Brasil avanza en la lucha contra el dengue con su propia vacuna, Butantan-DV, y con el método Wolbachia, que ya redujo los contagios en varias ciudades. Aunque el país enfrenta un nuevo brote con más de 170.000 casos en enero, estas soluciones prometen cambiar el panorama. Sin embargo, el reto sigue: el cambio climático expande el mosquito Aedes aegypti a nuevas regiones, lo que exige reforzar las estrategias de control