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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLe pido disculpas al Sr. Director así como a los lectores de Búsqueda por ser reiterativo y escribir tres semanas consecutivas sobre el mismo tema. Es que no puedo entender que una vez que se llama a la oposición para dialogar sobre las medidas a tomar con respecto a la delincuencia, tanto el gobierno como la oposición empiezan a poner piedras en el camino, excepción hecha del senador Mieres, quien fue el que tuvo la iniciativa de que el tema merecía un acuerdo entre todos los partidos. Por un lado los senadores Lacalle Pou y Bordaberry le pedían al gobierno que antes de concurrir era indispensable que cambiara de actitud y que el ministro Bonomi debía renunciar. Por otro lado aparentemente tampoco concurrirían ni Bonomi ni Jorge Vázquez. Después, según escuché hoy de mañana, por el Partido Nacional concurrirían las máximas autoridades del Directorio.
Desconozco las intenciones del gobierno al convocar a esta reunión, pero vamos a pensar “por la positiva” y en principio aceptarla como la intención de iniciar una política de Estado al respecto.
Sinceramente creo que empezamos mal. Realmente desconozco si la invitación fue dirigida a los líderes de cada partido o si fue hecha genéricamente a los partidos. Pero estoy seguro que sería una buena señal para la ciudadanía que concurrieran todos los líderes. Además, si te invitan a un diálogo, primero escuchá y después exponé todo lo que se te ocurra. Todos los políticos tienen los diagnósticos sobre este tema más que sabidos. Hace años que se viene hablando de lo mismo: la educación, la familia, las cárceles, el sistema jurídico, el aumento de las penas, las salidas anticipadas, la inimputabilidad de los menores, etc., pero hasta el momento fueron solo diagnósticos. Nunca hubo acuerdos políticos para llevar a la práctica medidas concretas en ninguno de los campos mencionados. Vamos a dejarnos de macanas y de una vez por todas hagamos caso omiso de las ambiciones políticas y pensemos realmente en el país y en la ciudadanía que, estoy seguro, está esperando respuestas concretas e inmediatas por parte del sistema político. Es probable que hoy mismo, ojalá que no suceda, muera otro ciudadano inocente en manos de un delincuente.
Sería muy bueno que todos los políticos recordaran una frase que solía utilizar frecuentemente Wilson Ferreira: Primero el País, luego el Partido y por último la Persona.
Ing. Quím. Rodolfo Schaich
CI 555.942-6