, donde Alexander fue invitado a tocar por Winston Marsalis, director artístico de esa institución. Los arreglos son suyos y de Denny Sila, su padre y mentor. Está acompañado por Scott Colley en contrabajo y Willie Jones III en batería. Round Midnight, Evidence, Ugly Beauty, Rhythm-a-ning, Epistrophy, Straight No Chaser y Pannonica son los temas, todos por el trío salvo el primero y el último, en piano solo. Si la música de Monk es compleja, estos arreglos para nada disimulan esa complejidad. Hay que concentrarse para disfrutar escuchándolo por la calidad de la grabación y de los músicos que lo rodean. Con Joey Alexander estamos frente a un prodigio. Es de esperar que no se apague y siga creciendo y disfrutando lo que hace.

    Título: Sinfónica (Acqua)

    Artista: Amelita Baltar

    El 8 de junio de 2015 la Filarmónica de Montevideo tocó dirigida por Álvaro Hagopián, con el bandoneonista Néstor Vaz y el guitarrista Jorge Nocetti como solistas, junto a Amelita Baltar, quien celebró en el Solís sus 55 años de carrera con este recital basado en la dupla Astor Piazzolla-Horacio Ferrer. Baltar es cultora de un estilo engolado y solemne, que tiene sus adeptos, pero limitado en caudal emocional. Hagopián y la OFM, con sus miles de horas de vuelo, aseguran un óptimo marco instrumental para quienes comulguen con esta sonoridad. Baltar canta Preludio para el año 3001, Chiquilín de bachín, Balada para mi muerte, Milonga de la anunciación (María de Buenos Aires) y Balada para un loco. Y clásicos como Los mareados, Como dos extraños, Golondrinas, Uno y Yuyo verde. La orquesta se despacha con una hermosa versión de Oblivion, toda una dulzura.

    Título: Sala blanca (ind.)

    Autor: Los Oxford

    Ver en vivo a Los Oxford es una experiencia fuerte. Desde 2003, Joselo Olarte y los suyos se mueven en las márgenes de la escena rockera, con una evidente vocación subterránea. Un recital suyo en un sótano como el de Rock es la Cultura (nuevo boliche céntrico de rock), donde tocaron recientemente, es tan intenso como un show de Motosierra, Silverados o Hablan por la Espalda 10 años atrás. Olarte, con su voz carrasposa y presencia endemoniada, es un estupendo frontman de rock, en su más visceral dimensión, aquella que rompe con las convenciones y se entrega de verdad a la audiencia. Aunque en el fondo nunca pierda el control de lo que sucede, la sensación que logra instalar es la de que el caos se apodera de todo. De que se va a quedar sin voz, se va a inmolar en escena, alguien saldrá lastimado y a este digno deudor de Iggy Pop con lentes de marco grueso le va a dar un infarto si no se cumple ya su pedido de prender el maldito aire acondicionado. Luego del excelente Conspiraciones (2016), este sexteto que sabe aprovechar al máximo una formación con tres guitarras, revalida su poder en este EP de cinco temas y 22 minutos de duración (publicado en enero pasado en las plataformas digitales). Son cuatro temas de la banda —sobresalen Imperio 838-H y El salón— y una furibunda versión al borde del hardcore de Ella debe estar tan linda, de los Redondos. Todo bien con sus discos, pero a esta banda hay que verla en vivo.

    Título: Librepensador (MMG)

    Autor: Tabaré Cardozo

    A Cardozo no le pidan poesía rica en abstracciones y ambigüedades, o metafóras nunca oídas. Pídanle electrificar la murga y acercarla lo más posible al rock, o ponerle un coro murguero al rock y dejarlo bien cerca del tablado. Pídanle llenar escenarios en todo el país. Pídanle una crítica a los criticones (La ley de Newton), un buen retrato callejero (El flaco del bondi) o una crítica muy trillada (Sudacamericano). Pídanle optimismo (Ensayo y error) o pesimismo (Paranoia city). Pídanle invitados ilustres (Teysera, Brancciari, Peluffo, Drexler, Mandrake, Buscaglia y el Flaco Castro). Pídanle un disco que suene muy bien. Y las luces y sombras de un artista netamente popular.

    Título: Bajo ningún concepto (Perro Andaluz)

    Autor: Gonzalo Brown

    Bajando voy por la calle Rondeau/ llego a Paysandú/ ya no falta tanto para Colombia, dice El Brown, una de las voces de Abuela Coca y Cantacuentos, en su debut solista. Funk, hip hop, candombe, rap y rock se funden en sonidos análogos y digitales a cargo de Brown y Francisco Fattoruso, con Julieta Rada, Martín Buscaglia, Martín Ibarburu y las figuras del ciclo On Fire, que durante años desbordó de música el sótano de Paullier y Guaná. Desde la sencilla conjunción de guitarra, tambor y voz de Ay Mama a producciones complejas como Gozalo y No vamos a cambiar de bando, la esencia es la misma: swing.

    Título: Cruces urbanos (Sony)

    Autor: Quinteto Negro La Boca

    “Vienen arrasando”, dicen algunos melómanos porteños sobre este conjunto surgido del circuito barrial de La Boca y que ahora se proyecta en la región de la mano de un contrato con un sello multinacional.Como una banda de tango, el grupo dirigido por el bandoneonista Pablo Bernaba abraza la dimensión más popular posible del tango y cruza su sonoridad típica (fuelle, piano y cuerdas) con el sonido afilado de una guitarra eléctrica, nítida huella rockera. Sin dudas que hay rock en esta propuesta; y se aprecia la influencia de la Orquesta Típica Fernández Fierro, aunque aquella estéticamente defiende la tradición instrumental y el camino independiente. En sus tres primeros discos lo que predomina es la fusión, y en este disco se sacan el gusto de invitar a varios artistas muy populares con quienes comparten los 12 temas que abren un generoso espectro de géneros: tango, chamamé, rock, cumbia, reggae, blues, punk y chacarera. Pero la Biblia y el calefón no son para todos, chicos. Y una buena portada de Rocambole no te asegura nada. Este rejunte es tremendamente desparejo: desde la belleza y gran musicalidad que surge del acordeón de Chango Spasiuk en El camino y Tristeza, dos de sus mejores creaciones, a la irremediable pérdida de tiempo de escuchar al Mosca de Dos Minutos cantando en forma pésima sus viejos éxitos punk Piñas van, piñas vienen y Ya no sos igual, que tuvieron sus 15 minutos entre los purretes rioplatenses de los 90. No está mal llevar al tango aquel rock adolescente. Pero interpretados así, quedan impresentables. Como la voz vencida del cumbiero Antonio Ríos, con un vibrato grotesco, deforme y espantoso. Hay aciertos, como la musicalización del texto de Eduardo Galeano Los nadies y la versión de Ruido, tema original del quinteto, cantado por Piti Fernández, cantante de Las Pastillas del Abuelo, y Ricardo Tapia, de La Mississippi.

    Título: Siempre fui un pez (Perro Andaluz)

    Autor: Diego Pez & Los Pernoctantes

    “Abogado Diego Gamarra, del estudio Posadas, Posadas y Vecino, hará un análisis de proyectos PPP”, reza un texto promocional en la web. Cuando este doctor en derecho y profesor de Derecho Constitucional sale del renombrado estudio donde trabaja, se saca la corbata, enchufa su guitarra, se aproxima al micrófono y canta: Siempre fui un pez, lo supe al nacer, aunque fui olvidándolo al crecer. Voy a romper en mil pedazos la pecera, voy a soltar el instinto animal. El primer disco de Diego Pez —con un notable diseño de arte de Magdalena Marán— es una de esas lindas sorpresas que da una vez y otra también la música uruguaya. Diez temas pop-rock con muy agradables melodías, aires folk beatles, algunos momentos de balada y una veta punk-pop prolijo, a lo Attaque 77. Sencillo y efectivo, cuenta con el sello de calidad de Max Capote, un productor que tiene muy claro cómo potenciar las buenas canciones que llegan a su estudio. Lo mejor: La melodía y Hey Hey, un tema que bien podría estar en un disco de los Killers.