Señor bolero

Todo ese conjunto de territorios, países y pueblos que forman esa entelequia a la que conocemos como “el Caribe”, que abarca desde Colombia y Venezuela hasta el mismísimo corazón cultural del estado de Florida, es una de las mayores usinas musicales del planeta. Siempre lo ha sido, y desde que existe la industria musical un gran micrófono amplifica lo que suena en esa región y lo hace sonar en todo el planeta. Hoy es el trap y el reguetón, antes fue la salsa, la cumbia, el vallenato, el merengue, la bachata y, por supuesto, el bolero, ese género nacido en Cuba y potenciado en México, el país más poblado de toda esa enorme región cultural. El lunes 28 murió en la capital mexicana, a los 85 años recién cumplidos, el compositor, pianista y cantante Armando Manzanero, uno de los máximos próceres del bolero y de la canción mexicana, más allá de cualquier género. Los reportes difundidos en las horas siguientes machacaban con que la muerte se produjo por Covid-19 y describen con lujo de detalles sus últimos días, cómo pasó de estar en actividad plena a las penurias de la internación. Es mucho más importante describir por qué lo que hizo este caballero le importó a tanta gente.