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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn los últimos días el diputado Ope Pasquet ha ingresado al debate por el plebiscito de la seguridad social a través de la experiencia de “los cincuentones y las cincuentonas”.
En primer lugar, debo manifestar que siento por el referido diputado el mayor de los respetos por su honestidad intelectual y la seriedad con la que suele ejercer su cargo de representante nacional y legislador, sin olvidar que formamos parte de la misma generación que resistió a la dictadura cívico-militar que padeció nuestro país.
Por ese respeto hoy me siento en la obligación de hacerle notar tres aspectos muy importantes que Ope no tomó en cuenta en su reciente alegato público en defensa del régimen mixto en general y de las AFAP en particular. Si no estoy equivocado, los argumentos que expondré pondrán en tela de juicio las afirmaciones de Pasquet y pueden llegar a dar por tierra con su defensa del modelo imperante en el país desde abril de 1996.
Algunos gruesos errores que sesgan las conclusiones. 1. Ope habla de la cantidad de trabajadoras y trabajadores que no hicieron uso de la llamada “ley de cincuentones” porque el régimen mixto según él los favorecía. Pero omite decir algo por demás relevante y en muchos casos definitorio: la referida ley no habilitó el retorno de los afectados al régimen de transición del BPS en su totalidad, sino que les cobró y confiscó y sigue confiscando “un diezmo” de por vida, motivo por el cual su jubilación por el régimen de reparto del BPS se les calcula por un 90% del total que debió haberles correspondido1. Si esta importante quita no se hubiera producido, seguramente un número muy importante de los que se quedaron en el sistema mixto hubieran optado por regresar al régimen solidario. ¿Cuántos miles hubieran sido? Lamentablemente, ya no podremos saberlo.
La prueba del nueve. Si tenemos en cuenta que la discusión de fondo es si conviene el régimen solo del BPS o el mixto con AFAP, la prueba irrefutable de que el más beneficioso es el primero surge de los propios números de la Asesoría General de Seguridad Social del BPS presentados al Parlamento en febrero de este año. En él surge un renglón2 que establece que “reliquidar las jubilaciones en curso de pago” por el régimen mixto tiene un costo nada menos que de 216 millones dólares.
¿Qué significa esto? Que esa suma de dinero ha faltado y sigue faltando mensualmente en los bolsillos de todos quienes estamos jubilados por el mixto desde 2016 a la fecha: desde entonces una parte de nuestra jubilación no la cobramos porque nos fue y viene siendo mensualmente confiscada. Estos datos, que no menciona el estimado Ope, hablan por sí solos y reafirman lo que venimos diciendo desde 1995: que el régimen mixto prometido no cumplió ni cumple con sus promesas de mejores jubilaciones para más de un 90% de los trabajadores y de las trabajadoras de Uruguay.
(Los que sí se favorecen son los que tienen sueldos superiores a 256.821 pesos —como es el caso del propio Ope y de todos los integrantes del sistema político—, fundamentalmente porque a la hora de realizar sus aportes no están obligados a aportar por encima de esa suma, por lo cual su líquido mensual es mayor).
Finalmente, ¿cuál será la realidad jubilatoria de los cincuentones que no optaron si triunfa el plebiscito? Como lo establece expresamente la disposición transitoria y especial letra V que quedará escrita en la Constitución: “La presente reforma no implicará pérdida o menoscabo en derechos o beneficios previstos en leyes anteriores”. De acuerdo a esta expresión, llegado el momento corresponderá liquidar las pasividades de estos trabajadores por la legislación actual y también por la del régimen de reparto que surje de la reforma y se deberá pagar la más favorable para el trabajador o la trabajadora.
Así las cosas, el darse contra la pared del que habla Ope si triunfa el plebiscito tendrá un mullido colchón entre esa pared y la inmensa mayoría de los favorecidos y las favorecidas por el triunfo de plebiscito: más del 94% de quienes viven de su trabajo que indudablemente cobrarán mejores jubilaciones. No parece ser una mala alternativa para quienes de otro modo, si se mantiene el régimen mixto, en la mayor parte de los casos deberán soportar penurias nada menos que al final de sus vidas. (Manejar la totalidad de los datos, Ope, implica siempre acercarse a la más profunda verdad de los hechos que pretendemos analizar).
Adolfo Bertoni
Expresidente de la ATSS
CI 3.289.304-5
Notas:
1Vale recordar que el grupo de los cincuentones y las cincuentonas afectados por la confiscación de ese 10% de sus jubilaciones continúa hasta el día de hoy con el justo reclamo de que el monto se les restituya a sus pasividades en forma absolutamente justa y definitiva.
2Dicho sea de paso, no es exacto ni correcto calcular es reliquidación que no surge de la papeleta.