Nº 2134 - 5 al 11 de Agosto de 2021
Nº 2134 - 5 al 11 de Agosto de 2021
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl 23 de enero de 2014, escribí en Búsqueda la columna titulada “Una lanza por Campiani”, destacando la exitosa gestión gerencial del denostado empresario argentino, cuando todos le pegaban en el piso. El tiempo me dio la razón: a Pluna no la fundió Campiani, sino un Estado meterete, con los combustibles de Ancap tan caros como ahora más las trabas del gobierno kirchnerista (tan “amigo” del gobierno frenteamplista de Mujica), que impidieron la ejecución plena del buen plan de negocios que venía ejecutando.
Hoy también resulta fácil pegarle al senador Óscar Andrade por no haber pagado ni mano de obra, ni aportes al BPS, ni planos, ni impuestos municipales al construirse su buena casa (no “un rancho” como él dice), arguyendo que es un “pobre albañil” con bajos ingresos y que dona la mitad de los mismos a su partido y obras de caridad. No voy a detenerme en la doble moral de Andrade, porque ya todos sabemos lo que es la doble moral de cualquier comunista/socialista/estatista: “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.
Voy a quebrar —no una lanza, sino media— por Andrade. Tiene razón cuando dice que a cualquier trabajador de ingresos bajos o medios le resulta muy difícil —cuando no casi imposible— poder construirse su propia vivienda y regularizarla ante los organismos del Estado, por culpa de los altos costos, tiempos y burocracia que ello implica.
Lo que no dice Andrade (y casi ninguno de quienes lo critican por su inconducta) es que esas trabas y sobrecostos son creados por su propio Partido Comunista, por las ideas socialistas que campean en todos los partidos políticos, dándole al Estado cada vez más poder, más controles, más empleados públicos y más costos, que hacen inviable muchos emprendimientos “en blanco”.
Andrade, que presiona desde el Sunca y el PIT-CNT a empresarios y ciudadanos (grandes, medianos, chicos y chiquititos) a que contraten más mano de obra, a que paguen 80 pesos de aportes por encima de los 100 que se lleva el trabajador, a que vayan presos si un obrero se accidenta y decenas de exigencias más, no ha pagado un solo jornal, ni creado un solo puesto de trabajo, arguyendo que todo lo hizo bajo la modalidad de “mano de obra benévola”.
¿La culpa es de Andrade o de la legislación absurda que exige papeleos, trámites y burocracia? ¿Qué valor agregado creen que agrega un inspector del BPS, bomberos o cualquier intendencia para que la casa sea más segura, más cómoda o más barata?
¿Qué tal si eliminamos a los escribanos públicos del medio y los sustituimos (en el 80% de los casos) por la tecnología de blockchain1? ¿Qué tal si cerramos de una vez por todas la División Portland de Ancap y con eso abaratamos el precio del cemento? ¿Qué tal si cerramos decenas de organismos públicos, oficinas y reparticiones inútiles y bajamos los impuestos a los hierros, los ladrillos o la grifería para un hogar?
El Ranking Doing Business del Banco Mundial muestra con “datos duros” la facilidad o dificultad de hacer negocios en 190 países (y construirte tu propia casa es hacer un negocio). El ranking mide los tiempos, trámites y costos que se insumen desde abrir una empresa, hasta su cierre, pasando por el registro de la propiedad, contratar y despedir trabajadores o registrar un permiso de construcción.
En el ranking global, Uruguay figura en el lugar 101, bien a mitad de tabla, ese triste y gris lugar donde los yoruguas nos sentimos tan cómodos. El ranking lo encabeza Nueva Zelanda, ese país tan parecido al nuestro en tamaño, producción lechera o turismo, pero tan diferente en cuanto a su gestión de la cosa pública y a la mentalidad de su gente y sus gobernantes.
En el específico rubro de “manejo de permisos de construcción”, Uruguay figura en el lugar 151 entre 190 países evaluados. Somos de los peores de la clase.
Si queremos aprender algo de este “AndradeGate” y “castigar” a los responsables, repartamos los “palos” en forma más justa: yo le daría 20 azotes a Andrade, pero los otros 80 se los daría a ese Estado soso, pesado, burocrático, inútil y caro, que Andrade, su PIT-CNT, su Frente Amplio y también vastos sectores del Partido Colorado, de Cabildo Abierto, del Partido Independiente y hasta del propio Partido Nacional, ayudan a alimentar, mantener o crecer.
Por eso lo del título: levanto media lanza por Andrade. Pero también levanto una lanza entera por los miles de uruguayos de bien que terminan siendo víctimas de un Estado que, en vez de ser parte de la solución, es la parte más importante del problema.
(1) Ver columna en Búsqueda del 18/05/2017 “Blockchain y? ¿chau escribanos?”