La única persona (personaje) que tiene permitido decir algo como que tomar Don Perignon del año 53 a una temperatura mayor a cuatro grados es tan malo como escuchar a los Beatles sin taparse los oídos es James Bond, el agente 007.
En el corazón del Burlington Arcade, en Londres, se puede pasar una noche entre martinis secos, habanos y música ambiente al mejor estilo James Bond
La única persona (personaje) que tiene permitido decir algo como que tomar Don Perignon del año 53 a una temperatura mayor a cuatro grados es tan malo como escuchar a los Beatles sin taparse los oídos es James Bond, el agente 007.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáY él único lugar donde puede estar permitido pedir un Martini con hielo “mezclado, no agitado” sin represalias sociales, es, precisamente, en su bar.
Este 2024 se cumplieron 60 años de Goldfinger (1964), la tercera película de la franquicia de este agente secreto del Servicio de Inteligencia Británico, protagonizada por Sean Connery. Y para celebrarlo, el prestigioso centro comercial de boutiques de lujo londinense Burlington Arcade, del barrio Mayfair, destinó un espacio para homenajear a este hombre, ícono de la cultura pop y la masculinidad de la década de los 60.
Se trata de un exclusivo bar de dos pisos: el 007, que a un primer vistazo ya se impone con tres esculturas colgantes de oro inspiradas en el icónico Aston Martin DB5 que conducía Bond.
Las marcas más asociadas a las películas, como Crockett & Jones y Lock & Co Hatters, tienen presencia en el Arcade mucho antes de la apertura de este, el primer bar temático de James Bond del mundo, diseñado por el estudio internacional Piet Boon, que estará en funcionamiento hasta el 31 de diciembre.
Está ubicado en las Casas 12 y 13, y no acepta reservas. El acceso a este espacio, musicalizado por la reconocida empresa de audio británica Bower & Wilkins con el soundtrack de la película, es sin cita previa.
El lugar cumple con las expectativas de la imaginación: salones y barras lujosas, iluminación elegante, la mezcla perfecta entre glamour y practicidad, y mucho dorado.
Interpretado a lo largo de las décadas por actores tan diferentes, desde la escuela de Roger Moore, George Lazenby, Sean Connery y Pierce Brosnan, hasta Timothy Dalton, cada James Bond se identificó con una bebida de cabecera distinta.
En honor a esto, la carta del bar 007 sirve variedad de cócteles inspirados en las películas con base exclusivamente de las marcas de vodka Belvedere, ron Blackwell, champagne Bollinger, whisky The Macallan y el infaltable Vesper Martini (una variación del Dry Martini); un trago que los libros crearon especialmente para este personaje, pero que ésta vez cualquiera puede tomar.
El lugar se presta para sentarse cruzado de piernas, prender un habano —aunque a lo largo de las películas James Bond poco a poco fue dejando de fumar— y hacer que el trago dure una eternidad.
Uno de los entretenimientos que tiene la noche en este bar es el remate de sets de The Macallan edición especial, en conmemoración del 60º aniversario de Goldfinger. Todos los fondos que se recauden en esta actividad durante la apertura del bar serán destinados a la caridad.
Es un bar para todos, pero sobre todo, para los más cinéfilos, fanáticos de la franquicia. El local está lleno de guiños a escenas de las películas, y además tiene unos espacios de exposición de piezas originales al mejor estilo museo y venta de coleccionables.
Sobre un rincón hay una galería dedicada a los villanos de James Bond, algunos, como Le Chiffre, Stavro de Spectre u Oddjob, casi tan icónicos como él. Está en exposición el sombrero que usaba éste último, un bombín de copa plana que le daba al coreano un toque clásico, y una joya inspirada en el Egg Object de la película Octopussy (1983).
En honor al exquisito gusto de Bond por los relojes, también hay una pared dedicada a la exhibición de los Omega fabricados en oro amarillo que usaba el personaje, como el Seamaster Diver 300M.
Además, el 007 ofrece su propio calendario de adviento “de lujo“ con motivos del agente.
Este homenaje en forma de bar al legado cultural de un personaje que trascendió generaciones es el lugar indicado para pasar una noche de película al mejor estilo James Bond, sumergido en su atmósfera y disfrutando sus lujos.