Búsqueda averiguará después con extrabajadores que se llama Liam Snir. Que allí Erfely S.A. operaba, al menos hasta hace poco, el área de “openning” de la plataforma de inversiones Smart STP. Que antes estaba detrás de otra llamada Capitalix, pero que cambió porque estaba “quemada” por tantas acusaciones de estafa. También averiguará que Wolfrin S.A. opera para el mercado de Brasil, central para todos los brokers que trabajan desde Uruguay. La plataforma en este caso es FX Road, si no sufrió el mismo destino que Capitalix. En Montevideo funcionaban, al menos hasta hace poco, los departamentos de “openning” y “retención”.
Búsqueda informó el 10 de abril que decenas de brokers operan desde Uruguay, y que muchos desarrollan prácticas cuestionadas, como mentir sobre su ubicación, el nombre y expertise de sus empleados. Ofrecen dos modelos de negocios: los contratos por diferencia (CDF) y el Forex (foreign exchange). En los primeros, el cliente “invierte” en un activo (acciones, materias primas, etc.) pero sin comprarlo. Ganará si el precio al cierre del contrato es mayor que el precio que tenía en el momento que hizo la inversión. En el caso del Forex, lo que está en juego es la fluctuación del precio de las monedas. La estructura interna también es parecida, con dos grandes áreas que interactúan con los clientes. En una, el equipo tiene la misión de contactar a las personas que se registraban en la plataforma o en sitios que luego venden sus datos y lograr que activen sus cuentas (openning). La inversión inicial mínima suele ser de US$ 250. En la otra área, se dedican a la “retención”, que en realidad tiene como fin intentar que los usuarios inviertan más y más dinero.
En ese artículo no estaban mencionados Erfely S.A. ni Wolfrin S.A., empresas a las que Búsqueda llegó tras recibir información de fuentes que no querían dejar pasar esa omisión. Su operativa tiene “muchas irregularidades”, según los informantes. No fue el único caso.
“Vengo de leer tu nota sobre los brokers en Uruguay. Te consulto, (¿)tuviste la oportunidad de conocer Mixtul?”, le escribió alguien a un periodista de Búsqueda.
Mixtul S.A. funcionaba en el piso 9 de Sinergia, pero ahora allí está Trenicorp S.A. La razón social cambió, pero las personas que están detrás no, según las fuentes. Desde ahí operaba la plataforma Capivo, ahora es Lucrado. El lunes 28 al mediodía, Búsqueda pide hablar con el director de la compañía y el periodista se va con la promesa de que lo contactarían. No sucedió.
Presiones y maltratos
Para algunos, lo peor es la música a todo volumen. Para otros, el griterío permanente. El maltrato de los jefes. La inminencia del despido por negarse a trabajar fuera de hora. Las horas extras impagas. El consumo de cocaína avalado en la oficina. El engaño.
En las últimas semanas, Búsqueda dialogó con más de una decena de trabajadores de brokers que operan u operaron desde Uruguay, quienes, además de relatar prácticas cuando menos engañosas con los clientes de varias de las plataformas, describieron condiciones laborales complejas.
Durante la primera hora de trabajo en Asher S.A.S. los trabajadores tienen que estar parados. Es una orden. No importa que los escritorios estén pensados para usarlos sentados, el objetivo es mejorar la productividad de sus empleados, según les transmitieron. “Cuando nos dijeron que íbamos a empezar a trabajar parados, renuncié”, recuerda una persona. En Wolfrin S.A. tenían como práctica obligar a sus trabajadores a permanecer parados hasta que logren el primer depósito del día de uno de sus clientes, relata otro.
“Sí o sí te tenés que quedar a hacer horas, si no te miraban mal”, dice alguien que trabajó en Erfely S.A. y vio cómo echaron a trabajadores que no estaban “comprometidos” con la causa. “Nunca las reglas estaban claras”.
Ese supuesto compromiso va de la mano de no cobrar horas extras, o recibir menos de lo que deberían. El argumento: trabajar más les puede asegurar comisiones, eso es suficiente.
En Haldast S.A., que funciona en el Victoria Plaza Office Tower, Asher S.A.S. y Erfely S.A., Mixtul S.A./Trenicorp S.A. el consumo de cocaína entre los trabajadores era habitual y avalado por las autoridades, de acuerdo con diversos testimonios.
Trabajadores que llegan de Brasil
Con el mercado de Brasil como uno de los más fuertes, los brokers pelean por tener empleados con buen manejo de portugués. Y si no los consiguen uruguayos, algunos los traen desde ese país. Cada una de estas empresas puede llegar a contratar a unas 150 personas con manejo de portugués, por lo que la competencia puede ser feroz.
Wolfrin S.A. tenía brasileños en sus oficinas que empezaban a trabajar ni bien llegaban de su país, sin siquiera iniciar el trámite de la cédula provisoria.
En Haldast S.A. trabajaron brasileños a los que se les pagaba la vivienda y el salario, pero que no estaban inscriptos en el Banco de Previsión Social (BPS). Y no solo eran empleados de nivel bajo en la pirámide. Uno de los gerentes, repatriado desde Luxemburgo, trabajaba en Montevideo y la empresa le pagaba el sueldo y el alquiler de un apartamento frente a la rambla.
En ninguna de estas dos empresas las planillas de BPS coincidían con la cantidad de trabajadores extranjeros en sus oficinas, reconstruyó Búsqueda.
Rastrear los pagos de Haldast S.A. a sus empleados tenía, al menos hasta hace poco, una dificultad extra. “Pagaban los sueldos a través de un contacto que tenían en Abitab. Le pasaban el listado de gente, los números de cuenta y le transferían el dinero”, relata una fuente.
Una inspección del Banco Central
Banco-Central-Uruguay.jpg
El BCU tiene entre sus cometidos velar por la salud del sistema financiero
Las plataformas de inversión que ofrecen CDF, como los brokers identificados por Búsqueda, no están regulados en Uruguay. El director de Regum y secretario de la Cámara Uruguaya de Fintech, Rodolfo Grela, dice que esta situación habilita una situación compleja.
“Tenemos un montón de empresas que hacen bien las cosas y después tenés de las otras. Desde los que tienen prácticas comerciales cuestionables hasta algunos que han utilizado la excusa de la plataforma de trading para elaborar una estafa. A estas últimas ni siquiera las pongo dentro del sector, porque cuando hablamos de delincuentes no importa la excusa que usen para cometer el delito”, dice.
Las empresas que llevan adelante prácticas “cuestionables” se amparan en “un vacío legal que les permite la operativa y que se comportan muchas de ellas de una manera que no lo hacen en los países en los que están regulados”, explica. Y agrega: “Ahí está el problema. La desinformación que se le da al usuario desde call centers en el exterior y la expectativa que se le genera al usuario sobre su vida en la plataforma y después el choque con la realidad”.
Grela sostiene que la cámara no tiene una posición común sobre el tema y añade que su posición personal es que el Banco Central (BCU) debería regular el sector de manera clara, como lo hizo Chile. Porque en Uruguay, insiste, “están los que hacen las cosas bien, que lejos de esconderse tienen locales comerciales con vista a la calle, no usan nombres falsos de sus ejecutivos”.
Subraya que, al no haber regulación, los usuarios no tienen a dónde recurrir para consultar sobre las empresas del rubro. Y así, “no tenés manera de saber exactamente cuántos hay porque, al mismo tiempo, se están instalando nuevos todo el tiempo”. Esto sucede, al menos en parte, “porque además en Uruguay vos tenés cierta legislación que facilita la instalación de call centers de exportación de servicios. Entonces, si instalan un call center, no sabés qué están vendiendo, si un servicio de celular, un tiempo compartido o una plataforma de trading”.
El BCU respondió a Búsqueda semanas atrás, antes de la publicación del 10 de abril, que esos brokers no están regulados porque los CDF y Forex “no son considerados valores” en el país.
El lunes 28, sin embargo, funcionarios del BCU realizaron una inspección en Haldast S.A., confirmó Búsqueda. Revisaron computadoras y no permitieron el ingreso de los empleados.
”El Banco Central no informa sobre la existencia o no de actuaciones, ya que tienen carácter reservado”, respondió la institución a través de su Área de Comunicación ante una consulta de Búsqueda.