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¿Ante otro falso positivo? (Abordando eso gris, que parece la teoría). Nuestro primer pensamiento está dirigido al pueblo de Francia, a todo lo que significa y a lo que ha aportado en la historia de la humanidad. Al socialismo francés, al que se refiere Lenin como fuente del pensamiento de Marx. A su eterna lucha por la paz y por unir en la cultura a la humanidad toda.
Entonces surge la pregunta: ¿por qué? Hay una derecha universal promotora de la guerra y por lo tanto de todas las formas de terrorismo, al que financian y fomentan, que sienten la crisis actual, que inmediatamente utilizan sus bien aceitados medios y se dirigen directamente al centro de la opinión pública con una síntesis perfecta: esto es el terrorismo.
Sin ir mucho para atrás nos viene a la memoria el asesinato de John Kennedy, un 11 de setiembre el derrocamiento de Salvador Allende, luego usando esa misma fecha del almanaque, el auto atentado a las torres gemelas —cada día más claro para el análisis de la gente— o el ataque a Irak aduciendo la existencia de armas de destrucción masiva.
Ahora acá, ¿qué se busca? Los atentados son canallescos, como canallescas son las acciones de guerra que se están llevando en distintas partes del planeta. Se fomenta el fanatismo, el enfrentamiento, el sufrimiento de la gente sin esperanza alguna, porque en definitiva el modo de producción predominante ha llegado a sus límites y no tiene solución para la crisis, a lo sumo el trabajo sucio que hoy le dan a sus agentes en el mundo pero que significa acercarse cada vez más al punto en el que ya no habrá retroceso entre la guerra y la paz y sus terribles consecuencias.
Aprovechan hoy el espacio que les deja la inanición programática de las organizaciones de la sociedad para hacer su trabajo suicida. Hoy los gobiernos de Europa hablan del aumento del endeudamiento para impulsar los presupuestos de guerra.
¿Cuál es la primera reacción de la gente? Sin duda que condenar al terrorismo y enseguida acudir a la derecha para acentuar todas las políticas confrontativas: ¡fuera los inmigrantes, ninguna ayuda, el trabajo solo para los “nuestros”, mayor presupuesto de guerra y de autodefensa! El único programa que hoy puede ofrecer la derecha y que ni siquiera llevan ya sectores también de derecha pero que comienzan a ser conscientes de la realidad en la que se internan.
Esto que ocurre en Francia son atentados programados, organizados y financiados por quienes solo tienen como objetivo la guerra. Se nos podrá decir: ¿qué pruebas hay?
¿Es que el estado francés está en cero en materia de conocimientos de cómo se mueven este tipo de acciones o ha dejado hacer, para luego justificar políticas restrictivas y expandir el aparato militar? O lo que está ocurriendo con corrientes políticas de origen socialista que se sienten por su propia falta de programa en callejones sin salida a los que los conduce una crisis que hace que sus estados estén cada vez más atados a un endeudamiento irreversible como la crisis, en la predominancia de las condiciones que impone el modo de producción capitalista. Se ven ante una avalancha de gente y sin una salida de trabajo y producción que les alivie el panorama.
El entonces presidente Mujica intentó en setiembre del 2013 en la ONU esbozar un programa. Luego, nada.
Es necesario ahora como nunca volver a los aspectos programáticos; la humanidad necesita la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista y sus llaves son la moneda y los impuestos.
El aparato productivo del mundo acentúa la pendiente hacia la guerra, los pueblos del mundo necesitan controlar ese aparato productivo para la paz y generar trabajo y riqueza que beneficie a todo el planeta.
