El futuro de la recolección, clasificación y disposición final de los residuos en los dos departamentos más grandes del país dependerá, en gran medida, de que se pongan de acuerdo Luis Lacalle Pou, Adrián Peña, Carolina Cosse y Yamandú Orsi. La negociación, que comenzó hace más de un año y transcurrió con reserva, tiene diferentes aristas técnicas y un trasfondo político en el que también juegan los intereses por el gobierno de Canelones y la intención de Montevideo de aprobar un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 70 millones.
El Poder Ejecutivo decidió priorizar una iniciativa privada presentada por tres empresas uruguayas (CSI Ingenieros, Ciemsa e Inglobal) en alianza con Wastefuel, una compañía norteamericana, que se propone producir combustible a partir de basura, por encima de una planta de relleno sanitario que la Intendencia de Canelones planea construir en Cerro Mosquitos, cerca de la ciudad de Soca.
El negocio asciende a US$ 150 millones y plantea construir una biorrefinería –posiblemente en la Usina de Felipe Cardoso– que produzca metanol tras procesar 700 toneladas diarias de residuos domiciliarios que se generan en Montevideo y Canelones.
La propuesta incluye un compromiso de la naviera danesa Maersk de comprar esa energía para usarla como combustible en ocho de sus nuevos buques de gran escala, que se encuentran en construcción y se esperan para el primer trimestre de 2024. La empresa prevé incorporar otros cuatro barcos más para 2025, informó en agosto del año pasado, en el marco de una estrategia para reducir la cantidad de emisiones de carbono en el transporte marítimo.
El proyecto plantea –mediante diversos procesos tecnológicos– obtener biogás a partir de la descomposición de los residuos, para luego transformarlo en metanol a través de un proceso llamado Fisher Tropsh, según explicaron a Búsqueda fuentes oficiales.
En una primera etapa, el objetivo es producir 27.000 toneladas de metanol anuales, lo cual permitiría abastecer la energía que consumen dos de estos barcos.
En una segunda etapa –que aún no forma parte de la iniciativa aceptada– se podrán utilizar otras fracciones de residuos domésticos, plásticos no reciclables y residuos agroindustriales para incrementar la producción hasta 69.000 toneladas anuales, y de esta forma reducir aún más la basura que se destina a disposición final.
Los residuos orgánicos domésticos en Montevideo representan unas 500 toneladas de un total de 1.200 diarias, y en Canelones unas 200 toneladas de un total de 450 diarias.
El ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo a Búsqueda que el proyecto permitiría “en pocos años” reducir hasta un 40% la cantidad de residuos que actualmente se entierran en ambos departamentos. “Más adelante se podrá reducir aún más. Este es el dato que nos tiene particularmente muy entusiasmados”.
Más información
El director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, Guillermo Moncecchi, consideró que el proyecto es “interesante en la valorización” pero que deben afinar la información técnica para ver si es viable. En un sentido similar se expresó su par de Canelones, Leonardo Herou, quien también dijo que era interesante aunque el gobierno debía resolver primero “el proceso anterior”, en referencia a la suspensión por tiempo indefinido de la instalación de la planta de relleno sanitario en Cerro Mosquitos.
Uno de los principales puntos a acordar entre el consorcio, el gobierno y las intendencias, es el tipping fee, la tasa que pagarán las comunas por tonelada de residuos que vayan a la planta por un período aproximado de 25 años.
Peña reconoció que también debían resolver la forma en que se integrarán las dos intendencias en una misma solución y asuntos logísticos, entre los que está el traslado del combustible al puerto para ser exportado.
Hoy jueves 17 está previsto que los representantes del proyecto se reúnan con el ministro de Ambiente y técnicos de ambas intendencias para dialogar acerca de la viabilidad de la inversión.
El Ejecutivo recibió el viernes 11 el estudio de factibilidad, pocos días después que Lacalle Pou aludiera al tema en su discurso ante la Asamblea General. El mandatario indicó que la iniciativa otorgaba una solución “a largo plazo” y era “sostenible ambientalmente”, aunque “por una razón u otra” no había avanzado.
El proyecto fue presentado en noviembre de 2020 y sufrió varios cambios. Al principio, la idea era convertir los residuos en crudo sintético para combustible de aviones, pero había incertidumbre acerca de la posibilidad de encontrar mercados donde venderlo, entre otras razones, porque requería calefaccionado en su transporte y dependía de los incentivos ambientales de Estados Unidos.
En cambio, el metanol es un combustible “fácil de manejar, probado y que funciona en los motores de las navieras con buenos desempeños”, dijo Peña.
Esta semana Wasteful y Maersk anunciaron una asociación comercial para la compra de este combustible. “El metanol ecológico es el único combustible sostenible listo para el mercado que está disponible en la actualidad para el transporte”, expresó la directora de Flotas de Maersk, Henriette Hallberg Thygesen.
Negociación
El pedido de Lacalle Pou de avanzar en la iniciativa ocurre en el mismo momento en que el oficialismo y la oposición de Montevideo se encuentran negociando la aprobación de un préstamo de US$ 70 millones solicitado al BID por la administración de Cosse.
Blancos y colorados dieron a conocer en una reunión realizada el lunes 14 sus primeras contrapropuestas acerca de los barrios que quieren sumar, así como otros aspectos de contralor.
Inicialmente, los representantes colorados preveían incluir en la negociación el compromiso de la Intendencia de avanzar en el proyecto del metanol, pero lo quitaron a último momento a solicitud de Peña. La intención es plantearlo más adelante, cuando la negociación esté más avanzada y se hayan resuelto otros aspectos técnicos.
Moncecchi dijo que son dos negociaciones diferentes y que formalmente no había ocurrido ningún planteo.
Ambiente ha señalado que el préstamo del BID está alineado con el Plan Nacional de Gestión de Residuos aprobado a fines de 2021, ya que propone mejorar sustancialmente la clasificación de residuos en el origen.
Debido a que el proyecto del metanol está en fase de negociación –y que tampoco abarca a todos los residuos que será necesario enterrar– Montevideo resolvió ampliar la capacidad de relleno sanitario de Felipe Cardoso y extender su utilidad por seis años más.
La decisión de priorizar este proyecto por encima del relleno sanitario en Canelones ha sido motivo de disputa entre Peña y Orsi, que mantienen una peculiar relación en la que subyace una disputa por la gobernanza municipal.
Herou señaló que el proyecto de Cerro Mosquitos está blindado desde el punto de vista técnico pero fue suspendido por una decisión del gobierno nacional. Por eso, antes de avanzar, Canelones exigirá una respuesta acerca de si la iniciativa sigue siendo viable o si está completamente descartada. En caso de ocurrir lo segundo, el departamento deberá comenzar a pensar en una nueva solución para los residuos que tengan que ser enterrados, porque el vertedero de Cañada Grande (al noreste de Empalme Olmos) no cumple con los requisitos ambientales exigidos.