Pensar en Rita Wilson es pensar en comedias románticas. No solo por su filmografía como actriz (Novia fugitiva, Sintonía de amor) y productora (Mi gran casamiento griego, Mamma Mia!), sino también por el longevo matrimonio con Tom Hanks. Los 36 años que llevan casados, traducidos a años Hollywood, son directamente una eternidad. Más parecidos a una película que a la realidad.
Wilson, que se animó a incursionar en el canto a los 56 años, es (o al menos proyecta ser) una persona de esas que iluminan la sala. Para reconfirmarlo está el dato de que es una “gran creyente de la gratitud”. “Digo una oración de gratitud temprano en la mañana. Me tomo un momento para recordar por lo que estoy agradecida, ya sea grande o pequeño”, contó a The Guardian. Según ella, la gratitud es el antídoto del miedo.
No sorprende entonces que sea una entusiasta de la Navidad. Cada año, por estas fechas, suele compartir en sus redes sociales algún video de Línea de locos (Mixed Nuts, con Adam Sandler y Steve Martin), la recordada película de Nora Ephron situada en vísperas de Navidad. “¿Es realmente Navidad si no estás maratoneando películas navideñas?”, escribió en uno de esos posts. “Mixed Nuts siempre es una de mis favoritas de 1994 (...). Cuando salió no fue un éxito, pero se convirtió en un clásico de culto”.
Breve historia de Rita Wilson
Aunque su nombre grita ser anglosajón, Wilson es la primera generación de estadounidenses de su familia. “Mi papá escapó de la Bulgaria comunista; mi mamá es griega. Eran tradicionales. Papá trabajaba como barman, mientras que mamá era ama de casa. Pero de sus maneras de ver la vida aprendí mucho: tenían integridad, nunca se sentían insatisfechos y siempre estaban riendo”, contó. Eso explica algunas cosas.
Su familia estaba lejos de tener vinculaciones con la industria del entretenimiento, pero vivía muy cerca de Hollywood Boulevard. Allí iba al cine, allí hacía compras, y así creció con la idea y la ilusión de que el mundo del cine no era tan lejano, de que, tal vez, era una opción.
Su primera oportunidad llegó a los 16 años, en la serie de televisión The Brady Bunch. Ese fue el primer escalón de una carrera ascendente que empezó con pequeños papeles, siguió con personajes secundarios y llegó a algunos protagónicos. Rita Wilson no es tanto una actriz principal, pero sus roles de reparto son, muchas veces, memorables. Para muestra basta el de Sintonía de amor (Sleepless in Seattle, 1993, disponible en Max), donde interpreta a Suzy, la hermana de Sam (Tom Hanks, con quien para entonces estaba casada desde hacía cinco años). En una de las escenas más famosas de la película (que Hanks protagoniza con Meg Ryan, su interés romántico en el filme), Suzy empieza a relatar el final de la película Algo para recordar (An Affair to Remember, 1957), un clásico del cine romántico, y se compenetra tanto con el cuento que se pone a llorar, y mientras se sorbe los mocos sigue hablando de por qué Cary Grant y Deborah Kerr no lograron encontrarse en el Empire State Building. Sam y el marido de Suzy se empiezan a reír, y al final, ella también se ríe.
Más acá en el tiempo, Wilson actuó en películas como Novia fugitiva, Enamorándome de mi ex (It’s complicated, 2009, Prime Video), Larry Crowne (2011), Mi gran casamiento griego 2 (Mi Big Fat Greek Wedding 2, 2016, Prime Video) y Gloria Bell (2018).
Rita productora y cantante
Ya se había lanzado (exitosamente) a producir películas cuando decidió que no era tarde para probar con otra gran pasión: el canto. Medios no le faltaban para grabar su primer disco, y se dio el gusto. Su álbum debut, AM/FM, se editó en 2012 con críticas alentadoras. “Wilson desafió la sabiduría convencional del negocio musical al lanzar un disco agradable de éxitos pop”, escribió The New York Times.
Más adelante siguió el consejo de Bruce Springsteen, amigo de la familia, y se animó también a componer. A ese primer disco le siguieron otros cinco y una canción que se hizo más conocida por ser la principal de la película Un hombre llamado Otto, remake de la sueca A Man Called Ove: Til You’re Home, que canta a dúo con Sebastián Yatra. El tema, coescrito e interpretado por ella, estuvo entre los preseleccionados en la categoría Mejor canción en los premios Oscar.
Wilson y Hanks, una pareja de película
El 30 de abril, Rita Wilson y Tom Hanks cumplieron 36 años de casados. Cada año, el día de su aniversario, ambos publican en sus redes sociales un pequeño homenaje al otro. Esta vez, ella escribió: “Envejece conmigo; lo mejor está por llegar”.
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Wilson y Hanks, en pareja desde hace 36 años, encontraron cómo llevar adelante un matrimonio feliz, y lo cuentan
AFP
La pareja se conoció en el rodaje de la sitcom Amigos del alma (Bosom Buddies, 1980), se reencontraron en la película Voluntarios (Volunteers, 1985) y se casaron ocho años después. Para él era el segundo matrimonio. La respuesta de Tom Hanks cuando le preguntan por el éxito de la relación, es: “Creo que el resultado final es que nos casamos por todas las razones correctas”.
Juntos tienen dos hijos, Chet Marlon, nacido en 1990, y Truman Theodore, en 1995. El primero se dedica a la música bajo el nombre artístico Chet Haze. Conocido por su papel en la serie Empire, Chet ha compartido set con su padre en la película de AppleTV Greyhound (2020).
Truman, el segundo hijo biológico de Wilson y el cuarto de Hanks, se graduó en la Universidad de Stanford y también se dedicó a la industria del entretenimiento. En la reciente película protagonizada por Tom Hanks Un hombre llamado Otto (2022) y producida por su madre, Truman interpreta a la versión joven del personaje de su padre.
A estos hijos se les suman los dos primeros de Hanks, que Wilson adoptó como propios. El mayor, Colin, nació en 1977 y es el más reconocido de los cuatro. Actuó en Orange County, las series Life in Pieces y American Crime Story, y estuvo nominado a un Emmy por su papel en la serie Fargo.
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La familia Hanks-Wilson: Samantha Bryant, su marido Colin Hanks, Rita Wilson, Tom Hanks, Elizabeth Ann Hanks, Chet Hanks y Truman Theodore Hanks en los Globos de Oro de 2020
AFP
Elizabeth, la segunda hija de Hanks, la única mujer de la prole, nació en 1982 y de niña supo aparecer como extra en películas protagonizadas por su padre. Al terminar su carrera en Vassar College se dedicó a la escritura.
“Nunca dejes de ofrecer consejos a tus hijos, te los soliciten o no”, dijo Wilson a The Guardian. “Los míos ya son mayores, pero todavía trato de guiarlos. Simplemente no lo tomes como algo personal si los ignoran por completo”.
Otros desafíos
En 2015, la actriz y productora debió someterse a una doble mastectomía como consecuencia de un tipo de cáncer agresivo. Una vez superado el revés, habló sobre el apoyo que sintió de su marido en el proceso. “¿Quién diría que esto nos iba a acercar? Nunca se sabe cómo tu cónyuge va a reaccionar en una situación como esta, yo me quedé sorprendida, impresionada por la atención que me dio Tom”, contó a The New York Times. El cáncer de mama cambió su forma de ver el tiempo. “Cuando no sabes si sobrevivirás, es imposible no considerar tu mortalidad y tu legado. Me enseñó que la vida es finita y a hacer cosas (y estar con personas) que amo muchísimo”, contó.
En marzo de 2020, cuando el coronavirus era un hecho para muchos países pero apenas una amenaza para otros, Wilson y Hanks contaron que se habían infectado en Australia. Ambos se vieron gravemente enfermos, y estuvieron hospitalizados. Una vez más, juntos lo superaron. Ese mismo año la pareja recibió la ciudadanía griega, lugar a donde los unen las raíces de Wilson y una casa de veraneo en la isla de Antíparos.
La actriz devenida productora devenida cantante tiene una reflexión sobre el matrimonio que podría servir a más de uno: “Los matrimonios son, en realidad, relaciones múltiples entre dos personas que siempre están cambiando. Tom Hanks y yo llevamos casados más de 30 años; no somos las mismas personas que cuando nos conocimos décadas antes. Hay que permitirse mutuamente evolucionar y crecer; necesitas comunicación y curiosidad. Mantén el interés en tu pareja y asegúrate de escucharla de verdad”. A ellos parece funcionarles.