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El Hospital de Clínicas inaugurará el próximo miércoles 7 de mayo el Centro de Enfermedad Renal Crónica Avanzada (Cerca). El proyecto, único en su concepto en el país, funcionará en un área de 1.500 metros cuadrados en el ala oeste del sexto piso del edificio. Esta inversión, de US$ 3 millones, se enmarca en la reconversión para 2030 proyectada para ese centro asistencial.
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“Va a ser un espacio multidisciplinario donde se atenderá a la población con insuficiencia renal en su integralidad. Eso lo hace único en el sistema”, dice a Búsqueda Ricardo Silvariño, grado 5 de la Unidad Académica de Nefrología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar), quien también estará al frente de Cerca. Se estima que en Uruguay entre el 9% y el 12% de los adultos tienen problemas crónicos de riñón.
El mobiliario y el instrumental médico están desembalándose. Cerca es un lugar amplio e iluminado, con vistas al parque Batlle o a avenida Italia y espacios de estar —pensados para los usuarios y sus familias—, salas de enfermeros y médicos visibles para los pacientes, dos salas para la hemodiálisis, sector de capacitación para la diálisis peritoneal (que se puede hacer a domicilio), monitores y pantallas con fines recreativos e informativos, salón de clases para estudiantes y residentes, cuatro consultorios para la policlínica y el seguimiento, más baños y vestuarios. El concepto es que todo esté a la mano y a la vista. “Nuestra intención es que sea el mejor centro de diálisis del país y de la región”, añade a Búsqueda el arquitecto Javier Lanza, responsable del proyecto.
Acompañamiento y decisión
Los riñones filtran entre 80 y 100 mililitros de sangre por minuto. Cuando filtra por debajo de 30 se considera que la enfermedad ya está avanzada. Se puede hacer un seguimiento médico en policlínicas o, en casos más avanzados, diálisis. Esta última puede ser hemodiálisis, en los centros de salud acondicionados, tres veces a la semana, cuatro horas cada turno, o peritoneal y de manera ambulatoria, una vez que el paciente es capacitado.
Hay una cuarta posibilidad: el trasplante. “Si bien no todos los pacientes son aptos para el trasplante, eso es lo ideal para quien perdió la funcionalidad de sus riñones, dando más y mejor calidad de vida”, sostiene la doctora Cecilia Baccino, profesora adjunta de Nefrología de la Udelar e integrante del equipo. Los pacientes suelen ser quienes optan por la terapia a emplear, dependiendo de su realidad laboral o la situación familiar. Es común que uno pase de una técnica de diálisis a otra o por más de un transplante renal. No es inusual que el afectado quiera evitarlas, por miedo, por desgaste, por edad o por algún otro motivo. Cualquiera de estas prácticas es solventada por el Fondo Nacional de Recursos (FNR).
“Nosotros acompañamos las decisiones, hacemos acogida, seguimiento, con nutricionistas, psicólogos y paliativistas. La diferencia de este centro pasa por ahí”, agrega Sofía San Román, coordinadora de diálisis peritoneal del Clínicas, también parte de Cerca. “No es lo mismo un paciente de 30 años que trabaja, es papá o quiere serlo que otro mayor de edad que vive solo”, acota Baccino.
En el país hay 3.000 personas que se someten a diálisis y unos 1.500 trasplantados de riñón
Hoy en Uruguay hay 3.000 personas que se someten a diálisis, muchas de las cuales terminan entablando un vínculo estrecho con los médicos y los técnicos tratantes, y entre 1.500 y 1.600 pacientes trasplantados. Como parámetro médico internacional, señala Silvariño, la expectativa de vida de una persona con problemas crónicos de riñón que inicia el tratamiento se reduce a la mitad. Por ejemplo, si la expectativa de vida en el país es de 75 años y la enfermedad se detecta a los 50, su esperanza rondará los 12,5 años si no se actúa. “Por eso es fundamental la detección temprana”, subraya el catedrático; esto último reduce la necesidad de diálisis o transplantes.
Más atención
Esta nueva planta, que se prevé estará operativa pocos días después de su inauguración oficial, es parte del proyecto de tener un nuevo Hospital de Clínicas para 2030, anunciado a fines de 2021 por el entonces presidente Luis Lacalle Pou. En enero de 2025, el rector interino de la Udelar, Álvaro Mombrú, dijo a Búsqueda que ese objetivo era “realista” y “factible” si se hacían obras por US$ 15 millones anuales.
A la ceremonia del miércoles se prevé la asistencia —entre otras autoridades— del presidente de la República, Yamandú Orsi, de la ministra de Salud, Cristina Lustemberg, y del presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Álvaro Danza. “Para nosotros es fundamental el vínculo que podamos tener en ASSE, nos hemos reunido con ellos y confiamos en que la relación se va a estrechar todavía más”, indica Silvariño.
La gran mayoría de los pacientes con enfermedad renal que actualmente se atienden en el Clínicas provienen de ASSE y otros servicios médicos públicos. En los últimos tres años ha venido creciendo el número de aquellos derivados de los sectores privados, mutualistas y seguros: en diálisis peritoneal el 20% llega de ahí. En esta última alternativa poco más del 70% vive en el interior del país. “Ellos vienen al principio cuando se están capacitando y luego una vez al mes para un control”, dice San Román.
La nueva superficie también permitirá ampliar la atención. Hoy el Clínicas atiende a 80 pacientes en diálisis peritoneal y a 120 en el seguimiento en las policlínicas. La operativa en estos dos casos puede incrementarse “sin tope”, asegura Silvariño. Sí es más marcada la mejoría en el caso de la hemodiálisis, que requiere equipamiento y espacio: actualmente hay 32 cupos por semana, divididos en dos turnos, que aumentarán a 128 e incluso a 192 si se agrega un turno más.
No todo pasa por los números y los turnos, subrayan los médicos. “El gran cambio es que ahora habrá un lugar cómodo donde sentarse, donde poder desayunar mientras esperás, donde puedas venir con tu familia si hay que tomar una decisión importante. Para todo eso, más allá de la dialización, la planta física y el ambiente” son fundamentales, explica el responsable.
