Eso es lo que Woz siempre quiso ser. De niño dominaba las matemáticas, miraba a su padre —un ingeniero que trabajaba para la empresa aeroespacial y de defensa Lockheed— armar y desarmar cosas, y a los 11 años ya había construido su propia estación de radio amateur. En la secundaria fue presidente del club de electrónica y en una feria científica ganó el primer premio por una calculadora a transistores.
Así llegó a los 20 años, conoció a Jobs, creó un aparato para hackear a AT&T y hacer llamadas de larga distancia gratis y consiguió un trabajo en Hewlett-Packard (HP), donde diseñaba calculadoras. Era 1971, y Woz —que había abandonado la universidad— le habló a Jobs de Bob Dylan y de la profundidad de sus letras, pero también de su idea de crear una computadora que pudiera tener todo el mundo en su casa. Incluso llegó a hablar con sus jefes de HP, pero no mostraron interés. Fue Jobs, con su olfato y talento para los negocios, que logró —como haría siempre— transformar la idea en una revolución futurista. Para 1979, ocho años después, la empresa de la manzana había obtenido millones de dólares en ventas.
Mientras Jobs vendía el futuro a un mundo deseoso de recibirlo, Woz no estaba hecho para eso. En 1981, entre invento e invento, se estrelló en el pequeño avión que piloteaba y sufrió un grave trauma que lo dejó cinco semanas con amnesia total. Un sabático casi obligatorio lo llevó a pensar en su regreso a la universidad, y se anotó en Berkeley con un seudónimo, Rocky Clark, para terminar su carrera de ingeniero eléctrico con tranquilidad.
En 1982, mientras se hacía tiempo para organizar el Festival US, una mezcla de concierto de rock y de feria tecnológica, Woz volvió a Apple, pero se resistía a involucrarse en la gestión. “Nunca quise dinero”, dijo en una entrevista a “The Seattle Times”, en 2006. “Así que tan pronto como gané toda esa plata con Apple traté de sacármela de encima, e invertí mucho en museos. Por eso, bautizaron salas de escuelas con mi nombre, y la calle (Woz Way) en San José es uno de los mejores reconocimientos que recibí. El alcalde me llamó un día y me dijo: ‘Vamos a ponerle su nombre a una calle’”, recoge un artículo del diario argentino “La Nación”.
La filosofía de Woz no quedó solo en palabras o en donaciones tradicionales. En 1980, cuando Apple hizo su primera oferta pública (IPO), Jobs decidió que las acciones se dividirían entre los cargos gerenciales, pero no entre los empleados, muchos de los cuales habían sido parte de la génesis de la compañía. Woz no estaba de acuerdo. Para él, hacer fortuna con Apple “fue algo que simplemente pasó”. “Por eso no estaba aferrado al dinero. Pero tampoco quería vender acciones a una gran firma financiera externa. Solo quería vender algunas acciones para comprarme un auto y una casa. Entonces pensé en un plan”. El “Plan Woz”, como se conoce, proponía que los ingenieros y la gente de Marketing de Apple también se beneficiaran del éxito bursátil. Por eso, Woz hizo una lista de unas 40 personas en Apple y les vendió parte de sus acciones por un monto equivalente a la compra de los dos bienes que quería. “También elegí a cinco jóvenes que habían empezado con nosotros, cuyo trabajo no valía ni una acción. Y pensé: ‘con estos tipos me reí, les conté mis ideas y pensaron que eran buenas, con ellos me senté y diseñé algunos programitas, y me influyeron para seguir’. Y a ellos les di un montón de acciones”, contó Woz en una entrevista en 2006. El 12 de diciembre de 1980, a partir de ese plan, el mundo tuvo 45 millonarios nuevos.
No extrañó entonces que en 1985, luego de recibir junto a Jobs la prestigiosa Medalla Nacional de Tecnología de manos del presidente Ronald Reagan, Woz diera un paso al costado en Apple. Eso no implicó su renuncia, pues desde entonces sigue siendo empleado y como tal recibe un salario, aunque de los más bajos de la empresa.
Su salida le permitió hacer lo que le gusta. Como educar. Debido a la importancia que tienen para él los maestros inspiradores, durante ocho años trabajó en una escuela como profesor de computación de chicos de 11 a 14 años, de lunes a viernes. También creó algunas compañías pequeñas, como CL 9, con la que desarrolló en 1987 el primer control remoto universal programable, o Wheels of Zeus (WOZ), con la que diseñó en 2002 tecnología GPS inalámbrica, entre otras. También se enfocó en la filantropía, y donó dinero para museos de ciencias para niños y programas de innovación y tecnología en escuelas de California; financió la creación del “Woz Lab”, en la Universidad de Colorado, y la Fundación Electronic Frontier, que aboga por la libertad de expresión, la privacidad y los derechos digitales, entre otras causas.
Y mientras los premios y los doctorados honoris causa de todo el mundo también se fueron acumulando con los años, Woz se unió al Silicon Valley Aftershocks, un equipo de polo a bordo de segways; bailó con las estrellas; participó en un episodio de la temporada 4 (2010) de la serie “The Big Bang Theory”; se volvió un experto en el Tetris logrando cientos de récords; se casó cuatro veces, tuvo cinco hijos y su primera nieta, Harriet. Y desde hace unos años viaja por el mundo como lo que es: una leyenda viva de la historia de las computadoras.
Ese tour mundial incluye por primera vez a Uruguay, adonde llegará invitado por Movistar para ser la estrella de Move, un evento de innovación y tendencias con conferencistas internacionales destacados. Este año, además de Woz estarán Mario Pergolini, creador de Vorterix, que hablará sobre la incidencia de la tecnología en el consumo de contenidos, y el neurocientífico argentino Facundo Manes, que abordará la creatividad e innovación como claves del futuro, entre otros disertantes. La cita es el 7 de noviembre en el Latu y para asistir hay que inscribirse en www.move.uy. Las acreditaciones son gratuitas y se adjudicarán por sorteo entre todos los inscriptos.
“De Uruguay solo conozco la historia del tango”, dijo en entrevista telefónica con galería. El comentario tiene una explicación. Ese fue el ritmo con el que quedó eliminado de “Bailando con las estrellas”.
En sus charlas suele abordar con frecuencia el tema del Internet de las cosas (IoT, en su sigla en inglés). Hace 15 años eso recién empezaba, pero ahora es más tangible. ¿Qué piensa del futuro en ese sentido?
Creo que en el futuro las máquinas estarán al tanto de lo que escribimos o lo que hablamos, haciéndose más humanas, en especial a medida que algunos equipos comienzan a comunicarse con otros equipos. IoT significa eso: todos comunicándose en una misma red. Hasta ahora hemos visto recién un poco de lo que se puede hacer.Pero los cambios seguirán llegando gradualmente, porque no se puede prever cuándo sucederán los grandes pasos. Hay mucha gente inteligente haciendo cosas, y no se sabe de dónde podrá venir el próximo Uber o Facebook. Pero ya hay miles de productos por ahí, como dispositivos para gestionar cosas en la casa o en el auto, y se seguirá sumando una pieza a la vez en la vida cotidiana.
Quizás en 15 años estaremos rodeados...
Sí, ellos representarán una inteligencia más elevada y creo que nosotros les vamos a hablar a ellos. Será algo en la línea del Amazon Echo y ya no tanto esa idea de hablarle al teléfono. Ocurrirá naturalmente, pues hablaremos directamente con nuestros aparatos en nuestro propio ambiente. El Amazon Echo es quizás el mejor ejemplo de adónde puede llegar la Internet de las cosas.
Amazon Echo es un asistente del hogar creado por Amazon. De forma cilíndrica y despojada, este altavoz con conectividad inalámbrica es capaz de entender y responder las preguntas de un usuario. Para lograrlo, Amazon Echo cuenta con Alexa, un asistente virtual al estilo de Siri, que recibe, comprende y trabaja a partir de las órdenes del usuario. El dispositivo está conectado a Internet, y puede permanecer activo todo el tiempo para escuchar todas las solicitudes. También puede funcionar como parlante con bluetooth y reproducir la música almacenada en el celular o en Spotify. Entre las tareas que se le pueden pedir al Amazon Echo están consultar eventos del calendario, controlar otros dispositivos conectados en el hogar, conseguir información en Internet sobre restaurantes cercanos, el tráfico o el tiempo, leer audiolibros, tomar nota de las tareas importantes, poner alarmas y temporizadores, pedir productos en Amazon y responder preguntas del estilo trivia.
De todas los inventos de Apple, ¿cuál cree que es el más influyente?
Solía oscilar entre la Apple II —que fue lo que inició una gran compañía, una cultura, e hizo que las computadoras fueran accesibles para la gente—, y de vez en cuando el iPod —un dispositivo musical fabuloso—, el propio iPhone, el iPad e incluso el iTunes, pero últimamente me inclino más por la App Store.
Esta tienda abrió la puerta a las ideas de millones de personas en el mundo, que diseñan sus propias apps. Muchas de ellas no habían logrado convencer a empresas para que las apoyaran, y les decían que no iban a funcionar. Ese fue el caso de Uber, Airbnb o TaskRabbit que se lanzaron desde la App Store (y son exitosas).
App Store es un servicio que permite descargar aplicaciones, gratuitas o pagas, a los usuarios de dispositivos de Apple. Lanzada el 10 de julio de 2008 por Jobs, entonces director ejecutivo de Apple, la tienda surgió con unas 500 apps creadas por terceros. Pocos días después ya habían sido realizadas 10 millones de descargas. Seis meses más tarde, la cifra llegó a 500 millones, y en nueve meses alcanzó mil millones. Hoy la cifra de descargas es de 130.000 millones, y la tienda ofrece dos millones de apps. Recientemente, el CEO de Apple, Tim Cook, dijo que los desarrolladores de estos productos ganaron 50.000 millones de dólares en total.
En su momento, la aparición de la computadora personal fue un hit y ahora es el turno del smartphone. ¿Cuál podrá ser el próximo boom tecnológico?
Las plataformas para trabajar seguirán siendo las computadoras y las laptops. Profesionales como los editores de audio y video, arquitectos y diseñadores, entre otros, no se cambiarán a pantallas más pequeñas como el teléfono. Los consumidores sí se quedarán con este aparato. Para el futuro, incluso por las próximas décadas, pienso que respecto al teléfono será todo muy similar en tamaño, forma y función, así como ocurre desde hace más de 100 años con los autos.
Suele ser de los que llegan primero a las nuevas tecnologías. ¿Está experimentando con algo en estos momentos?
Estoy trabajando con una empresa que se llama Primary Data, que busca optimizar el almacenamiento en los data center; hacia allí se están moviendo las computadoras.En noviembre de 2014, Primary Data anunció que Wozniak se había unido a la compañía como director científico. “Las innovaciones que podemos llevar encima, los asistentes digitales y la Internet de las Cosas están haciendo que la computación sea cada vez más transparente en nuestras vidas. Para que la tecnología esté accesible, tenemos que garantizar que los datos se mantengan, porque nos dan información”, dijo Wozniak en un comunicado de aquel momento. “Primary Data usa la virtualización de datos para colocarlos dinámicamente en cualquier lugar donde puedan ser accesibles para las aplicaciones. Estoy emocionado de compartir nuestra plataforma de virtualización de datos con el mundo”, agregó.
También estoy enfocado en un evento de cultura popular que se llama Silicon Valley Comic Con!, y que se hará este año en Tokio. No queremos hacer lo que todo el mundo hace; nosotros tomamos cosas de la cultura popular (películas, dibujos animados, superhéroes) y las mezclamos con exhibiciones y seminarios de tecnología. En Silicon Valley ha sido muy exitoso.
La primera edición del Silicon Valley Comic Con! fue en marzo de 2015 y ya está prevista una segunda en abril de 2017, para congregar a aquellos vinculados al mundo de las historietas, el arte y la tecnología en San José, cerca de San Francisco. Debido a la gran repercusión, el evento también se hará en Tokio (diciembre) para celebrar la tecnología nipona. “Desde Godzilla a Pokemon y a los Power Rangers, Japón exporta muchos íconos de la cultura popular al resto del mundo. Incluso los códigos morales de los Jedi de ‘Star Wars’ están basados en la cultura samurai. En 2016, cerraremos el círculo en Japón, para combinar la cultura pop japonesa y la de EEUU”, dijo Woz en un comunicado.
Aparte de eso no estoy trabajando en ningún proyecto de desarrollo. Más bien me estoy dedicando a dar conferencias y charlas aspiracionales, y a dar consejos a la gente a partir de mi propia experiencia.
¿Por qué decidió dedicarse de lleno a dar conferencias?
En realidad no es algo que yo haya elegido; más bien la tarea me eligió a mí. Lo que sucedió es que hace unos años, cuando mi último hijo se graduó de la secundaria y se fue a la universidad, me encontré solo en casa. No estaba casado (ahora sí; en 2008 se casó con Janet Hill, su cuarta esposa), tenía una casa grande, y comencé a sentir que quería hacer cosas. Fue en esos años cuando escribí mi libro (su autobiografía, en 2006) y empecé otra compañía. Entonces un amigo me contó que daba charlas, y que tenía un agente de conferencias que también podía conseguirme este tipo de eventos. Así empecé y me di cuenta de que me encanta.
“La especialidad de Woz es el formato chat; una hora dialogando con Woz, un moderador y la audiencia”, detalla en su página “New Leaf Speakers” el agente de conferencias de Wozniak. Como si fuera un menú de temas a elección del consumidor, el sitio agrega que los temas que aborda el fundador de Apple son la innovación y la creatividad, el emprendedurismo, su autobiografía, la educación, su visión del futuro de la tecnología, la internet de las cosas, entre otros. Y por si hiciera falta convencer al lector, agrega: “El resultado es una experiencia inolvidable, altamente personalizada”.
Ha dicho que “los grandes avances en la humanidad vendrán del ámbito de las STEM —acrónimo en inglés de las áreas “ciencia, tecnología, ingeniería y matemática”—, de gente que tenga este tipo de educación”. Pero también destacó la importancia de la creatividad. ¿Cómo se pueden conjugar esos dos aspectos?
Cuando uno va a la escuela, la forma en que está organizada hace que se combata la creatividad, el pensamiento creativo. Muy a menudo, en asignaturas STEM, la respuesta correcta es la misma para todos, y esa respuesta surge de un libro y no de tu propia mente, es decir, es lo opuesto a la creatividad.
Pero yo apoyo la idea de que la gente empiece a pensar formas de resolver problemas por su cuenta. Hoy no educamos de esa forma, y quizás nunca lo hagamos. Pero aún hay una oportunidad de que en algún momento surja algo que nunca estuvo disponible. Obviamente deberá ser barato. En ese sentido, la OLPC (One Laptop Per Child) es una de esas cosas, pero las computadoras en la escuela todavía no lograron hacer la diferencia respecto a la forma en que la gente piensa.
¿Quiere decir que las computadoras no son útiles en el ámbito educativo?
Digo que las computadoras no lograron que el estudiante piense mejor. Los alumnos terminan con las mismas habilidades, y por eso creo que no lograron lo que yo esperaba en ese sentido. Cuando algo nuevo aparece en la escuela, por supuesto permite hacer cosas que no se hacían hasta entonces, como acceder a información del mundo, reunirla y ponerla en contexto. Es más de lo que había antes, pero no es lo mismo que “pensar”. Eso es acceder a conocimiento, como la memorización, pero no conduce a que frente a un problema, un estudiante piense en todas las formas posibles de solucionarlo.
Entonces, espero que en el futuro tengamos un dispositivo para estudiantes en el que el maestro sea una computadora, pero que sea una que actúe como un ser humano, que conozca tus gustos, tus cosas favoritas, que le importes, que mire tu cara para ver tus expresiones. Si eso sucede, cada alumno podrá estudiar lo que le gusta, en vez de hacerlo en su tiempo libre. Nosotros no tenemos que poner nuestros valores en el futuro del estudiante. Ellos representan el futuro.
En agosto cumplió 66 años. ¿Es más difícil ser pionero e innovador ahora que hace 40 años?
Es muy difícil. Cuando uno de joven tiene mayor energía mental y física, que te permite pasar largas horas con un proyecto y que no te interrumpan otras cosas en la vida. Eso es posible cuando sos joven. Fíjese en esas compañías que realmente cambiaron las cosas, como Google, Apple, Facebook, Microsoft, todas surgieron de jóvenes, muchos de los cuales dejaron la universidad para pensar diferente, para tomar riesgos. De hecho fueron valientes. Yo aliento a los jóvenes a pensar de ese modo, a pesar que sus ideas pueden ser realmente grandes.
También les digo a los jóvenes que no necesariamente tienen que trabajar en algo relacionado con una empresa o con dinero, si no en algo que les divierta. Cuando uno empieza un proyecto, está solo, y eso va a poner más cosas en tu cabeza de lo que aprenderás del modo en que enseñan en la escuela.
¿Cree entonces que la universidad es parte importante en la formación?
La educación es importante, pero la educación se puede adquirir de muchos modos. Una de las personas que diseñó la Macintosh es quizás la persona que conozco que es tan bueno como yo en la tarea de diseñar cosas con la menor cantidad de partes, y él nunca fue a la universidad. Él solo observó de cerca, aprendió los trucos y las técnicas y lo hizo una y otra vez.
Pero sí debes tener algo de educación, en áreas como física, matemática, ciencias, para saber cómo se construye el mundo. Por ejemplo, la Física nos enseña que es más difícil empujar un auto que un pequeño carro o una bicicleta, esos conceptos luego se aplican en la ingeniería cuando pensamos en cómo un imán hace girar un disco duro. En matemática, donde los problemas tienen varios pasos, si un paso está equivocado, todo estará equivocado. Y lo mismo sucede en el área de la programación.
Además de educación, como en todas las cosas, hay que practicar, una y otra vez. Se dice que se necesitan 10.000 horas de práctica para ser experto en algo, y yo estoy de acuerdo.
En inglés, el título de su autobiografía es “iWoz: From Computer Geek to Cult Icon” (en español, solo “iWoz”). ¿De qué manera se considera un ícono de culto?
Esas palabras no salieron de mi boca, sino de mi editor. Pero antes de mí, al menos varios cientos de miles de personas hicieron cosas increíblemente inteligentes para que podamos hacer los productos de hoy. Yo solo soy quien le puso nombre, el que empezó una compañía, etc. Pero luego la gente busca a personas como yo para transformarlos en símbolos, en íconos de las cosas que atesoran en la vida.
Sobre la actualidad de Apple, ¿qué cree que fue lo mejor y lo peor que experimentó la empresa desde que Jobs murió?
Lo mejor es que Apple introdujo la detección de huella digital confiable y todos los demás smartphones la siguieron. También introdujimos el sistema easy to pay desde el teléfono o incluso desde el reloj. Me gusta el hecho de que si tres personas de una familia tienen un teléfono Apple, estarán integradas, sabrán dónde están, podrán comprar una aplicación o una canción y compartirla. Apple entiende mejor que otras empresas la importancia cultural de esas cosas. El valor de Apple es hacer las cosas primero.
En el lado negativo, empezamos como una gran empresa de ingeniería, con la Apple II. Los vendedores nos decían que íbamos a hacer una empresa dirigida por el mercado. Pero en marketing todo lo que vi fue un error tras otro, y ahora Apple se convirtió en más marketing que cualquier otra cosa. Jobs no entendía la tecnología de las computadoras; él solo entendía lo que quería usar. Eso fue muy bueno para nosotros, pero también llevó a Apple en la dirección de ser una empresa de mucho valor, y hoy casi que tenemos que construir para el mercado de joyería. Hoy hay muchas versiones del Apple Watch en el entorno de los 500 o 600 dólares que varían únicamente en la correa del reloj, lo que es más parecido a una joya. Es como si vendiéramos correas, dependiendo de lo que la gente quiera pagar. La fórmula para hacer dinero ahora no es exactamente lo que era antes.
Además, Apple cayó en el rubro de computadoras, y creció en el de dispositivos móviles. A Apple le interesa más el iPhone que el iPad, por el obvio motivo del tamaño del mercado. Antes Apple solía ser líder en estaciones de trabajo (computadoras para edición de audio y video); ahora ya no. Lo que deberían hacer es armar una división para computadoras y vendérsela a alguien que le interesen, como Hewlett-Packard, para que el sistema operativo de Mac pueda continuar avanzando.
Más allá de lo estrictamente electrónico, es conocida su afición por el Tetris. Ante las adicciones surgidas en torno a juegos como el Candy Crash o similares, ¿qué opina al respecto?
Nunca tuve una adicción al juego, pues lo tomé como forma de descansar de largas jornadas de trabajo. Por eso no podría comentar con conocimiento de causa. Pero me opongo a la preocupación de muchos padres de que sus hijos pasen mucho tiempo jugando a esos juegos. Ellos solo están tratando de ser realmente buenos en algo. Y quizás hay que dejarlos. Cuán lejos llegues en la vida depende de ti, de tu personalidad, tus valores, tu esfuerzo y de tu creatividad. Y si al joven le gusta jugar a esos juegos, déjelo.
Mientras tanto, estén cerca de él para tener canales de comunicación, jueguen con los niños un poco, mezclen el juego con cosas académicas que deban hacer. Nosotros venimos de un mundo en el que era importante vincular cara a cara con gente real, y ahora tenemos este nuevo mundo que es diferente, en el que los chicos tienen su propio universo. Y no es malo que se pierdan lo que nosotros tuvimos. Solo es diferente. Esa es la cultura moderna y ellos deben estar ahí.
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2016-10-20T00:00:00
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