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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa solución “salomónica” a la que echa mano el FA-PIT para sacar la pata del lazo en el que lo metió el socio sindical.
¿Me están cachando? El votante siempre tiene libertad de acción. ¿O será que el FA-PIT se mantiene fiel al pensamiento de Lenin (el partido como la vanguardia pensante del proletariado, decidiendo por él)? ¿Por qué se puso magnánimo con este tema? No será por la falta de trascendencia.
Estamos ante un evento de crucial trascendencia. Hay decenas de informes, desde el de la comisión de expertos hasta los realizados por Rodolfo Saldain, pasando por los que han realizado bancos, consultoras, auditoras, gremiales, etc., todos coincidentes en mostrar, con números, que las consecuencias de ser aprobada la iniciativa del PIT-FA serán nefastas para el país, devastadoras. Por el costo, por la confiscación de ahorros, por la insostenibilidad del sistema jubilatorio y por la barbaridad de poner todo eso y más en la Constitución. Incluso economistas integrantes del Frente, como Mario Bergara, coinciden.
La única voz discrepante es la del PIT y es solo eso: una voz (dice Abdala que la cosa no costará “tanto”, ¿cuánto es “tanto”?).
Ni un solo número. Dicen que están esperando que el Instituto Cuesta Duarte termine un estudio. Con lo que confiesan que se tiraron el piletazo más grande de la historia sin estudio previo alguno. A pura ideología voluntarista. Fieles al reflejo de oponerse a todo lo que venga.
Increíble, además, que el Cuesta Duarte no haya estudiado un tema que está en el tapete hace cuatro o cinco años. Solo a la Sra. Cosse le está llevando todo ese tiempo para formarse una opinión.
Nos están cachando.
Solo que no es broma. De nuevo, no se trata de que los votantes sean libres. Siempre lo son. Aquí de lo que se trata es de que dirigentes y partidos políticos, que creen tener capacidad y condiciones para gobernar, se jueguen públicamente sobre el tema más trascendente que hay por resolver.
El Sr. Orsi, la Sra. Cosse, pero también Mario Bergara y todos los demás dirigentes del Frente, tienen la obligación moral de pronunciarse sobre el asunto y no por lo bajo: fuerte y claro. Deben darle la relevancia que tiene y decirle a la gente, con valentía, de frente, lo que piensan.
Si persisten en el subterfugio de la libertad de acción, la sociedad debe denunciarlos por hipócritas, por cobardes y por antipatriotas, que anteponen el miedo a confrontar internamente y la ambición política por encima de los intereses de la nación.
Se lo debe exigir la sociedad civil. No se trata de un tema político más. Es el tema nacional.
Ignacio De Posadas