En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La competencia no había arrancado y una visión de La última cena dejó a parte del mundo cristiano con los pelos de punta. El río Sena habrá quedado precioso para la ceremonia de inauguración pero quizá no fue lo mejor para los triatletas. Los deportistas israelíes tienen vigilancia especial; los argentinos tienen abucheos especiales de los anfitriones. Un tipo con aspecto displicente ganó la plata en tiro, una boxeadora sospechada de ser transgénero fue la involuntaria protagonista de una polémica por su participación en la competencia. Los Juegos Olímpicos de París 2024 ya tienen sus peculiaridades. Y todavía falta.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En menos de un minuto la boxeadora italiana Angela Carini se bajó de la pelea con la argelina Imane Khelif. Sintió un piñazo en medio de la nariz, perdió el equilibrio, le costaba respirar y dijo basta. De inmediato, en el mundo comenzaron a circular voces que hablaban de que “el deporte femenino está en peligro” y otras, menos mesuradas, atacaban lisa y llanamente al “mundo woke” o ingresaban francamente en la transfobia. Por horas se dio casi como un hecho que Khelif, nacida en una localidad rural de la provincia de Tiaret el 2 de mayo de 1999, era una mujer trans. Su aspecto, la rapidez con que la italiana (mucho más acorde a la heteronormatividad) tiró la toalla, pero sobre todo una descalificación en 2023 del Mundial de Boxeo por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) presuntamente por tener elevados niveles de testosterona, hicieron correr esa versión. Lo cierto es que Imane es una mujer, nacida como tal, aceptada como tal y que ha competido como tal (incluso contra la opinión de su padre, que desaprobaba el boxeo femenino) desde que comenzó su carrera. Pasado el aluvión inicial de odio, se indicó que lo que ella posiblemente tenga (no es concluyente) es una condición rara pero natural llamada hiperandrogenismo, caracterizada por niveles altos de hormonas en el cuerpo, que el Comité Olímpico Internacional (COI, que se lleva a las patadas con la IBA, a la que considera corrupta) la había analizado y habilitado, y que la IBA no había hecho público por qué la había descalificado. A nadie se le dio por pensar en el punto álgido de la polémica sobre la poca suerte que hubiese tenido una mujer trans en un país norteafricano, árabe y musulmán; ni que hablar de representarlo olímpicamente. El martes 6, con una medalla ya asegurada, peleaba en semifinales ante la tailandesa Janjaem Suwannapheng.
El cantante francés Philippe Katerine en la inauguración de París 2024.
AFP
La última cena, el primer problema
En estos Juegos Olímpicos la sensibilidad estuvo a flor de piel desde el arranque, desde la ceremonia de inauguración. En una representación que indudablemente aludía a La última cena de Leonardo da Vinci, el cantante francés Philippe Katerine emergió cual Dionisio de una bandeja, pintado de azul, casi desnudo, rodeado de drag queens. Por un lado se habló de un homenaje al Olimpo y al olimpismo, por otro se habló de blasfemia, irreverencia y agresión a la fe cristiana. Entre tantos dardos cruzados, lo cierto es que los organizadores terminaron pidiendo disculpas si alguien se había sentido ofendido. Por supuesto, como esto es una cadena, hubo quien se burló de los cristianos indignados por la supuesta burla. Esto pasó en la misma ciudad donde en 2015 musulmanes radicales hicieron una masacre en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo por una caricatura de Mahoma. Meterse con la religión sigue siendo un tema serio.
522fddb7765ba0b5c89647cbdbc64f57e2b3d3abw.jpg
Equipo de hanball argentino en París 2024.
EFE
Abucheos a los argentinos
El tema llegó incluso a ser tratado por The New York Times: compitan por el deporte que compitan, los atletas argentinos son silbados por el público francés. Los silban a ellos, silban a su bandera y silban a su himno. No son países que tengan un diferendo histórico religioso, étnico o bélico, ni mucho menos de límites (a ver, están en continentes distintos). Es que el deporte, que en teoría debería hermanar, muchas veces separa a las naciones. El resultado de la final del Mundial de Fútbol Catar 2022, con triunfo argentino en los penales, disparó ese resentimiento; más que el resultado, los franceses apuntaron su odio al arquero albiceleste Emiliano Dibu Martínez, un personaje mucho más allá de los tres palos. Más recientemente, los cánticos racistas (y, de nuevo, transfóbicos) de la selección argentina que ganó la Copa América de Estados Unidos dirigidos a su par francesa (que tiene un porcentaje de jugadores afros mucho más grande que la población del país), lo alimentó todavía más. Que Javier Milei, el presidente de Argentina, se pusiera de parte de los suyos agrandó la bola de nieve. Que el partido por los cuartos de final del fútbol entre -justamente- Francia y Argentina terminara con incidentes luego del triunfo de los locales azuzó más los ánimos. De alguna manera se trasladó al mundo algo que ya era corriente en los torneos sudamericanos: la delegación argentina solía ser la menos aplaudida de todas.
Hoy en día cualquier deporte tiene un equipamiento especializado y un entrenamiento exigente, así sea en disciplinas que a priori no parecen un esfuerzo excesivo. El tiro deportivo, por caso, ha evolucionado hasta que es necesario tener lentes especiales y protectores auditivos, además de la hiperconcentración requerida. Por eso es que sorprendió en todo el mundo el turco Yusuf Dikec. A sus 51 años, sin gafas especiales, apenas unos tapones amarillos pocos visibles en el bolsillo y una imagen casual de oficinista en su rato libre que incluía la mano izquierda en su bolsillo, apuntó, tiró y se llevó una medalla de plata en la prueba mixta de pistola de aire a diez metros. En los tiros al blanco del Parque Rodó se ha visto más compenetración y preparativos de los participantes que en su actuación olímpica. Más allá de convertirse en un meme instantáneo, Dikec no es ningún improvisado: suboficial retirado en su país, campeón nacional en varias oportunidades, los de París fueron sus quintos JJOO.
a526f50c2d88f6aebe950c15d1301a07a68fe594w.jpg
El español Francisco Garrigós vence al japonés Ryuju Nagayama en judo.
EFE
Espíritu olímpico, bien gracias
El respeto al rival es una de las premisas olímpicas. Debería serlo en cualquier deporte hasta en un evento barrial, pero (se supone que) con la atención mundial y el “espíritu” que alberga esta competencia esto debería ser patente. El judo es un arte marcial japonés moderno derivado de las técnicas de combate cuerpo a cuerpo practicadas por los mismísimos samurai. Deporte olímpico desde Tokio 1964, los japoneses han arrasado en la historia, habiendo conseguido hasta la pasada edición inclusive 96 medallas, de las cuales 48 eran de oro (los franceses, segundos lejos, tenían 57 y 16). Ese predominio no se notó en los primeros días de estos juegos, cuando en la categoría de hasta 60 kilos el español Francisco Garrigós derrotó por ippon (derribar al rival sobre su espalda) al japonés Ryuju Nagayama. Enojado por un gesto que consideró desleal y no haber sido protegido por el árbitro (lo que el español desmiente), el nipón no lo saludó: le dejó la mano en el aire cuando Garrigós (que es uno de los mejores judocas de Europa) se la dio, ni le devolvió la tradicional reverencia. Desde Japón tomaron partido por el suyo, iniciando una campaña de odio hacia el español. Capaz que el error es pretender que los deportistas sean ejemplo más allá de sus disciplinas.
Hinchas de Israel en el partido de su selección frente a Paraguay.
AFP
Salve deporte, ¿eres la paz?
El mundo olímpico no ha podido estar ajeno a los avatares políticos: avance del nazismo en Berlín 1936, boicot occidental a Moscú 1984, boicot comunista a Los Ángeles 1984, guerra de Ucrania y sanción a Rusia. Los recientes hechos en la Franja de Gaza han puesto ahora en la mira a los atletas israelíes: varios de sus 88 deportistas (la mayor delegación de su historia) han sido amenazados de muerte por las redes, sus colegas de países árabes se niegan a competir contra ellos y se escucharon cánticos antisemitas en el partido de fútbol Israel-Paraguay. La Justicia francesa investiga las amenazas y un sistema de seguridad de gran porte los sigue a todos lados. El ataque del grupo terrorista palestino Setiembre Negro en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, que acabó con el secuestro y la muerte de once deportistas israelíes, todavía está presente. En ese entonces, como ahora, Medio Oriente estaba bajo sangre y fuego.
366d80a8523f88652bf24d79424ca5075bd48667w.jpg
El deporte es salud, el Sena no
El río Sena es una de las postales más lindas de París. La ceremonia inaugural con las delegaciones navegando por él merece el aprobado, más allá del enojo de los puristas que querían todo en el estadio. Ahora, usarlo para la parte de nado de la prueba de triatlón, luego de días de dudas por los grandes índices de contaminación que presentaba, ya es otra historia. Esto finalmente ocurrió el miércoles 31 de julio, horas después de que las autoridades dieran el okey, luego que el domingo y el lunes anteriores se suspendieran los entrenamientos y se postergara la prueba originalmente prevista para el martes 30, por exceso de materias fecales en el agua (la lluvia y las cloacas hacen lo suyo). La espera de un día se justificaba: las autoridades parisinas llevaban un siglo de prohibición de nado en el Sena de tanta mugre que hay en sus aguas, en las que invirtieron 1.400 millones de euros para que fueran "nadables". Como arranque del triatlón, precioso; como atención a la salud de los triatletas, la opción dejaba bastante que desear. Una triatleta belga tuvo que ser hospitalizada y otro suizo también cayó enfermo luego de competir.
Embed - Ana Vieira en Instagram: "Que comece a magia Olímpica!Amanhã, Paris será o palco #timebrasil #olympics #paris2024"
Se ha hablado mucho de lo que pasa en las villas olímpicas, del tamaño de las camas, de los preservativos gratuitos, de jóvenes atractivos de todo el mundo conviviendo juntos, de nada que deba llamar la atención de nadie, en realidad. Pero cada tanto pasa algo. La nadadora brasileña Ana Carolina Vieira y su novio Gabriel Santos, también nadador, se fueron de la Villa Olímpica a pasear por París sin permiso. El hecho de haber posteado su paseo en las redes sociales no fue la decisión más inteligente. Sin embargo, los responsables de la delegación amonestaron al hombre y expulsaron a la mujer. La diferencia de trato se debería a que ella habría tenido una discusión fuerte y en malos términos con su entrenador por una decisión técnica. Para empeorar la cosa, la joven denunció haber quedado en estado de indefensión (poco menos que debió irse al aeropuerto con lo puesto) y acoso en la interna de la delegación. Esto último fue rechazado por el Comité Olímpico Brasileño (COB) que inició una investigación.