¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
$ Al año*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
$ por 3 meses*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
stopper description + stopper description

Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

Suscribite a Búsqueda
DESDE

UYU

299

/mes*

* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

Lola Moreira: “No me siento muy cómoda interactuando con niños; siento que les voy a caer mal”

Edad: 26 años • Ocupación: Velerista y entrenadora • Señas particulares: Se levanta sin alarma; Les tiene miedo a los aviones; no le gusta turistear; suele comer lo mismo todos los días.

Editora de Galería

¿Qué hubieras hecho si no fueras velerista?

Algo relacionado al deporte, siempre. Desde chiquita llegué a hacer hockey, tenis y vela a la vez, pero no me daba la vida, entonces empecé a descartar, me gustó el tema de ser la responsable de tomar las decisiones y me quedé con la vela. Soy entrenadora en el club Nautilus, y el día de mañana quiero estudiar psicología deportiva porque quiero complementarlo con ser entrenadora, tener las tres perspectivas: la de deportista, entrenadora y psicóloga.

¿De qué manera te ayudó la psicología como deportista?

Voy a terapia desde los 15 años y hoy tengo dos tipos de terapia, la psicología deportiva y la terapia para la Lola persona. Siempre digo que soy dos personas en una. En el agua soy alguien llena de confianza en lo que hago, y me sacás del agua y esa confianza no la tengo en el día a día. La terapia para mí es vital. En el deporte es muy importante, más aún en la vela, que es un deporte donde se cometen muchos errores y hay que convivir con ese error, y al final de la regata quien gana es quien comete menos errores, no quien no los comete.

También has leído a Freud, que en sus libros no habla precisamente de deportes.

Me gusta darle mucha vuelta a lo que sueño, y La interpretación de los sueños de Freud para mí es increíble. Los sueños son un viaje. Por ejemplo, yo les tengo mucho miedo a los aviones, muchísimo, vivo viajando y me pasa que, previo a viajar, trato de no dormir por varios días a propósito, para dormirme todo al momento de llegar al avión. Ahora siempre me pasa que los días previos a volar sueño un montón con que muero de diferentes formas. Es mi cuerpo diciéndome que ese miedo está presente. Lo he tratado, pero no puedo con eso. Sorprendentemente, son los únicos sueños que recuerdo.

¿Tenés cábalas antes de competir?

Soy una enferma de las cábalas. Tengo tres diferentes canciones que siempre escucho antes de competir. Son muy random. En un mundial de Nueva Zelanda, en el bondi del hotel al club pasaron tres canciones, y ese día me fue superbién. Al día siguiente pusieron las mismas canciones y me fue bien de vuelta. Las escuché los días siguientes con los auriculares y ese mundial lo gané. Después, mi madre me manda un mensaje con dos palabras: “Tap tap”. Es este sonido (se golpetea la cabeza). Significa que está todo en tu cabeza. Soy insoportable con esas cosas, porque me dan tranquilidad.

Les tengo mucho miedo a los aviones, muchísimo, y siempre me pasa que los días previos a volar sueño un montón con que muero de diferentes formas. Es mi cuerpo diciéndome que ese miedo está presente. Les tengo mucho miedo a los aviones, muchísimo, y siempre me pasa que los días previos a volar sueño un montón con que muero de diferentes formas. Es mi cuerpo diciéndome que ese miedo está presente.

Tenés un sobrino de seis años. ¿Cómo sos como tía?

Tengo poca paciencia, pero él lo sabe, y sabe hasta dónde me puede buscar y jugar conmigo. Ciro está de más, es un niño reamoroso. Nunca me llevé bien con los niños. No por el tema de la paciencia, sino porque no me siento muy cómoda interactuando con niños. Siento que les voy a caer mal (risas). Con Ciro es algo distinto, está de más.

¿Por qué aceptaste participar en un reality show de repostería como Bake off?

Antes me habían ofrecido estar en Masterchef y dije que no porque me daba vergüenza hacer un papelón en televisión nacional. Este año acepté ir a Ahora caigo, me copó y me empecé a animar más a hacer estas cosas. Me gusta cocinar pero, si es por mí, como lo mismo todos los días. Mi menú es cuscús, pollo y verduritas salteadas. No cocino tanto como me gustaría porque me da mucha flojera lavar los platos. Pero descubrí que me gusta la repostería. Capaz que el día de mañana te abro una cafetería.

Sos amante del café. ¿Cuál tomás en el día a día?

En casa soy muy básica, tengo una mocha; me gusta la simpleza de la mocha. Fuera de casa pruebo diferentes métodos y cafés de especialidad. Mi plan favorito en Montevideo es ir a conocer nuevas cafeterías, me fascina. Si es por mí, me puedo tomar tres cafeteras por día.

¿Recordás la primera vez que te reconocieron en la calle?

No, pero sí recuerdo el primer intercambio feo. Fue extraño. Me subí a un bondi bien temprano en la mañana y una persona no paraba de mirarme. Me sentí incómoda y, cuando bajé del bus, me llega un mensaje por las redes y esta persona me puso: “La verdad es que sos mucho más simpática en las entrevistas que en persona, te vi recién en el bondi”. Le respondí: “Perdón si te molestó que no te haya saludado, me parece que vos cuando te subís a un bondi no saludás a todo el mundo”. Eso me quedó marcado. Tendría 17, por ahí. Después, todo el mundo piensa que hago remo, no que hago vela. Me dicen: “Ah, pero es lo mismo”. Justamente, lo que tengo prohibido en la vela es remar. Pero estoy acostumbrada, no pasa nada.

¿Es cierto que no te gusta turistear?

No me gusta. Ahora me reservo algún día del viaje para turistear porque hace unos años me di cuenta de que iba a muchos países y no conocía nada. Por ejemplo, iba a Tokio y no conocía el cruce de Shibuya. El día de mañana voy a agradecer haber conocido un poco más de la cultura de esos países. Pero ese día de turismo no soy de caminar un montón y visitar un montón. Conozco lo principal de cada ciudad, pero no me mato haciendo muchas cosas porque en los planes soy muy tranqui, me gusta estar tirada en el pasto, estar al aire libre.

Fuera del deporte, ¿viajás por placer?

No, no recuerdo la última vez que lo hice. Sí me gusta pegarme una escapadita con amigas dentro de Uruguay, pero si no es por deporte no viajo. Me gustan las playas de acá. Mi favorita es La Tuna; mi familia tiene casa y todos los veranos los paso ahí.

¿Te das vuelta si alguien te dice Dolores?

Nadie sabe que me llamo Dolores. En mi familia me dicen Tortu, porque de chica tenía cosas con tortugas: ropa, cartucheras, una toalla que era mi favorita y hoy la usa Ciro. De chica siempre les decía a mis padres que al cumplir 18 me iba a cambiar de nombre a Lola. Hoy, como nadie sabe que me llamo Dolores, no me molesta, ya está. Incluso no sé por qué me llamo Dolores, no sé si es que les gustó el nombre o si tiene alguna historia. Soy Lola.