El legendario peleador de artes marciales mixtas y actor Conor McGregor, dueño parcial de la liga de boxeo sin guantes BKFC —donde, además, compite el uruguayo Tonga Reino—, anuncia su tan esperada vuelta al octágono.
La Casa Blanca será el escenario de un hito en la historia de las artes marciales mixtas, que promete el regreso de la estrella de la UFC y actor irlandés Conor McGregor
El legendario peleador de artes marciales mixtas y actor Conor McGregor, dueño parcial de la liga de boxeo sin guantes BKFC —donde, además, compite el uruguayo Tonga Reino—, anuncia su tan esperada vuelta al octágono.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPero esta vez no se trata de un regreso cualquiera: el irlandés quiere hacerlo en el evento más grande de la historia de la UFC (mejor campeonato de lucha, por su sigla en inglés), nada menos que una velada en la Casa Blanca. Se estima que el acontecimiento sucederá en julio de 2026, mes en el que se conmemorará el 250° aniversario de la independencia de Estados Unidos. Según lo planificado, será en el jardín sur de la casa presidencial de Washington y tendrá una cartelera única con la participación de peleadores icónicos.
McGregor sorprendió al declarar que esta vez no está negociando con el presidente de la UFC, Dana White, como lo hace habitualmente, sino directamente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien participará activamente en la organización del evento.
“No estoy negociando con la UFC en nombre mío para esta pelea, como de costumbre. Estoy negociando con los Estados Unidos de América en nombre de Irlanda para esta pelea”, afirmó el luchador, quien este año intentó posicionarse en la esfera política de Irlanda. Según McGregor, Trump y su administración se han mostrado abiertos a la idea.
No es la primera vez que el luchador y el presidente se cruzan. En marzo, McGregor visitó la Casa Blanca como parte de las celebraciones del Día de San Patricio, y aprovechó para expresar sus quejas sobre la inmigración en Irlanda y pedir apoyo a Estados Unidos.
Una semana antes, Trump, quien además es fanático de las MMA (artes marciales mixtas, por su sigla en inglés) y cada tanto acude a las peleas, lo había elogiado públicamente llamándolo “grandioso” y asegurando que era su irlandés favorito. Además, McGregor estuvo presente en la ceremonia de investidura presidencial de Trump en enero, consolidando una relación que mezcla deporte con política.
De concretarse, esta sería la primera pelea de McGregor desde su dura lesión contra el estadounidense Dustin Poirier en 2021, que lo dejó fuera del octógono.
Consciente de la magnitud del desafío, el irlandés dijo que iniciará un aislamiento de seis meses sin celular para dedicarse por completo a su preparación: “El teléfono no será contestado. Todo mi foco está en este regreso”, aseguró. Recordó también lo bien preparado que estaba para su frustrada pelea con Michael Chandler —en la que terminó lesionado— y señaló que quiere remediar esa deuda con los fanáticos. Los rumores ya comenzaron a circular, y todo apunta a que el elegido para su regreso sería precisamente Chandler, con quien tiene cuentas pendientes.
Aunque su prioridad inmediata es la UFC, McGregor también confesó sus ganas de pelear en BKFC, “para ganarse el respeto y el honor de los grandes peleadores de la liga”. La organización, además, se encuentra en conversaciones para el desarrollo de un videojuego oficial, lo que ampliaría aún más su proyección internacional.